Marcus Jacobsen asintio con la cabeza. Algo por el estilo. Tampoco podia descartarse algun tipo de hermandad. Una vez puesto, el anillo nunca volvia a quitarse.
Que los dedos no estuvieran intactos en todos los cadaveres era otra cuestion. Podria haber varias razones para ello. Amputacion, por ejemplo.
– Ahora solo se trata de saber el porque y el quien -resumio el subinspector Lars Bjorn.
Casi todos los presentes asintieron en silencio, y alguno suspiro. Si, solo se trataba de saber eso; estaba chupado, ?no?
– El Departamento Q nos comunicara si encuentran mas casos relacionados -anuncio el inspector jefe, y a Assad le dio una unica palmada en el hombro uno de los policias que seguro que no tenia nada que ver con el caso.
Y volvieron a estar en el pasillo.
– Bueno, ?que hay de esa Mona Ibsen, Carl? -siguio Assad donde lo habia dejado-. Mas te vale hacer que vuelva, antes de que se te pongan los huevos como balas de canon.
Abajo en el sotano todo estaba mas o menos como antes. Rose habia colocado una banqueta frente al mensaje fijado en la pared, y cavilaba con tal intensidad que incluso de espaldas casi se le veian los pliegues del rostro.
Por lo visto, se habia quedado bloqueada.
Carl miro la copia gigante. Tampoco era tarea facil. Para nada.
Rose habia escrito las letras pulcramente con un rotulador. Puede que no fuera tan buena idea, pero la impresion general era mejor, saltaba a la vista.
Con un gesto coqueto paso los dedos, con las unas bien tiznadas de rotulador, por el pelo negro desordenado. Iban bien a juego.
Ya se pintaria despues las unas de negro. Solia hacerlo.
– ?Que se entiende? ?Se entiende algo? -pregunto, mientras Carl intentaba leer.
Esto es lo que ponia:
SOCORRO
.l… rero… cu… raron… l… ta… n… ob… esde… ut. op… Bal… -…omb… 18… pelo… – Tiene… rec… c… urgo… zu. Papa… le co… – Fr. d… con… B -…ame… li. o…atar. -… re… mer… mano – Fuimos… 1 hora…gua… vi… A… el… -… o…s.ry. g… -… anos
P…
Pues eso, un grito de ayuda, y, ademas de eso, referencias a un hombre, a un padre y a un viaje en coche. Firmado con una P y nada mas. No, aquello no tenia sentido.
?Que habia ocurrido? ?Donde?, ?cuando? ?y por que?
– Estoy segura de que es el remitente -dijo Rose, apuntando con su rotulador a la P del final del texto. Desde luego, no tenia un pelo de tonta. Despues, siguiendo con los dedos las marcas del lapiz de Assad, anadio-: estoy tambien segura de que su nombre son dos palabras de cuatro letras cada una.
Carl dejo que su mirada se deslizara desde aquellas unas rayadas de rotulador hasta los puntos a lapiz del mensaje en la botella. Igual iba siendo hora de que fuera al oculista. ?Como podia estar tan segura de que eran dos palabras de cuatro letras? ?Porque Assad habia marcado unos puntos donde antes habia manchas? En su opinion, podia haber muchas otras posibilidades.
– Lo he comparado con el original -dijo Rose-. Y he hablado de ello con el perito de Escocia. Estamos de acuerdo. Dos palabras de cuatro letras.
Carl asintio con la cabeza. El perito de Escocia, habia dicho. Mira por donde. Por el, como si hubiera hablado con una gitana echadora de cartas de Reykjavik. En su opinion, la mayor parte del mensaje no eran mas que garabatos, dijeran lo que dijesen.
– Estoy convencida de que esta escrito por una persona del sexo masculino. Si partimos de la base de que nadie en una situacion asi firmaria un mensaje como ese con un apodo, no he podido encontrar ningun nombre de chica danes que empiece por P y tenga cuatro letras. Y ademas los unicos nombres de chica que he podido encontrar han sido Paca, Pala, Papa, Pele, Peta, Piia, Pili, Pina, Ping, Piri, Posy, Pris y Prue.
Recito los nombres de corrido, sin siquiera consultar sus notas. Aquella Rose era rara de narices.
– Papa suena algo raro como nombre de chica -gruno Assad.
Rose se alzo de hombros. ?Vaya con la tia! Asi que no habia ningun nombre de chica danes con cuatro letras que empezara por P, habia dicho. Imposible.
Carl miro a Assad, cuyo rostro era todo interrogantes. Nadie era capaz de pensar de forma tan encantadoramente grafica como aquel ser orondo.
– Tampoco es nombre musulman -salio a continuacion de su rostro concentrado-. El unico nombre que se me ocurre es Pari, y eso, entonces, es irani.
Carl torcio el gesto.
– Aja. Y de esos iranies apenas hay en Dinamarca, ?verdad? Bueno, pues entonces el firmante se llama Paul o Poul, es un alivio saberlo. Pues vamos a encontrarlo en un visto y no visto.
Las arrugas de la frente de Assad se acentuaron.
– ?Vamos a encontrarlo donde, dices? ?Donde?
Carl hizo una aspiracion profunda. Su pequeno ayudante deberia conocer a su ex. Con ella si que aprenderia expresiones que iban a hacer que sus ojazos girasen dentro de sus orbitas.
Carl consulto el reloj de pulsera.
– Asi que se llama Poul, ?de acuerdo? Voy a hacer un descanso de un cuarto de hora; seguro que entre tanto habeis encontrado al que escribio el mensaje.
Rose trato de no hacer caso del tono de voz, pero sus fosas nasales se dilataron de forma notable.
– Si, seguramente Poul es un buen nombre. O Piet, o Peer con dos es, Pehr con hache o Petr. Tambien podria ser Pete, Piet o Phil. Hay muchisimas posibilidades, Carl. Vivimos en una sociedad multietnica, siempre hay nombres nuevos. Paco, Paki, Pall, Page, Pasi, Pedr, Pepe, Pere, Pero, Peru…
– Joder, Rose, ya vale. Esto no es el registro civil. Ademas, ?que es eso de Peru? Ostras, eso es un pais, no un nombre…
– … y Peti, Ping, Pino, Pio…
– ?Pio? Eso, ahora empieza con los papas; ademas, tiene tres letras. Mira que…
– Pons, Pran, Ptah, Puck, Pyry.
– ?Has acabado?
Rose no respondio.
Carl volvio a observar la firma de la pared. Fuera como fuese, lo unico que podia afirmarse sin duda alguna era que el mensaje estaba escrito por alguien cuyo nombre empezaba por P. Pero ?a quien correspondia aquella P? Desde luego, a Papa Noel, no. ?A quien, entonces?
– Tambien podria ser un nombre de pila compuesto, Rose. ?Estas segura de que no hay un guion entre las dos palabras? -pregunto, senalando la zona borrada-. Podria poner, por ejemplo, Poul-Erik o Paco-Paki, o Pili- Ping.
Trato de contagiar su sonrisa al rostro de Rose, pero ella estaba por encima de aquellos arrebatos de humor, asi que mejor dejarlo.
– Bueno, pues vamos a dejar con mucho cuidado ese enorme mensaje colgado, asi podremos seguir con tareas mas concretas, y Rose tendra tiempo para pintarse de negro las unas estropeadas -concluyo Carl-. Podemos pasar al lado y mirar el papelote de vez en cuando. Puede que asi se nos ocurra alguna idea brillante. Como cuando el crucigrama del retrete se queda esperando a la proxima vez.
Rose y Assad lo miraron con el ceno fruncido. ?Crucigramas en el retrete? Por lo visto, ninguno de los dos pasaba tanto tiempo en el trono.
– Y, por cierto, me parece que no vamos a poder dejarlo ahi, en el tabique de separacion, por ahi circula gente. Ya sabeis que parte del archivo esta detras de esa puerta. Casos antiguos, ya habeis oido hablar de eso, ?verdad?
Se volvio y enfilo hacia su despacho y la comoda silla que lo esperaba. Habia avanzado dos metros cuando la acerada voz de Rose lo apunalo.