– Insisto en que todavia no podemos sacar conclusiones drasticas -dijo el inspector jefe de Homicidios-, pero de todas formas no diremos nada a la prensa hasta que sepamos mas, ?de acuerdo?

Todos asintieron en silencio, sobre todo Assad.

– Lo que sucedio despues con la familia muestra a las claras el control que ejercia el asesino sobre ella - afirmo Marcus Jacobsen-. ?Sigues, Carl?

– Bien. Segun Tryggve Holt, la familia emigro a Suecia, a Lund, una semana despues de que Tryggve fuera liberado. Luego todos los miembros de la familia recibieron la orden de no mencionar nunca mas a Poul.

– No debio de ser facil para el hermano pequeno -intercalo Bente Hansen.

Carl vio ante si el rostro de Tryggve. Seguro que no lo fue.

– La paranoia de la familia por la amenaza del asesino se ponia de relieve cada vez que oian a alguien hablar danes. Y se marcharon de Escania a Blekinge, y volvieron a mudarse otras dos veces hasta que encontraron el sosiego en su casa actual de Hallabro. Pero todos los miembros de la familia recibieron instrucciones del padre para no dejar entrar en su casa a nadie que hablase danes y para no mantener relacion alguna con nadie que no fuera Testigo de Jehova.

– Y Tryggve ?protesto por ello? -pregunto Bente Hansen.

– Si, y lo hizo por dos razones. Para empezar, no queria dejar de hablar de Poul, a quien queria mucho y de quien, por alguna razon, creia que habia sacrificado su vida por salvarlo. Y en segundo lugar, porque estaba perdidamente enamorado de una chica que no era Testigo.

– Asi que lo expulsaron -anadio Lars Bjorn. Habian pasado varios segundos desde que habia oido su molesta voz.

– Si, Tryggve fue expulsado -concedio Carl-. Y lleva expulsado tres anos. Se mudo unos kilometros al sur, su relacion con la chica se afianzo y empezo a trabajar de ayudante en un almacen de madera de Belganet. La familia y la comunidad no le dirigian la palabra, pese a que el almacen estaba cerca de la casa de sus padres. Solo han hablado una vez, despues de haberme puesto yo en contacto con la familia. Y su padre hizo todo lo posible por presionar a Tryggve para que cerrase el pico, y a Tryggve le parecio bien, por lo que he oido. Y no hablo hasta que le ensene el mensaje de la botella. Aquello lo dejo noqueado. O tal vez justo lo contrario. Lo obligo a volver a la realidad, por asi decir.

– ?La familia volvio a tener noticias del asesino despues del secuestro? -pregunto alguien.

Carl sacudio la cabeza.

– No, y no creo que vuelvan a tenerlas.

– ?Por que no?

– Han pasado trece anos. Tendran otras cosas que hacer, ?no?

Un extrano silencio volvio a reinar en la estancia. Lo unico que se oia era el parloteo sistematico de Lis en la antesala. Alguien tenia que ocuparse de hablar por telefono.

– ?Hay algo que indique la existencia de otros casos como ese, Carl? ?Lo habeis investigado?

Carl miro agradecido a Bente Hansen. Era la unica de la sala con quien no habia tenido serias discusiones a lo largo del tiempo y, seguramente, la unica del grupo que nunca habia tenido necesidad de alardear de nada. Era un hacha, ni mas ni menos.

– He puesto a Assad y a Yrsa, la sustituta de Rose, a buscar grupos de apoyo a los renegados de las diversas sectas. Puede que asi consigamos saber algo de los ninos expulsados o que han escapado de algunas comunidades. Es una pista debil, pero si nos dirigimos a las diversas comunidades no llegaremos a saber nada.

Algunos de los presentes miraron a Assad, que parecia recien salido de la cama. Con la ropa puesta, claro.

– Tendreis que dejarnos el caso a los profesionales que entendemos de esas cosas, ?no? -dijo uno.

Carl levanto la mano.

– ?Quien ha dicho eso?

Uno de los tipos dio un paso adelante. Se llamaba Pasgard y era un bruto. Macanudo en el trabajo, pero era de los que se abrian paso a codazos y empujones para chupar camara cuando la gente de la tele andaba cerca. Probablemente se veia en la silla del jefe en poco tiempo. Pues seria pasando por encima de su cadaver.

Carl entorno los ojos.

– Vale. Entonces, como eres tan listo, quiza tengas la amabilidad de hacernos participes de tu extraordinario conocimiento de sectas y grupos afines en Dinamarca que pudieran ser objeto del ataque de un hombre como el que mato a Poul Holt. ?Puedes nombrar alguna? ?Unas cinco, digamos?

El tipo protesto, pero la sonrisa ironica de Jacobsen lo presionaba.

– ?Hmm! -rezongo, y miro a la sala-. Testigos de Jehova. Los baptistas no deben de ser una secta, pero la familia Tongil… La Cienciologia… los satanistas y… la Casa del Padre.

Miro victorioso a Carl y busco la aprobacion de los demas.

Carl trato de simular que estaba impresionado.

– Bien, Pasgard. Desde luego, no puede decirse que los baptistas sean una secta, pero tampoco puede decirse de los satanistas, a menos que estes pensando justo en el movimiento Church of Satan. O sea que tienes que buscar un sustituto; ?lo tienes?

El hombre torcio el gesto mientras todos lo miraban. Le pasaron por la mente las grandes religiones del mundo, y las rechazo todas. Se veia como movia los labios en silencio. Y por fin llego.

– Los Ninos de Dios -propuso, desencadenando aplausos dispersos.

Carl hizo lo propio y aplaudio un poco.

– Muy bien, Pasgard, asi que enterremos el hacha de guerra. Hay muchas sectas, e iglesias libres parecidas a sectas, en Dinamarca, y nadie puede acordarse de todas. Por supuesto que no.

Se volvio hacia Assad.

– ?Verdad, Assad?

El hombrecillo sacudio la cabeza.

– No, primero hay que, o sea, aprenderse la leccion.

– Y tu, ?la has aprendido?

– No del todo, pero puedo mencionar algunas mas, entonces. ?Las nombro? -Assad miro al inspector jefe, que hizo un breve movimiento de aprobacion.

»Bueno, pues creo que hay que mencionar a los cuaqueros, la Sociedad de Martinus, la Iglesia de Pentecostes, Sathya Sai Baba, la Iglesia Madre, los evangelistas, la Casa de Cristo, los ovni-cosmologos, los teosofos, Hare Krishna, Meditacion Transcendental, los chamanistas, la Fundacion Emin, los Guardianes del Pecado, Ananda Marga, el movimiento Jes Bertelsen, los que apoyan a Brahma Kumaris, la Cuarta Via, la Palabra de Vida, Osho, New Age, tal vez la Iglesia de la Glorificacion, los Nuevos Paganos, A la Luz del Maestro, el Circulo Dorado y puede que tambien la Mision Interna -dicho lo cual hizo una honda inspiracion para recuperar el aliento.

Esta vez nadie aplaudio. Habian comprendido que ser experto era algo muy relativo.

– Si -Carl esbozo una sonrisa-. Hay muchas comunidades religiosas. Y muchas de ellas rinden culto a un lider o colectividad, de modo que al cabo del tiempo se convierten automaticamente en unidades cerradas. Si se dan las condiciones adecuadas, existen desde luego unos cuantos territorios de caza bien surtidos para un psicopata como el que asesino a Poul Holt.

El inspector jefe de Homicidios dio un paso adelante.

– Lo que habeis oido es un caso que termino en asesinato. No ocurrio en nuestro distrito policial, pero casi. Y nadie ha sabido nada de lo ocurrido. Voy a decir la ultima palabra por esta vez. Carl y sus ayudantes se encargaran del caso.

Se volvio hacia Carl.

– Pedid ayuda cuando la necesiteis.

Jacobsen se volvio hacia Pasgard, cuyos pesados parpados colgaban indiferentes ante sus ojos frios.

– Y en cuanto a ti, Pasgard, dejame decirte que tu entusiasmo es digno de alabanza. Es magnifico que pienses que estamos mejor capacitados para resolver este caso, pero en Homicidios debemos intentar seguir con lo que tenemos entre manos. Que tampoco es moco de pavo, ?verdad? ?Que te parece?

El payaso hizo un gesto afirmativo. Cualquier otro comentario habria supuesto una nueva estupidez.

– Pero, de todas formas, te dire que si crees que estamos mas capacitados que el Departamento Q para

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