camisa y luego se vendaba las heridas con ellas. Una vez hubo terminado, Bryan fue a por la cuerda.

– ?Me temo que tu vendaje no te va a servir de gran cosa! -se rio Lankau llevandose la mano a la nuca.

Bryan lo ignoro.

– ?Y ahora supongo que pretenderas que me ate a la silla yo mismo!

– ?Empieza por los pies, cerdo!

Bryan se agacho con dificultad.

– Supongo que sabes que no vas a salir de esta…

– ?Quien va a impedirmelo?

– ?Hay alguien que sabe que estoy aqui!

Lankau lo miro con conmiseracion.

– ?Ah, si? ?De veras? ?Y ahora me diras que toda la caballeria esta esperando en el margen de Munstertal! - Lankau rio a carcajadas-. ?A que tambien hay alguien a mis espaldas apuntandome con una pistola? ?Es ahora cuando toca soltar esta mamarrachada?

– Le conte al conserje del hotel donde estaria esta noche.

– ?Vaya! -Lankau torcio la boca en una mueca-. Pues le agradezco que me lo haya contado, Herr Von der Leyen. Tendremos que buscar una explicacion razonable a tu repentina sortie, ?no te parece? Deberia ser bastante facil, ?no?

– Metetelo en la cabeza de una vez: ?no me llamo Von der Leyen!

– ?Atate los pies y no hables tanto!

– Sabes que es mi mujer, ?no es cierto?

– ?Se muchas cosas! ?Vaya si las se! Que esta sorda. Tambien se que es incapaz de decir nada sin estar amordazada, pero, en cambio, con la mordaza todo va mucho mejor. ?Y luego se que se llama Laura y que es de Friburgo, pero que prefiere vivir en Canterbury! Tu seguramente tambien vives en Canterbury, ?me equivoco?

– He vivido alli toda mi vida, salvo unos pocos meses durante la guerra, que pase donde tu ya sabes.

– ?Y entonces fue cuando vosotros, mis tortolitos preferidos, decidisteis hacer un viaje turistico? ?Fenomenal! -Su sonrisa ironica desaparecio y respiro hondo-. ?Has acabado de atarte? ?Has tensado bien la cuerda?

– Si.

– Levantate, recoge el resto de la cuerda y acercate a la mesa dando saltitos. Dejame ver si estas bien atado. ?Pon las manos a la espalda!

Lankau comprobo de un tiron en la cuerda que estaba bien atado. Su respiracion seguia denotando excitacion.

– Inclinate sobre la mesa, ?me has entendido?

Bryan apoyo la mejilla contra la encimera. El fuerte tiron del brazo estuvo a punto de romperselo.

– No te muevas -le advirtio Lankau-. ?Como te muevas, te rompo el brazo!

Dicho esto, enrollo la cuerda alrededor de la muneca del brazo derecho de Bryan y luego alrededor del pulgar de la misma mano. Cuando finalmente estuvo fijado el brazo, paso la cuerda por el cinturon de Bryan y tiro de ella. Bryan solto un grito cuando el brazo derecho le quedo bloqueado detras de la espalda.

– ?Vaya pareja que estais hechos, vosotros dos! -prosiguio Lankau dandole la vuelta a Bryan, al que se le clavo el borde de la mesa en la herida del costado. Bryan soporto el dolor agudo sin rechistar-. ?Sois casi como Peter y Andrea! ?Un par de seductores redomados! ?Tan simpaticos y dulces! -Lankau se rio-. ?Los conoces?

– ?Stich ha muerto! -dijo Bryan en un tono de voz cavernoso cuando Lankau le ato el brazo izquierdo al cinturon, esta vez por delante.

Lankau se detuvo. Parecia que se disponia a pegarle.

– ?Ya estamos otra vez! ?Siempre inventandote algo nuevo!

– Esta muerto. Hara una hora que lo encontre a el y a una mujer en el piso de Luisenstrasse. ?Sus cuerpos aun estaban calientes!

Bryan cerro los ojos al ver a Lankau alzar la mano. El golpe fue contundente y brutal. El hombre del rostro ancho lo arrastro hasta llevarlo delante de la mujer y lo dejo caer a sus pies.

– ?Deja que os vea!

Lankau se llevo la mano a la nuca, se la froto ligeramente y luego se acerco a Laureen y le quito la mordaza. Antes de que hubiera tenido tiempo de llevarse el panuelo a la herida en la nuca, la mujer habia roto a llorar.

– ?Bryan, perdoname! -dijo con la mandibula colgando y dificultosamente mientras lo miraba con los ojos banados en lagrimas-. ?Lo siento mucho! ?No sabes como lo siento!

– ?No lo decia yo? -La risa le procovo un acceso de tos-. ?Habla muy bien el ingles para ser una sordomuda alemana!

La mujer siguio hablando y Lankau se dirigio al fondo de la estancia resoplando mientras oia sus voces carinosas y desesperadas.

Bryan ladeo la cabeza e intento acariciar sus rodillas con la mejilla. Laureen levanto las cejas en un intento de contenerse, susurro, pidio perdon, escucho sus protestas. La respiracion de! gigante del rincon se volvio casi inaudible. La calma que precede a la tormenta, penso Bryan haciendo un gesto con la cabeza en direccion a Laureen. No se hacia ilusiones. Ese era el acto en el que los delincuentes se despiden el uno del otro. La repentina dulzura y tranquilidad irracional de Laureen parecia confirmar que ella tambien lo sabia: iban a morir. Tampoco para su verdugo las ultimas veinticuatro horas habian sido demasiado benevolas.

Pronto tendria que acabar todo aquello.

– Se acabo, queridos amigos -dijo finalmente, entrechocando las manos antes de ponerse en pie.

Bryan se volvio hacia el. Sus ojos estaban humedos al igual que los de la mujer, que apenas osaba alzar la mirada.

– ?Todavia estas a tiempo de evitar cometer una equivocacion! -pidio-. Mi mujer y yo no pretendemos haceros dano. Yo solo queria encontrar a Gerhart Peuckert. Era mi amigo. Tambien es ingles como nosotros. Y mi mujer me siguio a Friburgo. Te juro que no lo sabia. Ella no ha hecho nada malo. ?Si dejas que nos vayamos, te ayudaremos!

– Tu sigues erre que erre, ?eh? -Lankau sacudio la cabeza y descubrio sus dientes amarillentos de nicotina-. ?Realmente crees que puedes ayudarme? ?Con que? ?Sabes lo que eres? ?Un desgraciado!

– Cuando encuentren a Stich, tambien encontraran unas cuantas cosas que te vinculan a el. Te interrogaran. Lo revolveran todo. ?Quien sabe lo que encontraran? A lo mejor tu y tu familia necesiteis un lugar adonde ir. Muy lejos de aqui. Muy, pero que muy lejos de aqui. ?Y a lo mejor podriamos ayudarte! -Bryan vio como la duda momentaneamente borraba la fea sonrisa de la cara de Lankau-. ?Acaso puedes estar completamente seguro de que Stich no haya dejado algo que pueda comprometerte? -anadio.

– ?Callate ya de una maldita vez! -rugio Lankau y salto de la silla. Lanzo un puntapie con tal fuerza que el cuerpo de Bryan dio una vuelta sobre la mesa.

Los ojos desorbitados de Laureen lo miraron fijamente cuando rodo hacia ella. Laureen jadeo, ni siquiera lo miro, sino que mantuvo los ojos abiertos sin ver nada, aparentemente intentando controlar la respiracion. Bryan supo inmediatamente que no se debia exclusivamente al miedo. De haber sido asi, no se habria contenido.

Ella se debatia entre llorar y gritar.

Bryan intento leer sus labios, que susurraban palabras inaudibles acompanadas de movimientos sutiles. No hubo manera de entenderla. De pronto Laureen se mordio el labio en una muestra de su desesperacion. Ella lo miro resignada, guino los ojos en direccion a la ventana para luego bajar la mirada en un par de movimientos rapidos y repetidos.

Bryan percibio su desesperacion cuando Lankau hizo ademan de acercarse a ellos.

– ?Lo siento, Laureen! -se apresuro a decir al ver que Lankau se habia detenido-. Deberia habertelo contado todo. Deberia haberte hablado del lazareto en Friburgo, y de James y…

Los cabezazos de Laureen lo interrumpieron. No queria oirlo. Entonces cerro las piernas y Bryan siguio el movimiento con la mirada. Y de pronto ceso. La mirada de Bryan se detuvo en el suelo.

Detras de sus pies estaba la Kenju, apenas a un metro de el.

Ella debio de notar lo que era.

Lankau estaba detras de el. Bryan se volvio hacia Lankau, de pronto temerario y desafiante.

– Acabaras como Stich, cerdo inmundo. ?Y que mas da, si no quieres entrar en razon!

El Escupitajo jamas alcanzo su objetivo, sino que se deslizo por la barbilla de Bryan. La intencion era clara.

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