importancia una vez que se habia aclarado el misterio de los planos inexactos.
– Planos equivocados -repitio Silje Sorensen sin entonacion en la voz.
– Si -dijo el director tecnico con animo-. O…, bueno, esta puerta en realidad no debe de aparecer en ninguno de los planos. Cuando empezaron a construir la opera, como estaban volando la piedra para los cimientos, nos obligaron a colocar una puerta que conectara con el aparcamiento por aqui. Por si acaso…
– ?Que aparcamiento? -pregunto Silje Sorensen abatida.
– Este -dijo el director tecnico senalando la pared.
– ?Este? ?Este?
Silje Sorensen era un caso sumamente poco comun, era una policia forrada. Siempre hacia todo lo que estaba en su mano para ocultar su mayor debilidad: la arrogancia que suele acompanar a una infancia protegida y la riqueza heredada. En ese momento le estaba resultando dificil.
El director tecnico era un idiota.
La chaqueta que llevaba era de mal gusto. De color burdeos y mal cortada. Los pantalones brillaban en las rodillas. El bigote era ridiculo. Su nariz, estrecha y aguilena, recordaba al pico de un pajaro. Y, ademas, se arrastraba ante ella. A pesar de la seriedad de la situacion no paraba de sonreir. Silje Sorensen sentia una repulsion casi fisica por el tipo, y cuando este le puso la mano sobre el antebrazo en un gesto de amabilidad, se lo quito de encima de un empujon.
– Este -repitio, intentando controlar su temperamento-. Estas siendo algo impreciso, tal vez. ?Que quieres decir?
– El aparcamiento de la Estacion Central -explico-. Un aparcamiento publico. No hay acceso desde el hotel. Hay que dar la vuelta. Si los huespedes…
– Acabas de decir que esta puerta conduce hasta alli -lo interrumpio ella tragando saliva.
– Que si -el seguia sonriendo-. ?Esta si! Pero no se utiliza. Nos obligaron a hacerla. Cuando iban a dinamitar…
– Eso ya lo has dicho -lo volvio a interrumpir Silje, que paso la mano sobre los tapajuntas burdamente ajustados de la puerta-. ?Por que no hay pomo?
– Como te he dicho, se supone que esta puerta no se usa, pero nos obligaron a hacer una apertura que diera al aparcamiento. Por razones de seguridad, hemos quitado el pomo. Y por lo que yo se, nunca la han incluido en los planos.
Se rasco la nuca y se agacho. A Silje no le cabia en la cabeza que una puerta pudiera cumplir las funciones de salida de emergencia si no se podia abrir, pero no tenia fuerzas para seguir discutiendo. Opto por extender la mano hacia el pomo suelto que el director tecnico habia sacado de una gran bolsa con el logo del hotel en un costado.
– La llave -le ordeno, e introdujo el pomo en su sitio.
El director tecnico obedecio. A los pocos segundos la puerta estaba abierta. Procuro no dejar huellas dactilares. Los investigadores de la Escena del Crimen estaban en camino para ver si aun quedaban huellas tecnicas. Abrio la puerta. Los golpeo el denso olor de coches aparcados y de los tubos de escape. Silje Sorensen se quedo quieta, no entro en el aparcamiento.
– La salida es por ahi, ?no?
Senalo hacia la derecha, hacia el este.
– Si, y tengo que anadir que… -sonrio aun mas y daba la impresion de que al hablar aliviaba un poco su nerviosismo- el propio Secret Service ha inspeccionado la zona. Todo esta perfectamente en orden. Incluso se les dio un pomo y una llave para ellos. Tanto para la puerta como para el ascensor. Vamos, que hicieron un trabajo impresionante. Inspeccionaron el hotel desde el sotano hasta el tejado, varios dias antes de que llegara la presidenta.
– ?A quien has dicho que se le dio la llave y el pomo?
– Al Secret Service.
– ?A quien del Secret Service?
– Bueno, a quien… -El director tecnico echo una risotada-. Esto ha estado abarrotado de esa gente. Como es natural no me quede con todos los nombres.
Por fin Silje Sorensen se dio la vuelta. Cerro la pesada puerta, saco el pomo y se metio la llave y el pomo en el bolso. De un bolsillo lateral saco una hoja que le mostro al director tecnico.
– ?Pudo ser este?
El hombre entorno un poco los ojos y arrimo la cabeza al papel sin mover el cuerpo. Parecia un cuervo.
– ?Ese es! Los nombres se me pueden olvidar, pero las caras nunca. Gajes del oficio, quiza. En la profesion de hostelero…
– ?Estas completamente seguro?
– ?Desde luego! -El director tecnico se echo a reir-. Lo recuerdo perfectamente. Un tipo muy simpatico. Bajo aqui dos veces, de hecho.
– ?Solo?
El hombre se lo penso.
– Si… -dudo-. Eran tantos. Pero estoy casi seguro de que de esta parte del sotano se encargo el solo. Aparte de que le acompanaba yo, claro. Yo mismo…
– Esta bien -dijo Silje, y volvio a meter la fotografia de Jeffrey Hunter en el bolso-. ?Alguien ha estado aqui abajo despues?
– ?Que quieres decir con despues? ?Despues de la desaparicion?
– Si.
– No -dijo el director tecnico vacilando-. Durante las horas despues de que se descubriera que la presidenta habia desaparecido, estuvieron registrando todo el edificio. Como es obvio no puedo estar completamente seguro, puesto que estaba en mi despacho con un policia, controlandolo todo con los planos… -La mano rozo los papeles que asomaban del bolso de Silje-. Dando ordenes por aqui y por alla. Ademas el sotano estaba bloqueado.
– ?Bloqueado? ?El sotano?
– Si, claro -sonrio elocuentemente-. Por razones de seguridad… -La frase sono como un mantra, algo que decia cien veces al dia y que, por tanto, habia perdido su significado-. La planta del sotano se cerro por razones de seguridad bastante tiempo antes de que llegara la presidenta. Por lo que entendi, el Secret Service queria… minimizar los riesgos. Tambien cerraron parte del ala oeste. Ademas de una parte de las plantas octava y novena. Eso es lo que se llama minimal risk…, minimizing risk… -Buscaba en vano las palabras inglesas que acababa de aprender-. Minimizar los riesgos -dijo al final en noruego y contento-. Eso es lo normal. En esas esferas. Muy razonable.
– Asi que puede que la Policia no haya estado aqui abajo -dijo Silje despacio-. En las horas posteriores al secuestro, quiero decir.
– No…
De nuevo parecia no estar seguro de cual era la contestacion que queria, la miro fijamente sin encontrar respuesta.
– Bueno, toda la planta estaba cerrada. Para bajar aqui en ascensor hay que usar la llave. Los huespedes no pueden merodear por aqui abajo, como entendera. El equipo tecnico y… Bueno, ya me entiende. El Secret Service tenia llave, claro, pero nadie mas. Bueno, nadie mas que yo y aquellos empleados que…
– ?La inspeccion se hizo conforme a estos planos? -pregunto Silje Sorensen agarrando el papel que asomaba de su bolso.
– No. Esos son los planos originales. Nosotros usamos los mas recientes, en los que esta incluida la reforma de la suite presidencial. Pero el plano del sotano sigue como ha estado siempre, asi que la planta que tienes ahi… -Senalo hacia su bolso-. Es igual. El sotano. En las dos versiones.
– ?Y ninguna de las dos incluye esta puerta? -pregunto Silje una vez mas, como si la cosa fuera demasiado mala para ser cierta.
– Nosotros colaboramos completamente con la Policia -aseguro el director tecnico-. Una colaboracion buena y estrecha, tanto antes como despues del secuestro.
«Por Dios -penso Silje, que trago saliva-. Eramos demasiados. Demasiada gente implicada. Se formo un caos. El sotano estaba bloqueado y cerrado. Segun los planos no hay ninguna salida. Estaban buscando una via de escape y era todo un caos. No encontramos esta puerta porque no la estabamos buscando.»