Desde que viera el testamento. Pero estoy de acuerdo contigo, Knut. Hasta donde yo se, existe una fecha limite para… Quiero decir que hay…

El resto desaparecio en un murmullo mientras seguia leyendo. Knut agitaba el pie con impaciencia y se inclino sobre el libro para ver.

– Parrafo 75 -dijo Inger Johanne en voz alta y repentinamente, y dejo que su dedo siguiera el texto-. El derecho a reclamar la herencia caduca cuando el heredero no se presenta dentro de los diez anos que siguen a la muerte del testador. Es tal como yo creia.

– El 15 de abril de este ano -dijo Silje-. El plazo se cumple entonces.

La lampara de la pantalla del ordenador se apago de pronto en una silenciosa sesion de fuegos de artificio. Inger Johanne miro fijamente el circulo rojo magnetico que marcaba el sabado 17 de enero. Le producia un efecto casi hipnotico. Dentro de dos dias seria de nuevo el 19, y sintio que se le erizaba la piel de los brazos. Knut apoyo con decision el pie en el suelo y se puso de pie.

– Pero ?podria Niclas aparecer y demandar todo lo que sus hermanos han poseido durante casi diez anos? - pregunto-. ?No es jodidamente injusto?

Inger Johanne se habia rendido.

– ?Por que se peleo con los hijos? -dijo en voz baja mientras dejaba la vista vagar por el cuarto.

– ?Georg Koll?

– Si.

– Como dije, era un mal tipo, en general. Ademas, seguro que no le gustaba que Marcus fuese homosexual. Los hermanos apoyaron a Marcus, que bien puede haber sido uno de los primeros que realmente… Bueno, fue uno de los primeros que yo sabia que era abiertamente homosexual. Se hablaba bastante del asunto. En los circulos. Ya me entendeis.

Knut sabia todavia bien poco de los circulos, e Inger Johanne parecia como si apenas hubiese escuchado lo que la policia habia dicho.

– Niclas tambien era homosexual -dijo con simpleza.

– Eso Georg no pudo haberlo sabido.

– En el caso de los Estados Unidos habia una relacion entre… -La mirada, de pronto, parecio mas clara-. Estos dos hombres son tambien hermanos -dijo tan bajito que Knut tuvo dificultad para oirla-. Medio hermanos. En un caso parecido, en los Estados Unidos, se descubrio que habia una conexion extrana entre las victimas. Puede… - Miro al uno y luego al otro-. ?Podria ser que Marcus Koll fuese la proxima victima? -Su mirada paso de Knut al calendario-. Pasado manana sera 19. ?Quiza…?

– ?Crees en tu propia teoria? -pregunto Knut, irritado-. ?O ya la has abandonado? ?Si de veras son The 25'ers quienes estan detras de estas muertes, ya hace tiempo que se llevaron a su gente fuera del pais! El VG ha voceado practicamente todo lo que sabemos, y los asesinos tendrian que ser idiotas si… ?Demonios, Kripos ha estado continuamente en contacto con el FBI durante los ultimos dias! ?Si bien los norteamericanos agradecen el que hayamos volcado todo el peso en la investigacion y manana mandaran a gente para apoyarnos, no ocultan su conviccion de que los ejecutores ya estan camino de casa!

Inger Johanne cerro el codigo con un ruido sordo.

– ?Si de veras creemos que tienen pensado seguir matando -dijo Knut irascible-, deberiamos seguir la invitacion de esta hoja, aqui… -sacudio el VG-, y prevenir a todos los homosexuales y lesbianas sobre el proximo lunes! Y sobre el 24. Y sobre el 27. Seria totalmente…

– Enviar una patrulla no puede hacer dano -dijo Silje, corrigiendolo-. Un automovil civil. Con personal de paisano. Callados y tranquilos. Debiera orientar a Marcus Koll sobre…

– Se le deberia orientar lo minimo posible -la interrumpio Inger Johanne-. En todo caso no tendria que decirsele una palabra sobre este testamento. Creo que deberia enfrentarse a el en otras circunstancias y a traves de otras personas que no sean dos agentes de paisano. Ni siquiera sabemos si esta al corriente de que tiene un hermano.

– De todos modos, mandaremos una patrulla -dijo Silje, decidida-. No digais nada del testamento, porque por el momento solo nosotros estamos al corriente. En su lugar podeis… dejar ver una preocupacion general por los homosexuales que tengan un perfil destacado. Todos saben ya de este caso. Eso tendria que bastar.

Sonrio rapido y se puso de pie indicando que la reunion habia terminado.

Inger Johanne se quedo sentada, sumida en sus propios pensamientos. Kurt salio del cuarto, pero Silje quedo parada con la mano sobre el picaporte.

– ?Se queda? -pregunto-. Si es asi, estara bastante sola.

Marcus Koll junior estaba solo en la gran casa de Holmenkollen. Los perros dormian en su cesta al lado del hogar. Se habia duchado y se habia puesto ropa limpia. Como no sabia cuanto tiempo estaria Rolf fuera, se afeito con maquinilla electrica en lugar de hacerlo con navaja. Cuando termino, se quedo unos minutos en el estudio antes de ocupar uno de los mullidos sillones, frente a la ventana panoramica que se abria a la ciudad y el fiordo.

Y espero.

Se sentia tranquilo. Aliviado, de alguna manera. Un leve hormigueo en el cuerpo le recordaba mas al enamoramiento que la pena que sentia y aspiro profundamente por la nariz.

Esa vista era la que en su momento lo conquisto.

El jardin descendia suavemente hacia los dos pinos altos que crecian contra el muro del jardin, en la parte mas baja del terreno. Los demas arboles que enmarcaban la cerca lo protegian de la vista de la casa vecina de mas abajo, pero no reducian el maravilloso panorama. Vivir aqui arriba era como vivir muy lejos de la ciudad, y era esa sensacion de soledad, junto con esa vista, las que lo habian hecho comprar el lugar.

– ?Estas sentado aqui a oscuras? -escucho detras de el.

Una despues de otra, las luces de la sala se encendieron.

– ?Marcus?

Rolf se acerco y se quedo alli de pie, frente a el, con una expresion levemente confundida en los ojos.

– ?Ya estas listo? Son solo las dos y media, y…

– Sientate, por favor.

– No entiendo, Marcus. Espero que esto no lleve mucho tiempo, porque tenemos mucho que hacer. Tu hijo decidio quedarse a dormir en casa de Johan, o sea, que…

– Bien. Sientate. Por favor.

Rolf se sento en un sillon mellizo, a un metro de distancia. Estaban vueltos a medias, el uno hacia el otro.

– ?Que sucede?

– ?Recuerdas el disco duro que encontraste? -pregunto Marcus, y tosio levemente.

– ?Que?

– ?Recuerdas que encontraste un disco duro en el Maserati?

– Si. Tu dijiste que… No recuerdo lo que dijiste, pero… ?Que pasa con eso?

– No estaba destruido. Yo lo saque de mi ordenador para que nadie pudiese ver los sitios de Internet que habia visitado esa noche. En caso de que alguien quisiera verificarlo, pense.

Rolf estaba sentado al borde del sillon, con la boca entreabierta. Marcus estaba recostado, las piernas sobre un puf que hacia juego y los antebrazos apoyados en los costados suaves del sillon.

– Porno -sonrio Rolf, inseguro, en obvia adivinanza-. ?Te… descargaste algo ilegal que…?

– No. Habia leido un articulo en Dagbladet. Totalmente inocente, por supuesto, pero queria estar seguro. Seguro del todo. -Emitio un bufido que era mas una risa o un sollozo, antes de mirar a Rolf y decir-: ?Puedes ser tan amable de sentarte un poco mas comodamente?

– ?Me siento como mejor me place! ?Que te pasa, Marcus? Tu voz suena rara, y tu estas… ?raro! Aqui sentado con chaqueta y corbata, temprano una tarde de sabado, y hablas de unas paginas ilegales en…, ?en Dagbladetl ?Que puede haber de ilegitimo en…?

Marcus se incorporo bruscamente. Rolf cerro la boca con un ligero ruido audible cuando los dientes chocaron entre si.

– Te lo ruego -dijo Marcus, y se paso ambas manos por encima de la cabeza en un gesto de impotencia-. Te ruego con toda el alma que escuches lo que tengo que decirte. Sin interrumpirme. Ya es muy dificil como es y, por

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