«tras una larga enfermedad», o algo por el estilo. De un ataque cerebral, se me ocurre. O de un infarto. O de otra cosa.
– Tenia solo sesenta y dos anos…
– Si. ?Y? Hay gente que se muere mucho antes. ?Yo bendigo cada dia que sigo aqui, en el mundo! En todo caso cada vez que me invitan a algun chocolate o a algo asi.
Mark Holden no encontraba ningun bombon que le gustara. Al lado del plato habia tres bombones de regaliz rechazados, y dos de coco.
– Ya has cogido los mejores -murmuro de mal humor.
El jefe de guardia no contesto. Se habia quedado pensando en algo y mordio el lapiz con tanta fuerza que lo quebro. Sus ojos descansaban en los monitores que tenia frente a si, aunque parecia que no les prestaba atencion.
– ?Oye, tu! -llamo de pronto a la joven suplente-. ?Beate! ?Ven aqui!
Ella dudo un instante antes de incorporarse y se acerco.
– Cuando termines con el pequeno aviso para la transmision de las nueve -dijo el jefe de guardia apuntandola con el lapiz roto-, haces unas llamadas, ?vale? Averigua de que murio la dama. Huelo algo… -Fruncio la nariz como un conejo-. Una historia. Quiza.
– ?Llamar despues? ?A esta hora, en Navidad?
El jefe de guardia aspiro ruidosamente.
– ?Quieres o no quieres ser periodista? Vamos. Ponte manos a la obra.
Beate Krohn no hizo un solo gesto.
– Dijiste que tus padres la conocian -insistio el jefe de guardia-. ?Pues llamalos! Llama a quien quieras, pero averigua de que murio la obispo, ?de acuerdo?
– Vale -murmuro la joven, ya temerosa por lo que se le venia encima.
A Inger Johanne nunca le fallaba el animo. Pero a veces era muy dificil ponerse en marcha. Desde que acabo su doctorado en Criminologia en la primavera de 2000, habia completado dos proyectos. Despues de lidiar con su tesis
En verano, la Direccion de Policia le encomendo una tarea.
Fue la misma Ingelin Killengreen quien contacto con ella. La directora de Policia habia recibido claras senales de los politicos sobre la necesidad de poner los llamados «delitos de odio» en la agenda.
El problema era que ese tipo de delitos casi no existia. Los habia, pero no aparecian en las estadisticas. La Direccion de Policia ya habia puesto en marcha, junto con el distrito policial de Oslo, el registro de todas las denuncias hechas en 2007 en las que la motivacion para los delitos cometidos tuviese relacion con diferencias de raza, pertenencia etnica o religiosa, u orientacion sexual. El informe final estaba a punto de aparecer e Inger Johanne ya habia visto la mayor parte del material.
La cantidad era infima.
En 2007 se habian registrado en toda Noruega trescientos noventa y nueve casos de delitos de odio. De ese numero, mas del treinta y cinco por ciento fueron simplemente mal codificados en el registro policial de casos penales, STRASAK. En otras palabras, podia hablarse de delitos de odio en poco mas de doscientos cincuenta casos.
En todo un ano. En una sociedad con casi cinco millones de habitantes.
En comparacion con la totalidad de denuncias policiales, doscientos cincuenta y seis casos eran tan pocos que el asunto resultaba claramente irrelevante.
Sin embargo, no lo era, por lo menos no en el terreno politico. Como cada uno de los ataques motivados por el odio era definitivamente uno mas que lo aceptable, como las cifras en negro para este tipo de crimenes debian de ser claramente mayores y como el Gobierno de coalicion rojiverde queria llegar a las elecciones de 2009 con un triunfo en la manga sobre cualquiera de las minorias que aullaban cada vez que un homosexual era golpeado en la ciudad o si alguien cometia algun acto vandalico contra la sinagoga en St. Hanshaugen, le encargaron a Inger Johanne que estudiara el fenomeno mas de cerca.
La tarea estaba formulada tan vagamente que empleo todo el otono en definir y limitar el trabajo que tenia por delante. Por otro lado, habia comenzado a reunir una cantidad bastante extensa de datos provenientes de otros paises. En primer lugar de Estados Unidos, pero tambien descubrio que varios paises europeos ya habian sistematizado desde hacia tiempo esta forma especial de delito y habian trabajado parcialmente con ella. La cantidad de material crecio antes de que hubiese podido comprender completamente lo que debia o lo que queria hacer.
Entonces llego la crisis financiera.
Y todos los millones publicos.
En Noruega, gran parte de las areas de investigacion se vieron inundadas de recursos. La Policia tambien resulto muy favorecida, como una precaucion mas para mantener las ruedas en marcha y evitar el colapso economico, e Inger Johanne se encontro administrando una cantidad de dinero cuatro veces mayor que lo que tenia tan solo semanas atras. Eso abrio nuevas posibilidades, entre otras la de utilizar investigadores mas jovenes y la asistencia de cientificos. A la vez, estos recursos generaron nuevos problemas. Estaba a punto de terminar la definicion del marco del proyecto cuando tuvo que reorganizar de nuevo todo el rompecabezas.
Era un trabajo pesado, por lo que siempre le costaba empezar.
Pero se alegraba.
Habia anochecido. Kristiane habia estado inusualmente docil en casa de los padres de Isak, y Ragnhild lloriqueo hasta que cada una de ellas recibio una bolsa grande con golosinas. Despues, como Kristiane se quedaria con sus abuelos para pasar tres dias de las vacaciones con su padre, Ragnhild insistio en quedarse tambien. Como de costumbre, Isak sonrio con holgura y dijo que no habia ningun problema. Seguramente hacia tiempo que habia entendido lo mismo que Yngvar e Inger Johanne: Kristiane estaba mas tranquila, dormia mejor y se divertia mas cuando Ragnhild estaba cerca.
La casa estaba en silencio. Los vecinos del piso de abajo debian de haberse ido de viaje. Cuando Inger Johanne regreso a casa a eso de las ocho, toda la planta baja estaba a oscuras. Fue encendiendo las luces cuarto por cuarto. Dejo la puerta abierta; el perro tenia por costumbre andar entre las habitaciones si no se quedaba encerrado por la noche en el cuarto de Kristiane. El arrastrar de patas y el golpeteo jugueton sobre el suelo cada vez que
– Hola, soy yo.
Hacia tiempo que no se alegraba tanto de oir su voz.
– Hola, mi vida. ?Como va todo por alli?
Yngvar rio un poco.
– Realmente le he complicado las cosas a la Policia de Bergen. La he liado al visitar al viudo en su propia casa, solo horas despues de que se enterase de que su esposa habia muerto. Creo que he avanzado con el hijo de la victima, y ademas he cenado tanto que me siento mal.
Ella le correspondio riendose.
– No suenas muy bien. ?Donde te quedas?
– Hotel SAS en Bryggen. Una habitacion muy bonita. Me llevaron a una suite cuando se enteraron de donde venia. Esto no esta precisamente lleno en Navidad.
– Entonces, ?sabian por que estabas alli?
