minimizados en su importancia. Simplemente porque las victimas estaban en lo mas bajo de la escala social. Inger Johanne trazo de pronto un energico circulo en torno a los dos ultimos nombres.
– Aqui tienes -dijo Yngvar, y le alcanzo una copa medio llena-. No es precisamente una noche comun de viernes, esta. Aparte del vino, quiero decir.
– Lo que puede casi asegurarse -contesto Inger Johanne, y tomo la copa sin levantar la vista- es que algo imprevisto sucedio cuando mataron a Marianne Kleive. Kristiane, de algun modo, sorprendio al autor. En otras palabras, no podemos saber con certeza si tambien este asesinato debia de camuflarse, como los otros. Un accidente. Una enfermedad. Algo. Para que la alarma no fuese inmediata, el asesino envio mensajes desde el telefono de la victima. Eso le dio una semana entera.
– ?Significa eso solamente que no querian que los atraparan, que querian comprar tiempo, o que quieren…?
– Pero mira la obispo -dijo Inger Johanne, y descubrio que la hoja sobre la que habia escrito tenia un retrato de Eva Karin Lysgaard en la columna derecha.
Giro noventa grados el viejo periodico y trazo un rectangulo enmarcando el pequeno retrato en la referencia de la primera pagina.
– Este asesinato no se intento ocultar -dijo, mas para si.
Yngvar permanecio en silencio.
– Al contrario -continuo-. Una cuchillada en plena calle. Es cierto que tuvo lugar en el unico momento en que uno puede estar bien seguro de que nadie anda fuera, pero, de todos modos… La idea fue que la encontrasen rapido. Esa era la idea del asesinato en…
Dejo de respirar durante tanto tiempo que Yngvar se pregunto si algo no iba bien.
– Por supuesto -dijo de pronto en voz alta, y lo miro-. Supongamos que mi teoria es correcta. Los otros asesinatos debian de entenderse como otra cosa, de una u otra forma. El sentido con ellos fue simplemente… -lo miro como si acabara de descubrir que el estaba alli- que debian morir -dijo asombrada-. ?El unico sentido es que debian morir! ?La muerte es el objetivo en si mismo!
Yngvar penso que era bastante obvio que uno mataba para que la victima muriese, pero permanecio en silencio.
– Son pecadores -dijo, ahora casi maravillada-. ?Y tienen que ser castigados! Para The 25'ers no significa nada si nosotros encontramos alguna conexion o si, en todo caso, entendemos que murieron por un crimen. Lo importante es que mueran, y despues que a los asesinos, los verdugos de Dios, por decirlo asi, no los alcancen las leyes seculares.
– Si -probo Yngvar con cuidado.
No se le ocurrio nada mas.
– Entre estas victimas hay solo una que es publicamente conocida: Eva Karin Lysgaard. Es la unica entre ellas que fin-asesinada de una forma que hasta llama la atencion. ?Cual puede ser la razon, Yngvar?
Encogio las rodillas y se recosto contra el. Se le encendio el rostro. Los ojos le brillaban y tenia la boca entreabierta. Tomo una de las manos de Yngvar y la apreto con tanta fuerza que casi le dolio.
– ?Por que, Yngvar?
– ?Por que? -repitio el-. Porque…
– ?Porque quieren que investiguemos su vida! ?La investigacion sobre el asesinato de Eva Karin Lysgaard es una investigacion inducida, Yngvar! ?La intencion es que revolvamos en su vida de la misma forma que desmenuzamos las vidas de todas las victimas de asesinatos con la esperanza de que aparezca algo!
– Con la esperanza de que aparezca algo -repitio de nuevo, en voz baja-. Espera un momento.
Inger Johanne lo siguio con los ojos mientras el cruzaba el piso hacia la entrada. Se sentia agitada y notaba pinchazos en las palmas de las manos cuando el regreso y le entrego una fotografia, antes de sentarse otra vez.
– ?Quien es? -pregunto ella.
– No se quien es -respondio el-. Pero es la copia de un retrato importante.
Le conto lo del refugio nocturno de Eva Karin. Lo de la fotografia, que estaba alli al dia siguiente del crimen, pero que ya no estaba cuando el regreso un par de dias mas tarde. Cuando llego a la aventura de Lukas bajo la lluvia de enero, comenzo a reirse. Finalmente tomo de nuevo el retrato y lo coloco sobre su rodilla.
– Lukas creyo que era su hermana desaparecida -dijo-. Pero puedes ver tanto por la calidad del retrato como por las ropas que lleva que la foto no fue tomada en los ochenta. Tampoco el peinado es de esa epoca.
– ?Tu que crees? -pregunto Inger Johanne sin quitar los ojos del retrato.
– He especulado sobre si, en lugar de ser la hermana de Lukas, pudiera ser una tia desconocida. Una falsa hermana de Eva Karin. Eso aclararia el que se parezca un poco a Lukas.
– ?Se le parece? A mi me da que se parece a Lili Lindfors.
Yngvar sonrio ampliamente.
– No eres la unica que piensa asi. En todo caso no llevara mucho tiempo hasta que sepamos quien es. Tanto la Policia de Bergen como Kripos estan trabajando en el caso. Si esta mujer vive todavia, sabremos quien es dentro de unos pocos dias. Si no antes.
– ?Y adonde nos conducira eso?
– ?Que? ?El que sepamos quien es?
– Si. ?Como puedes saber que ella tiene algo que ver con el caso?
– Eso no lo se -dijo Yngvar, desconcertado-. Pero has de admitir que es extrano que Erik Lysgaard lo ocultase en cuanto tuvo la oportunidad.
– ?Le preguntaste?
– No… Quiero mantener la ventaja que me brinda el que ni siquiera sepa que preste atencion al retrato.
Abajo, la pelicula ya estaba por
– Un rostro muy interesante -murmuro-. Fuerte.
El se inclino hacia delante y tomo un punado de patatas fritas. Hasta entonces habia logrado reprimir la tentacion.
– ?Puedes quitar ese bol? -pregunto mientras masticaba las hojuelas crocantes-. Las patatas fritas son una obra del demonio.
En lugar de hacer lo que el pedia, ella se puso de pie y comenzo a recorrer el cuarto con la fotografia en la mano izquierda.
– Yngvar -dijo sin inflexion, casi como ausente-, la muerte de Eva Karin es diferente a las demas en lo que respecta al metodo. ?Que otra cosa tiene de distinto?
– ?En que?
– La obispo era la unica persona publica entre las victimas. La mataron de una forma mas espectacular que a los demas. ?Que otra cosa separa este caso de los otros?
– Yo…, yo no lo se muy bien.
– Hay razones para creer que los demas eran homosexuales. Que tenian una vinculacion directa con el modo de vida homosexual, en todo caso.
Yngvar dejo de masticar. De pronto las patatas fritas fueron una desagradable y pastosa bomba de calorias en la boca. Tomo de la mesa una servilleta ya utilizada, escupio en ella la repulsiva masa amarilla y trato de envolverla. Algo de ella cayo al suelo y se inclino, avergonzado, a recogerla.
Inger Johanne ni se dejo inmutar por aquella escena. Se habia detenido frente a la ventana. Estuvo parada de espaldas a el durante un buen rato antes de volverse y dejar caer la mano que sostenia el retrato.
– Eva Karin es la unica victima heterosexual -dijo-. En todo caso, la unica «aparentemente» heterosexual.
– ?Que quieres decir… con «aparentemente»?
– Esto -dijo Inger Johanne sosteniendo el retrato frente a el-. Esta no es la hermana ni de Lukas ni de Eva Karin. Es la amante de la obispo.
La casa se quedo en silencio. Nadie veia mas peliculas en el piso de abajo. El viento se habia calmado. Las tablas del suelo crujieron otra vez cuando ella camino nuevamente hasta el sofa y se sento al lado de el con cuidado, como sin querer abandonar un razonamiento complejo.