Norte y pone a todos los irlandeses en el mismo saco. O quizas sea porque mi marido trabaja para el constructor. -Hizo un gesto circular, indicando la urbanizacion-. No se por que se siente tan superior, sus padres tenian un negocio de vinos en el pueblo. Muy respetable, pero Janet dice que a el no le gusta que se diga. Para mi que a ese hombre le falta un tornillo.
Detras del parloteo de Helen North, Gemma detecto cierta malicia. Edward Lyle debia haberla desairado mucho.
– ?Como se hicieron amigas Janet y usted?
– Somos las unicas mujeres de esta zona que no trabajamos fuera de casa. Necesitas desesperadamente conversar con adultos. -Ladeo la cabeza y miro pensativa a Gemma-. A veces envidio a las mujeres como usted, que salen al mundo real de los adultos.
– Probablemente tanto como yo la envidio a usted -respondio Gemma. Acaricio el cabello del nino que se movia alrededor y el balbuceo.
– Bueno, al fin y al cabo fui yo quien escogi quedarme en casa y pasar con menos. No deberia quejarme. Pero el caso de Janet es diferente. El no la ha dejado trabajar, ni siquiera cuando Chloe se fue al internado. No le parecia conveniente, es increible. Y tiene formacion de enfermera. ?Que desperdicio!
Helen guardo silencio, con cara de disgusto.
– Aunque, supongo -continuo, pensativa, al cabo de un momento-, que ser enfermera le fue bien cuando se trajeron a la madre de el a casa. Si, ya lo creo -continuo como si Gemma lo hubiera puesto en duda-, con eso de que no se podian fiar de dejarla sola, ?quien mejor que Janet para cuidarla todo el dia? Es que la vieja bebia, ?sabe? Desde que su hermana pequena murio joven, segun Janet. Ademas estaba sobremedicada. Iba a un matasanos que se empenaba en llenarla de pastillas. Janet se ponia furiosa, pero no podia hacer nada.
– Que combinacion tan peligrosa -dijo Gemma.
– Si, si -respondio Helen-, lo fue.
– ?Lo fue?
– ?No sabe lo del accidente? -Gemma mostro una expresion vacia. Helen sacudio la cabeza con aire compungido-. Tragico. La senora cogio el coche de Janet un dia que ella habia salido a la compra. Se estrello en Kingdom Come. Luego descubrieron que estaba atiborrada de alcohol y pastillas.
– Que horror. -Gemma se inclino hacia delante en la silla, con voz compasiva-. Janet tuvo que sentirse fatal.
– Estaba enferma por un sentimiento de culpa. Tenia que haber hecho esto, tenia que haber hecho aquello… Como si hubiera podido vigilar a su suegra cada minuto del dia. Y el con su papel de hijo apenado. Cuando estaba viva, nunca tenia tiempo para ella. Yo fui al funeral por Janet. El estaba al lado de la tumba, digno y correcto con una lagrimita que le caia por la cara. Me dio asco. -Helen junto las cejas, consternada-. ?Por que sigue con el? ?Usted lo entiende?
La pregunta era convencional, pero Gemma nego con la cabeza.
– No. Ojala pudiera. ?Hace mucho que murio la senora Lyle?
– El invierno pasado. Y poco despues el propuso ese plan de vacaciones. Dijo que era para animar a Janet, pero a ella no le entusiasmaba. Seguro que lo que queria era impresionar a su jefe. Janet me dijo que habian tenido que pedir dinero prestado para pagar la semana, y encima no pudieron escoger la epoca de vacaciones de Chloe.
El nino empezo a alborotar y tirar de la falda de su madre, reclamando su atencion. Gemma se acabo el te y se levanto para despedirse.
– Gracias por el te y por su tiempo.
De repente, Helen North se sintio avergonzada por haber hablado demasiado.
– No tenia que haber dicho… no es justo por Janet…
Gemma la tranquilizo.
– No ha dicho nada que no hubiera dicho yo. Tengo una vecina que cuida a su suegra y no sabe las cosas que llega a soportar…
Cuando acabo con su anecdota, Helen habia recobrado la serenidad, y Gemma se marcho con la suavidad de un cirujano cuando extrae el bisturi.
Kincaid habia salido al balcon, como se habia acostumbrado a hacer cuando necesitaba pensar. Se subio el cuello de la camisa por el viento helado que jugueteaba en torno a sus orejas. El tiempo, humedo y desapacible, estaba en consonancia con su estado de animo.
Le parecia muy dificil aceptar la idea de que Hannah fuera la madre de Patrick. Le parecia joven para tener un hijo tan mayor. Los habia visto juntos, habia captado alguna chispa entre ellos, incluso habia sentido una punzada de celos. ?Se habria dado cuenta Hannah? Por eso ella se habia mostrado tan preocupada.
Por Dios, ?que le habia inducido a hacer a Hannah? Solo habia querido asustarla para que le revelara lo que estaba encubriendo, no precipitarla a un amargo enfrentamiento con Patrick. Porque los dos se habian ido, de eso estaba seguro. Hannah lo habia echado de su suite con tanta prisa que no habia tenido otro remedio que irse. Cuando habia vuelto al cabo de unos minutos para tratar de convencerla de que hablara, habia visto desde la ventana del descansillo el brillo de las luces traseras de su coche, que salia a la carretera.
Marta Rennie, sobria y hosca, no sabia donde estaba Patrick y no parecia importarle.
– Dando un paseo -dijo con mofa-. Me pone enferma.
Se cerro a cualquier otra pregunta de Kincaid. A el le parecio que todo lo que habia hecho desde el principio estaba mal. Cada paso habia resultado erroneo. Habia estado dando golpes de ciego a un enemigo invisible. Debio haber escuchado a Penny. Debio callarse sus ideas sobre Patrick Rennie y no debio perder de vista a Hannah.
El timbre del telefono sono en el interior de la habitacion, interrumpiendo sus recriminaciones. Entro para coger el aparato que lo ligaba con el exterior. Oyo la voz de Gemma al otro lado del hilo.
– ?Se puede saber a que caza de gansos salvajes me ha mandado?
Kincaid se echo a reir, animado por el tono algo nervioso de ella.
– Me encantaria saberlo. ?Que ocurre?
– Que tengo el trasero cuadrado de tanto coche, eso ocurre.
– ?Busca compasion? Pues no la va a obtener. Al menos usted hace algo.
– Es verdad. A primera hora de la manana he ido a ver a la senora Marjorie Frazer a su despacho de Finchley. No le ha hecho ninguna ilusion verme. Se ha puesto muy digna, muy abogada, al principio. Luego se lo ha pensado mejor y ha decidido que no le importaba poner verde a su ex. Me ha dicho que al principio ella tenia la custodia de la nina, Angela, pero se canso de hacer de mala. Decidio que si Angela tenia que vivir con Graham, el mundo no dejaria de girar.
– Creo que verdaderamente ha tenido ese efecto. Me extrana que Angela no lo haya sentido asi.
– Por lo visto, la senora Frazer ha cambiado de opinion. El trimestre pasado expulsaron a Angela de su elegante internado. Creo que por drogas, aunque la senora Frazer no lo ha dicho. Y ahora ha decidido que ya basta. Esta determinada a obtener la custodia total y negarle el acceso a el. -Gemma hizo una pausa-. No he tenido la impresion de que la senora Frazer se preocupara mucho por su hija. Cuanto mas se enfada con el, mas se irrita contra ella. -Gemma parecia asombrada y furiosa a la vez ante semejante falta de sentimiento maternal.
– Pobre Angela -dijo Kincaid-. Asi estan las cosas, pues. No me extrana que busque afecto desesperadamente.
– El no parece tener precisamente un caracter afable. He preguntado a algunas personas que trabajan en seguros. Cae mal. Tiene mano dura, creo. Y se rumorea, nada concreto, que comete fraudes, negocios poco claros. -Hizo una pausa buscando efecto, y Kincaid aguardo pacientemente, pues sabia que era mejor dejar que Gemma contara la historia a su manera-. Tambien tiene fama de consumir mucha cocaina. ?Cree que Angela le cogio algo de sus reservas?
– Puede -admitio Kincaid, contemplando la idea.
– ?Cree que ha podido haber abusos sexuales? -titubeo Gemma.
– No lo se. Es posible.
Desde luego que lo era, a juzgar por la naturaleza malsana de la relacion entre Graham y Angela. ?Y si