tiene una hija adulta…
Alison rio.
– Lo que intenta decir es que ya esta acabada, ?no? -Se inclino hacia delante otra vez, revelando lo mucho que disfrutaba ensenando a los no iniciados-. La mayoria de sopranos estan en la treintena cuando cogen el ritmo. Desarrollar una voz exige muchos anos de trabajo y entrenamiento. Si cantan demasiado o demasiado pronto pueden causar un dano irreparable. Muchas llegan a la cumbre de su carrera ya entradas en la cincuentena y unas pocas cantantes excepcionales continuan despues. Aunque he de admitir que a veces resultan un poco ridiculas actuando en papeles de ingenua estando ya entradas en anos. -Sonrio a Gemma, luego continuo con mas seriedad-. No es que piense que le sucediera eso a Caroline Stowe. No me la imagino haciendo el ridiculo a ninguna edad.
– Ha dicho «le sucediera». No lo…
– Se retiro. Veinte anos atras, cuando murio su hijo. Nunca mas canto en publico. -Alison habia bajado la voz y, aunque su expresion era adecuadamente seria, explico la historia con el entusiasmo que la gente reserva para las desgracias ajenas-. Y era brillante. Caroline Stowe habria podido ser una de las mas celebres sopranos de nuestro tiempo. -Alison sono genuinamente apenada mientras hacia un gesto de negacion con la cabeza.
Gemma tomo un ultimo sorbo del te y aparto la taza mientras pensaba en lo que habia oido.
– ?Por que el titulo, si habia dejado de cantar?
– Es una de las mejores profesoras de canto del pais, si no del mundo. Muchos de los cantantes mas prometedores han recibido clases, y las siguen recibiendo, de Caroline Stowe. Y ha hecho mucho por la compania. -Alison sonrio, sardonica, y anadio-: Ella es una senora muy influyente.
– Eso creo -dijo Gemma y penso que, para empezar, habia sido la influencia de Dame Caroline y la de Sir Gerald la que habia arrastrado a Scotland Yard a esta investigacion. Viendo que Alison se enderezaba en la silla, Gemma pregunto-: ?Sabe a que hora dejo el teatro Sir Gerald el jueves por la noche?
Alison penso un momento, mientras arrugaba la frente.
– La verdad, no lo se. Hable con el en su camerino justo despues de la actuacion, cerca de las once de la noche. Pero no me quede mas de cinco minutos. Habia quedado con alguien. - Bajo las pestanas y se le formaron hoyuelos en las mejillas-. Tendra que preguntarselo a Danny. El tenia turno esa noche.
– ?Parecia Sir Gerald disgustado? ?Hubo algo diferente en su rutina aquella noche?
– No. No que yo sepa… -Alison paro. Tenia la mano suspendida encima de la taza-. Espere. Hubo algo. Tommy estaba con el. Claro que practicamente se conocen desde siempre -y anadio enseguida-, pero no vemos a Tommy muy a menudo tras una representacion. Al menos no en el camerino del director.
Gemma noto que estaba perdiendo el hilo de la conversacion y pregunto:
– ?Quien exactamente es Tommy?
Alison sonrio.
– Me olvide de que usted no lo sabria. Tommy es Tommy Godwin, nuestro director de vestuario. El no considera una de sus visitas como algo cercano a lo divino, como algunos disenadores de vestuario que conozco -hizo una pausa y puso los ojos en blanco-, pero si por alguna razon lo vemos en el teatro es porque esta ocupado en la seccion de vestuario.
– ?Esta hoy aqui?
– No que yo sepa. Pero supongo que podra pescarlo manana en LB House. -Esta vez el desconcierto de Gemma debio de hacerse muy patente, porque antes de poder formular la pregunta Alison continuo-. Se trata de la Lilian Baylis House, en West Hampstead, donde tenemos el taller de vestuario. Permitame. -Cogio el cuaderno de notas de Gemma-. Le anotare la direccion y numero de telefono.
Mientras miraba la caligrafia de Alison, redondeada, de colegiala, tuvo una idea repentina.
– ?Vio alguna vez al yerno de Sir Gerald, Connor Swann?
Alison Douglas se ruborizo.
– Una o dos veces. A veces venia a funciones de la ENO. -Devolvio el boligrafo y el cuaderno, luego se paso los dedos alrededor del cuello de su jersey negro.
Gemma ladeo la cabeza mientras examinaba a la mujer que tenia delante: atractiva, mas o menos de su edad, y soltera, a juzgar por su mano izquierda sin anillo y la cita previamente aludida.
– ?Debo suponer que trato de ligar con usted?
– No tenia malas intenciones -dijo Alison, disculpandose-. Ya sabe, una lo nota.
– ?Mucha ostentacion y nada de fundamento?
Alison se encogio de hombros.
– Yo diria que simplemente le gustaban las mujeres… El te hacia sentir especial. -Levanto la mirada y Gemma se dio cuenta de que sus ojos eran de un color marron muy claro-. Todos hemos hablado del asunto, por supuesto. Ya sabe como son los chismosos. Pero esta es la primera vez que me he parado de verdad a pensar… -Trago saliva y anadio despacio-: Era un hombre encantador. Siento mucho que este muerto.
Las mesas de la cantina se estaban vaciando rapidamente. Alison miro e hizo una mueca, luego acompano a Gemma apresuradamente por los tuneles verde oscuro. Murmuro una disculpa cuando la dejo en manos de Danny el portero.
– Hola, senorita -dijo Danny, siempre alegre-. ?Ha conseguido lo que habia venido a buscar?
– No del todo. -Gemma sonrio-. Pero quizas tu seas capaz de ayudarme. -Saco sus credenciales del bolso y sostuvo la funda abierta para que pudiera ver claramente la identificacion.
– ?Caramba! -Sus ojos se abrieron y la miro de arriba abajo-. No parece de la pasma.
– No seas descarado, colega -sonrio. Luego, ya en serio, apoyo los codos en el antepecho del mostrador y se inclino hacia delante-. ?Puedes decirme a que hora salio Sir Gerald el jueves por la noche, Danny?
– Ah, coartadas, ?verdad? -El regocijo en la cara de Danny le hacia parecer una ilustracion sacada de una novela de Enid Blyton.
– Por ahora, averiguaciones de rutina -Gemma logro mantenerse seria-. Hemos de saber los movimientos de todos los que hayan podido estar en contacto con Connor Swann el dia que murio.
Danny levanto una carpeta de encima de un monton. La abrio por detras y hojeo las ultimas paginas.
– Aqui. -Senalo el lugar mientras sujetaba la carpeta abierta para que Gemma pudiera ver-. Medianoche en punto. Es lo que yo recordaba, pero he pensado que querria… ?como lo llaman? ?Corroboracion?
La firma de Sir Gerald le pega, penso Gemma, un garabato sencillo pero solido.
– ?Se quedaba hasta tan tarde normalmente, Danny?
– A veces. -Miro la hoja otra vez-. Pero esa noche fue el ultimo. Lo recuerdo porque queria cerrar… Podria decirse que tenia a un pajaro esperando. -Le hizo un guino a Gemma-. Pero hubo algo -vacilo-. Esa noche… Sir Gerald… En fin, iba medio cocido.