– ?Como voy a saber lo que Con les conto? Solo se lo que el me conto a mi. -Se aparto el pelo de la cara con sus dedos regordetes y Kincaid se dio cuenta de que la una del dedo indice estaba rota, en carne viva. Cuando hablo de nuevo, la actitud desafiante habia desaparecido de su voz-. Dijo que se ocuparia de nosotras, de la pequena Hayley y de mi.
– ?Hayley? -dijo Kincaid, sin comprender.
– Mi pequena. Tiene cuatro anos. Fue su cumpleanos la semana pasada. - Sharon sonrio por primera vez.
Este era un giro que no esperaba.
– ?Es hija de Con?
Nego con la cabeza vehementemente.
– Su padre se largo tan pronto supo que iba a tenerla. Cerdo asqueroso. No he sabido de el desde entonces.
– ?Pero Con sabia de su existencia?
– ?Por supuesto! ?Por quien me toma, por una fulana?
– Claro que no -dijo Kincaid con voz tranquilizadora. Observo el vaso de Sharon y fue discretamente a por la botella-. ?Entonces Con se llevaba bien con Hayley? -Repartio el jerez que quedaba entre los dos.
Al ver que no respondia penso que quizas se habia pasado con el jerez, pero al cabo de un momento Sharon dijo:
– A veces yo me preguntaba… si era a ella a quien de verdad queria, y no a mi. Mire. -Rebusco en su bolso y saco un desgastado billetero de piel-. Esta es Hayley. Es preciosa, ?verdad?
Se trataba de un vulgar retrato de estudio, pero ni la pose artificial ni los accesorios deteriorados estropeaban la belleza de la nina. Era una rubia natural como debia de haberlo sido su madre cuando era nina. Se le dibujaban hoyuelos en las mejillas y su angelical cara tenia forma de corazon.
– ?Es tan buena como guapa? -pregunto Kincaid enarcando las cejas.
Sharon rio.
– No. Pero uno nunca lo diria al ver esta foto, ?no cree? Connor la llamaba su pequeno angel. Le tomaba el pelo. Le decia cosas con su ridicula voz irlandesa. «Mi nina preciosa» -dijo en un creible acento irlandes-. Ya sabe, cosas asi. -Por primera vez sus ojos se llenaron de lagrimas. Se sorbio la nariz y se la limpio con el reves de la mano-. Julia no queria tener hijos. Por eso el queria el divorcio, pero Julia no se lo queria dar.
– ?Julia no le queria dar el divorcio? -Kincaid penso que, aunque nadie lo habia dicho, esa no era la impresion que habia obtenido de Julia o de su familia.
– Cuando hubieran pasado dos anos el iba a divorciarse. Eso es lo que se tarda en obtener el divorcio sin el consentimiento de la otra parte, ?sabe? -Dijo la ultima parte con tanta precision que Kincaid penso que la debia de haber memorizado. Quizas, para consolarse, repetia algo que Connor habia dicho.
– ?Y usted iba a esperarlo? ?Otro ano mas?
– ?Por que no iba a hacerlo? -dijo, subiendo la voz-. Con nunca me dio razon alguna para pensar que no fuera a cumplir su palabra.
En efecto, ?por que no? penso Kincaid. ?Que otras perspectivas de futuro tenia? La miro, ahora ligeramente recostada en la silla, con el labio inferior algo agresivamente sobresalido y ambas manos sujetando el pie de la copa de jerez. ?Habia amado a Connor Swann, o lo habia visto meramente como un hombre con quien tendria el futuro asegurado? ?Y como habia empezado esta relacion tan insolita? Kincaid dudaba de que ambos se movieran en los mismos circulos sociales.
– Sharon -dijo con cuidado-, digame como se conocieron Connor y usted.
– En el parque -senalo con la cabeza hacia el rio-. Justo alli, en los prados. Lo puede ver desde la carretera. Fue en primavera. Estaba empujando a Hayley en los columpios y se cayo. Se pelo la rodilla. Con se acerco y se puso a hablar con ella y en un instante habia dejado de berrear y se reia de el. -Ella sonrio al recordar-. El y su labia irlandesa. Nos trajo aqui para curar su rodilla. -Cuando Kincaid arqueo las cejas al oir esto, ella se apresuro a decir-: Ya se lo que debe de estar pensando. Al principio crei que podria ser… bueno, ya sabe, un poco raro. Pero no lo era en absoluto.
Sharon parecia relajada y habia entrado en calor. Estaba sentada con las piernas estiradas y los pies en esos absurdos zapatos. Sostenia la copa de jerez encima de su regazo.
– ?Como era? -pregunto con un suave tono de voz.
Se tomo tiempo para responder mientras estudiaba su copa. El abanico que formaban sus pestanas con rimel oscuro producia sombras en sus mejillas.
– Divertido. Debido a su trabajo parecia como si Con conociera a todo el mundo. Siempre habia comidas, cenas, copas y golf. Estaba muy ocupado, ?sabe? Era importante. -Levanto los ojos y miro a los de Kincaid-. Creo que estaba solo. A pesar de tantas citas no tenia nada mas.
Kincaid penso en la agenda de sobremesa que habia visto arriba, con sus interminables citas.
– Sharon, ?en que consistia el trabajo de Con?
– Estaba metido en publicidad. -Arqueo una ceja al decir-: Blakely, Gill… Nunca me acuerdo. Era en Reading.
Ahora el contenido de la agenda cobraba sentido. Recordando los resguardos de ingresos, dijo en voz alta:
– Blackwell, Gillock and Frye.
– Eso es. -Le sonrio, complacida por su inteligencia.
Kincaid repaso mentalmente el registro del talonario. Si Connor hubiera ayudado financieramente a Sharon lo debia de haber hecho en efectivo. No habia cheques firmados a su nombre. A menos que hubiera pasado el dinero a traves de un tercero. Le pregunto, con indiferencia:
– ?Conoce a alguien llamado Hicks?
– ?Ese Kenneth! -respondio furiosa. Se incorporo y derramo lo que quedaba de su bebida-. Pense que usted era el cuando entre y lo oi arriba. Pense que venia a por lo que pudiera coger, como un maldito buitre.
?Era por eso que se habia asustado tanto?
– ?Quien es, Sharon? ?Que conexion tenia con Connor?
Ella respondio, como excusandose:
– A Con le gustaban los caballos. Ese Kenneth trabajaba para un corredor de apuestas y llevaba las de Con. Siempre estaba rondando por aqui. Me trataba como a la mierda.
Si ese era el caso, Connor Swann no habia apostado frivolamente.
– ?Sabe para que corredor de apuestas trabajaba Kenneth Hicks?
Se encogio de hombros.
– Alguien de por aqui. Lo que le digo, siempre estaba rondando por aqui.
Kincaid recordo todas las anotaciones relativas al Red Lion de la agenda. Se pregunto si ese habia sido su lugar de reunion habitual.
– ?Iba Con a menudo al Hotel Red Lion? El que esta al lado de la igl…
Ella lo interrumpio, negando con la cabeza.
– Ese ha sido remodelado para los turistas. Un puto pijo, como lo llamaba Con, donde no podias conseguir una cerveza decente.
La chica era una imitadora nata con buena memoria para los dialogos. Cuando citaba a Con, Kincaid podia escuchar la cadencia de su voz, incluso el leve deje de acento irlandes.
– No -continuo Sharon-, el que le gustaba era el Red Lion de Wargrave. Un pub de verdad, con buena comida y a un precio decente. -Sonrio, mostrando unos hoyuelos como los de su hija-. La comida era lo importante, ?sabe? Con no iba a ningun sitio donde la comida no le gustara. -Se puso la copa en los labios y la levanto para escurrir las ultimas gotas de jerez-. Hasta me llevo alli un par de veces. Pero sobre todo preferia quedarse en casa.
Kincaid meneo la cabeza ante tantas contradicciones. Por lo que decian todos, el