– No. No me necesitaran durante un rato. -Los volvio a mirar a ellos, trago saliva y continuo-. Unos minutos despues de que el senor Swann y el otro tipo se fueran, sali a descansar un poco. Normalmente Kelly pasa a tomarse una copa despues del trabajo y me gusta vigilar un poco, ya saben, una chica sola por la noche. Esto ya no es tan seguro como antes. -Hizo una pausa, como dandose cuenta quizas a quien estaba sermoneando, y Gemma pudo notar como David se abochornaba-. En fin. Estaba mas o menos donde estamos ahora, cuando oi un ruido en el rio. -Apunto hacia la calle levemente inclinada-. Era una noche clara, no como hoy. Y el rio esta a unos pocos metros. -Paro de nuevo, como esperando a ser sonsacado.
– ?Pudo ver algo? -pregunto Kincaid.
– La farola reflejaba un cabello rubio y una figura ligeramente mas pequena, mas oscura. Pienso que debian ser el senor Swann y el otro tipo, pero no podria jurarlo.
– ?Estaban peleandose? -Gemma no pudo evitar sonar incredula. Encontraba casi inconcebible la idea de Tommy Godwin implicado en un enfrentamiento fisico.
– Era una escaramuza, como ninos en el patio del colegio.
Kincaid miro a Gemma con las cejas arqueadas, denotando sorpresa.
– ?Que paso luego, David?
– Oi el coche de Kelly. Silenciador roto -anadio, a modo de explicacion-. Se puede oir a una milla de distancia. Fui a buscarla y cuando volvi ya se habian ido. -Estudio sus caras con ansiedad-. No creeran… Nunca imagine…
– David -dijo Kincaid-, ?puede decimos a que hora sucedio esto?
Asintio.
– Diez menos cuarto, o casi.
– El otro hombre -tercio Gemma-, ?lo reconoceria si lo volviera a ver?
Podia ver la piel de sus brazos en carne de gallina, pero seguia quieto, dadas las circunstancias.
– Bueno, si. Supongo que si. No creeran que…
– Quizas convenga que haga una identificacion. Mera rutina -anadio Gemma tranquilizandolo-. ?Podemos encontrarlo aqui? Sera mejor que tambien nos de su direccion y el numero de telefono de su casa. -Le paso el cuaderno de notas y el garabateo sus datos, entrecerrando los ojos debido al brillo naranja de las farolas-. Sera mejor que vuelva con sus clientes -dijo Gemma, sonriendole cuando el hubo terminado de escribir-. Nos pondremos en contacto con usted si lo necesitamos.
Cuando David se hubo ido, ella se volvio hacia Kincaid.
– Se lo que piensas, pero es imposible. Sabemos que estuvo en Londres pocos minutos despues de las once…
Kincaid le puso los dedos en el hombro, girandola con cuidado.
– Vamos a ver el rio. -Mientras caminaban, la niebla los envolvio, metiendose sigilosamente por la ropa, cubriendo su piel de gotitas, de manera que sus caras brillaban por el reflejo de la luz. El pavimento termino y sus pies empezaron a crujir sobre la gravilla. Luego oyeron el agua lamiendo la orilla-. Debemos de estar cerca -dijo Kincaid-. ?Lo hueles?
La temperatura habia caido notablemente al acercarse ellos al agua. Gemma tuvo escalofrios y se abrazo al abrigo. La oscuridad delante de ellos se volvio mas densa, mas negra. Pararon, forzando la vista.
– ?Que es este sitio?
Kincaid enfoco su linterna de bolsillo hacia la gravilla.
– Se pueden ver las rodadas donde los coches estaban aparcados. A los forenses les encantara.
Gemma se volvio hacia el, intentando que sus dientes dejaran de castanetear.
– ?Como podria haberlo hecho Tommy? Incluso si hubiera estrangulado a Connor y lo hubiera metido en el maletero de su coche, tendria que haber conducido como un loco para estar en Londres antes de las once. No es posible que condujera a Hambleden con el cuerpo de Con en el maletero durante todo el trayecto.
– Pero -empezo a razonar Kincaid-, podria haber dejado el cuerpo en el maletero, conducir hasta Londres para establecer la coartada, y luego tirar el cuerpo.
– No tiene sentido. ?Por que ir al teatro? Era el unico lugar que podia conectarlo con los Asherton y, a traves de ellos, con Connor. Y si queria establecer una coartada, ?por que no firmar en el libro de registro? Tan solo fue cuestion de suerte que Alison lo viera en el camerino de Gerald. Y desde luego Gerald no lo ha mencionado. -Gemma habia olvidado el frio y la humedad con el calor de la discusion. Inspiro para su salva final-. Incluso si el resto fuera cierto, ?como hubiera podido llevar el cuerpo de Con desde el aparcamiento de Hambleden hasta la esclusa?
Kincaid ofrecio su sonrisa mas irritante, la que significaba que encontraba divertido el tono vehemente de Gemma.
– Bueno. Sera mejor que se lo preguntemos, ?no?
11
Alison Douglas protesto cuando Gemma la llamo temprano al dia siguiente.
– Pero sargento, ?como voy a llamar a los acomodadores para que vengan esta manana si ayer trabajaron hasta tarde? Y algunos tienen otros trabajos, o estudian.
– Haga lo que pueda. La alternativa es que vayan a Scotland Yard, lo cual no creo que les entusiasme. -Gemma trato de disimular su irritacion. Una noche agitada y un viaje de vuelta a Londres en medio del trafico de hora punta la habian puesto de mal humor. Pero eso no era excusa para desquitarse con Alison. Y, despues de todo, no era una peticion muy razonable.
– Estare ahi antes de mediodia -le dijo a Alison, y colgo.
Puso el auricular en la horquilla y contemplo con aversion el papeleo que inundaba el escritorio de Kincaid. No noto la satisfaccion que normalmente sentia al haberse apropiado de su despacho, sino mas bien el mismo malestar que la habia mantenido despierta hasta altas horas de la madrugada. Habia habido algo distinto en Kincaid anoche. Al principio solo habia notado una calidad febril en su comportamiento. Pero mientras daba vueltas en la cama durante toda la noche, llego a la conclusion de que sus reacciones hacia ella tambien se habian modificado. ?Acaso habia sido imaginacion suya la camaraderia espontanea de la noche anterior en Londres? Habia sido el quien la habia ido a buscar. ?Acaso su entusiasmo en el piso de ella y el evidente disfrute de su compania habian hecho que bajara demasiado sus defensas, dejandola vulnerable?
Se encogio de hombros y se masajeo los ojos tratando de hacer desaparecer el cansancio. Sin embargo, no pudo borrar el pensamiento fugaz de que el cambio en la actitud de Kincaid tenia que ver con Julia Swann.
Al final, Alison pudo traer a cuatro de los acomodadores. Estaban sentados en sillas plegables, apretujados, con aspecto contrariado, pero tambien habia en ellos cierto aire de curiosidad.
Gemma se presento y anadio:
– Tratare de no entreteneros mas de lo necesario. ?Conoceis alguno de vosotros a Tommy Godwin, el director de Vestuario? Alto, delgado, tirando a rubio, muy bien vestido. -Mirandolos, Gemma no se hizo demasiadas ilusiones de que la elegancia en el vestir ocupara un lugar en sus lexicos. Los tres chicos estaban arreglados, pero eran ordinarios. La chica habia conseguido vestirse con lo que Gemma reconocio como ropa de bajo presupuesto, pero con un poco de estilo-. Quiero saber si uno de vosotros lo vio el jueves por la noche. -Los chicos se miraron unos a otros con las caras en blanco. Alison estaba detras de ellos, con los brazos