cruzados, apoyandose ligeramente contra la pared. Gemma vio como abria levemente la boca a causa de la sorpresa.
Gemma movio ligeramente la cabeza en senal de negacion para Alison y espero, forzando el silencio.
Finalmente hablo la chica.
– Yo si, senorita. -Su voz tenia una leve cadencia antillana. Gemma penso que probablemente la habia adquirido de sus padres o de otros miembros de la familia que fueron la primera generacion de inmigrantes.
Gemma exhalo el aire que habia retenido inconscientemente y dijo:
– ?Si? ?Estas segura de que fue el jueves por la noche?
– Si, senorita. -La chica sonrio como si encontrara divertida la duda de Gemma-. Veo todos los montajes. Se distinguir uno de otro.
– Bien. Me alegro de que uno de nosotros sepa hacerlo. -Gemma sonrio, reprochandose por haberla tratado con condescendencia-. ?Como te llamas?
– Patricia, senorita. Soy estudiante de diseno. Estoy interesada en el diseno de vestuario, de modo que a veces ayudo un poco en el departamento. Por esto conozco al senor Godwin.
– ?Me puedes hablar del jueves por la noche?
La chica se dio la vuelta para mirar a Alison, como pidiendo permiso a la autoridad mas cercana.
– Adelante, Patricia. Explicaselo a la sargento. Estoy segura de que todo esta bien -respondio Alison.
– El senor Godwin entro en el vestibulo por las puertas de la calle. Normalmente estoy junto a las puertas dentro del auditorio y escucho la representacion. Pero acababa de regresar de los aseos y justo estaba cruzando el vestibulo. Lo llame, pero no me oyo.
Gemma no supo si se sentia aliviada o decepcionada. Si Tommy habia estado diciendo la verdad, si habia visto la representacion, no podia haber estado en Wargrave con Connor.
– ?Que hizo entonces? ?Lo viste?
– Paso al siguiente pasillo. El de Roland -miro de refilon al chico mas guapo del grupo.
– ?Lo viste? -Gemma se volvio hacia el.
El chico sonrio, a gusto con la repentina atencion recibida.
– No estoy seguro, senorita, ya que no lo conozco. Pero no recuerdo haber visto a nadie que coincidiera con la descripcion.
Al menos no la habia llamado «senora». Gemma devolvio la sonrisa y centro su atencion en Patricia.
– Cuando volviste a tu puesto en el auditorio, ?lo volviste a ver?
La chica nego con la cabeza.
– La gente empezo a salir justo despues y yo estaba muy ocupada.
– ?El intermedio, tan pronto? -pregunto Gemma, confundida.
– No. -Patricia nego con mas energia esta vez-. Caida del telon. Me di cuenta de que habia ido al bano -echo una mirada a los chicos como para acallar cualquier critica-, justo a tiempo.
– ?Caida del telon? -repitio Gemma debilmente-. Pensaba que habias dicho que habia llegado justo despues de empezar la representacion.
– No, senorita. Cinco minutos, quizas, antes del final. Justo antes de las once.
Gemma inspiro, recobrando asi la calma. Entonces, debia de ser Tommy el del Red Lion.
– ?Lo viste despues, cuando estabas recogiendo?
– No, senorita. -Tras haber entrado en ambiente, Patricia parecia genuinamente decepcionada de no tener nada mas que ofrecer.
– Esta bien. Gracias, Patricia. Has sido de gran ayuda. -Gemma miro a los chicos-. ?Alguien tiene algo mas que anadir? -Al recibir las esperadas negativas, dijo-: Esta bien. Os podeis ir. Todos. -Patricia fue la ultima en irse y miro hacia atras con timidez-. Una chica lista -dijo Gemma cuando se cerro la puerta.
– ?Que es todo esto de Tommy, sargento? -pregunto Alison, que fue a sentarse al borde del escritorio. Se aliso distraidamente las arrugas de su traje de lana marron, cuya tela era del mismo tono suave que su cabello y sus ojos. Gemma penso que la hacia parecer un pequeno pajarillo.
– ?Esta segura de que no lo vio hasta que fue al camerino de Gerald?
– Categoricamente. ?Por que?
– El me dijo que estuvo aqui, en el teatro, durante toda la representacion. Pero Patricia parece contradecirlo y parece una testigo fiable.
– ?No creera que Tommy pueda tener nada que ver con la muerte de Connor? Eso es imposible. Tommy es… en fin, a todo el mundo le gusta Tommy. Y no solo porque sea ingenioso y divertido. -Alison lo dijo como si Gemma se lo hubiese sugerido-. No es eso a lo que me refiero. Es amable cuando no tiene obligacion de serlo. Se que no lo creeria por su actitud, pero se fija en la gente. Esa chica, Patricia. Imagino que el la ha alentado. Cuando empece iba con muchisimo cuidado, con panico a cometer un error, y el siempre tuvo una palabra amable conmigo.
– Estoy segura de que tiene usted razon -dijo Gemma, esperando calmar la hostilidad de Alison-, pero hay una discrepancia y debo seguir adelante con la investigacion.
Alison suspiro y de repente se la vio cansada.
– Supongo que debe hacerlo. ?Que puedo hacer para ayudarla?
– Piense en aquellos minutos en el camerino de Sir Gerald. ?Noto algo fuera de lo comun?
– ?Como voy a saberlo? -pregunto Alison, de nuevo irritada-. ?Como puedo estar segura de que mi recuerdo no esta distorsionado por lo que me ha contado, de que quizas vea un problema donde no lo hay? -Al ver que Gemma no contestaba, siguio mas bajito-. He estado pensando en ello. Dejaron de hablar cuando entre en el camerino. Me senti como si hubiera metido la pata, ?entiende? -Miro a Gemma, buscando confirmacion-. Luego, despues de ese momento incomodo, parecieron demasiado entusiasmados, demasiado alegres, ?comprende? Ahora creo que por eso solo me quede un minuto, el tiempo justo para ofrecer mi acostumbrada felicitacion, aunque en aquel momento no me di cuenta.
– ?Algo mas? -pregunto Gemma, sin esperar demasiado.
– No, lo siento.
– Esta bien. -Gemma sonrio a Alison e hizo un esfuerzo por vencer el aletargamiento que habia empezado a notar en sus piernas-. Tendre que hablar con el otra vez, y esta demostrando ser bastante escurridizo. Esta manana he tratado de encontrarlo, sin suerte, en su piso, en LB House y aqui. ?Tiene alguna sugerencia?
Alison nego con la cabeza.
– No. Debe andar por ahi.
Viendo la mirada de preocupacion en los ojos de Alison, Gemma dijo, con consideracion:
– Espero que nuestro senor Godwin no resulte dificil de encontrar.
El CID de High Wycombe habia hecho sitio para Kincaid en el escritorio de un inspector ausente. Habia pasado la manana alli, leyendo informe tras informe, todos inconcluyentes. Mientras se desperezaba barajo la idea de tomar otra taza del espantoso cafe, o bien renunciar a el y salir a almorzar.