especialmente los envenenamientos, y no se me ocurre ninguna forma menos civilizada de cometer un asesinato.
– ?Sugiere acaso que hay metodos civilizados de cometer un asesinato? -Como ahogar a tu victima en un rio convenientemente situado, penso, sorprendida por el giro que estaba tomando la conversacion.
– Claro que no, querida, solo que siempre he encontrado la idea del veneno especialmente abominable. Que una persona pueda infligir tanto sufrimiento e indignidad a otra…
Gemma bebio otro sorbo de su te. Se lo paso por la lengua y decidio que le gustaba el rico sabor a malta.
– ?Entonces prefiere los asesinatos rapidos y limpios, Tommy?
– No los prefiero de ningun modo, querida -dijo, mirandola mientras servia mas te. Estaba jugando con ella, tomandole el pelo, ella lo notaba en la sonrisa reprimida de sus ojos.
Es hora de una pequena dosis de realidad, penso, chupando la ensalada de huevo de las puntas de sus dedos.
– Siempre he pensado que el ahogamiento tenia que ser una muerte horrible. Ceder ante esa desesperada necesidad de llenar de aire los pulmones, luego atragantarse, oponer resistencia, hasta que llega la perdida de la consciencia como bendito alivio.
Tommy Godwin se sento en silencio, mirandola, con las manos relajadas encima de la mesa. Que manos mas bonitas, penso Gemma, con dedos largos y finos, con las unas perfectamente cuidadas. Encontraba totalmente inconcebible la idea de que el fuera capaz de pelearse como un vulgar rufian y utilizar esas manos para estrangular y asfixiar, o quizas mantener un cuerpo apaleado bajo el agua.
– Tiene razon, querida -dijo en voz baja-. Ha sido de muy mal gusto seguir en esa linea, pero las novelas policiacas son un
– No lo sabemos. El patologo no encontro evidencia que indicara que tragase agua del rio, pero eso no lo convierte en imposible. -Gemma dejo que el silencio se alargase durante un latido, y anadio-: Esperaba que usted pudiera decirmelo.
Sus ojos se agrandaron.
– Venga ya, sargento. ?No creera…?
– Me mintio cuando dijo que asistio a la opera aquella noche. Uno de los acomodadores lo vio entrar desde la calle justo minutos antes de que acabara la representacion. Y tengo un testigo que lo puede situar en un pub de Wargrave teniendo una conversacion no demasiado amigable con Connor Swann -dijo, presentando su farol con toda la autoridad que pudo lograr.
Por primera vez desde que lo habia conocido, a Tommy parecieron faltarle las palabras. Al estudiar su cara serena, vio que la mayor parte de su atractivo no recaia en sus rasgos individuales, sino en la expresion de curiosidad despierta y divertida que normalmente animaba dichos rasgos. Finalmente suspiro y empujo su plato vacio.
– Deberia de haber sabido que era inevitable. Incluso cuando era nino no me salia lo de contar mentiras. Tenia intencion de asistir a la representacion aquella noche, eso era cierto. Luego escuche en mi contestador un mensaje urgente de Connor en el que decia que necesitaba verme. Supongo que cuando fue al teatro por la tarde me habia estado buscando.
– ?Le pidio que lo fuera a ver al Red Lion?
Mientras Tommy asentia, el camarero trajo la segunda tetera. Tommy dijo, levantandola para servir el te:
– Debe probar el Keemun, querida. ?Con que le gustaria acompanarlo?
Gemma habia empezado a negar con la cabeza cuando el dijo:
– Por favor, sargento, tome algo. Todo esto es especial para usted. Pense que una mujer policia que trabaja duro probablemente no tiene muchas oportunidades de tomar el te por la tarde.
Gemma recordo las palabras de Alison, y penso que independientemente de lo que pudiera haber hecho Tommy, no podia rechazar este pequeno detalle.
– Tomare un bollito, por favor.
Tras coger el tambien un bollito, sirvio te a Gemma de la tetera recien preparada.
– Pruebelo. Si quiere puede ponerse leche, pero no se lo recomiendo.
Gemma hizo lo que le aconsejo, luego lo miro con expresion de sorpresa.
– Es dulce.
Parecio satisfecho.
– ?Le gusta? Es un te Congou del norte de China. Opino que es el mejor de los tes negros de China.
– Hableme de Connor -dijo Gemma, mientras untaba crema de leche espesa y mermelada de fresa en el bollito.
– En realidad no hay mucho que decir. Me encontre con el en el Red Lion, como dice, y desde el principio se comporto de manera bastante extrana. Nunca lo habia visto asi. Aunque me han llegado historias sobre las semanas posteriores a su separacion de Julia. Habia estado bebiendo, pero no crei que eso fuera lo que le hacia comportarse de aquella manera. Estaba… no se… casi histerico.
– ?Por que lo queria ver?
Acompano con un poco de te el trozo de bollo que habia tomado.
– Lo descubri al poco rato. Dijo que habia decidido que queria su antiguo puesto, que estaba harto de trabajar con cuentas de medio pelo, de ciudad de provincias, y que queria que yo intercediera por el.
– ?Podria haberlo hecho? -pregunto Gemma con cierta sorpresa.
– Bueno. Si, supongo que si. Hace muchos anos que conozco al socio mas antiguo. De hecho, fui yo quien lo animo a ir detras de la cuenta de la ENO. -Miro a Gemma por encima de la taza que sostenia con ambas manos-. Es una pena que no podamos prever las consecuencias de nuestros actos. Si no lo hubiera hecho, Connor nunca hubiera conocido a Gerald y Caro, y a traves de ellos, a Julia.
– Pero usted rechazo la solicitud de Connor.
– Al principio, cortesmente. Le dije que mi reputacion dependeria de su rendimiento y que, teniendo en cuenta su conducta previa, no creia que debia arriesgarla. La verdad es que - anadio esto mientras dejaba la taza sobre la mesa y apartaba la mirada de Gemma- nunca me gusto. No es algo que deberia decir cuando se es sospechoso de haber cometido un acto delictivo ?verdad, sargento? -Sonrio, tomandole el pelo de nuevo, luego dijo pensativamente-: Me acuerdo de su boda muy claramente. Fue una boda de junio, en el jardin de Badger’s End. Se que no debe de haberlo visto, pero puede ser muy bonito en esa epoca del ano. Todo obra de Plummy, aunque Julia solia ayudarla bastante cuando tenia tiempo.
»Todos decian lo perfectos que quedaban Julia y Connor, y debo admitir que era una pareja atractiva, pero cuando los miraba solo veia desastres. Eran completamente, totalmente incompatibles.
– Por favor, no se vaya por las ramas, Tommy -Gemma se pregunto como le podia recalcar la gravedad de la situacion con la boca llena de bollito.
Suspiro.
– Nos peleamos. Se volvio mas y mas abusivo, hasta que al final le dije que ya habia tenido suficiente. Me fui. Eso fue todo.
Gemma aparto su plato hacia un lado y se inclino hacia Tommy.
– Eso no es todo, Tommy. El camarero salio justo despues de que usted y Connor salieran del pub. Dice que los vio pelearse junto al rio.
Aunque jamas hubiese imaginado que un hombre con el porte y la experiencia de Tommy Godwin pudiera ruborizarse, podria haber jurado que su cara se puso rosa de verguenza.
Hubo una breve pausa durante la cual el no la miro a los ojos. Finalmente,