sente en una silla frente a el, le devolvi a Ruby su alegre «Buenos dias» y espere mientras servia una taza de cafe. Cuando la puerta de la cocina se cerro tras ella, hable.
– ?Que estas haciendo aqui?
– ?Es lo unico que piensas preguntarme cada vez que me veas? -Espere-.
– La sheriff Crowe me recomendo este lugar.
– Por encima de todos los demas.
– Es agradable -dijo, haciendo un gesto que abarcaba toda la habitacion-. Encantador. -Alzo su taza senalando un mensaje que habia encima de nuestras cabezas: «Jesus es amor» habia sido grabado en una nudosa tabla de pino y barnizado para la posteridad.
– ?Como sabias que estaba aqui?
– El cinismo provoca arrugas.
– No es verdad. ?Quien te lo dijo?
– Crowe.
– ?Que tiene de malo el Comfort Inn?
– Esta completo.
– ?Quien mas se aloja aqui?
– En el piso de arriba hay un par de chicos del NTSB y un agente especial del FBI. ?Que es lo que les hace especiales?
Ignore la pregunta.
– Estoy buscando un encuentro entre chicos en el bano. Hay otros dos en la planta baja y he oido que hay algunos periodistas apretados como sardinas en una habitacion adicional en el sotano.
– ?Como conseguiste una habitacion aqui?
Sus ojos azules reflejaron la inocencia de un nino pequeno.
– Debio tratarse de un golpe de suerte. O quiza Crowe tiene influencia.
– Ni se te ocurra usar mi cuarto de bano.
– Cinismo.
En ese momento llego Ruby con jamon, huevos, patatas fritas y tostadas. Aunque suelo desayunar cereales y cafe, lo engulli todo como si fuese un recluta en un campo de entrenamiento.
Ryan y yo comimos en silencio mientras me dedicaba a una especie de clasificacion mental. Su presencia me molestaba, ?pero por que? ?Era acaso su insultante confianza en si mismo? ?Su actitud paternalista? ?Que invadiera mi terreno? ?El hecho de que hacia menos de un ano habia dado prioridad a su trabajo antes que a mi y habia desaparecido de mi vida? ?O el hecho de que hubiese reaparecido exactamente cuando necesitaba ayuda?
Mientras untaba una tostada con mantequilla me di cuenta de que no habia dicho una sola palabra acerca de su temporada como agente en la clandestinidad. ?Por que iba a hacerlo? Dejaria que el sacara el tema.
– La mermelada, por favor.
Me la alcanzo.
Ryan me habia sacado de una situacion peligrosa.
Extendi una capa de zarzamora mas espesa que la lava.
Los lobos no eran culpa de Ryan. Tampoco el accidente del avion.
Ruby volvio a llenar las tazas de cafe.
Y el hombre acababa de perder a su companero, por el amor de Dios.
La compasion se impuso a la irritacion.
– Gracias por tu ayuda con los lobos.
– No eran lobos.
– ?Que?
La irritacion regreso a toda velocidad.
– No eran lobos.
– Supongo que se trataba de una manada de cocker spaniels.
– En Carolina del Norte no hay lobos.
– Uno de los ayudantes de Crowe hablo de lobos.
– Ese tio probablemente no distinguiria a un wombat de un caribu.
– Los lobos han sido reintroducidos en Carolina del Norte.
Estaba segura de que lo habia leido en alguna parte.
– Se trata de lobos rojos y se encuentran en una reserva hacia el este, no en las montanas.
– Supongo que eres un experto en la vida salvaje de Carolina del Norte.
– ?Como tenian las colas?
– ?Que?
– ?Esos animales mantenian la cola alzada o baja?
Tuve que pensarlo un momento.
– Baja.
– Un lobo siempre mantiene la cola erguida. Un coyote mantiene la cola baja y solo la alza hasta ponerla horizontal cuando se siente amenazado.
Me imagine al animal olfateando, luego alzando la cola y clavando sus ojos oscuros en mi.
– ?Me estas diciendo que era una manada de coyotes?
– O de perros salvajes.
– ?Hay coyotes en los Apalaches?
– Hay coyotes por toda America del Norte.
– ?Y que? -Me prometi que comprobaria esa informacion.
– Nada. Solo pense que tal vez querrias saberlo.
– Aun asi era aterrador.
– Tienes razon. Pero no es lo peor que has pasado en tu vida.
Ryan tenia razon. Aunque aterrador, el incidente con los coyotes no era mi peor experiencia. Pero los dias siguientes fueron muy duros. Me pasaba el dia entre carne destrozada, separando restos mezclados y recomponiendo cuerpos. Como parte de un equipo compuesto por patologos, dentistas y otros antropologos determine edad, sexo, raza y altura, analice placas de rayos X, compare esqueletos antes y despues de la muerte e interprete los modelos de las heridas. Era una tarea horrible, agravada aun mas por la juventud de la mayoria de los sujetos analizados.
Para muchos, el estres resulto insoportable. Algunos resistian, se mantenian al limite hasta que los temblores, las lagrimas o las insoportables pesadillas finalmente los derrotaban. Eran los que necesitarian un apoyo psicologico intensivo. Otros simplemente liaron sus petates y se largaron a casa.
Pero para la mayoria, la mente consiguio adaptarse y lo impensable se convirtio en algo comun. Nos aislamos mentalmente e hicimos lo que debiamos hacer. Cada noche, mientras yacia en la cama, sola y agotada, me confortaba el progreso conseguido durante el dia anterior. Pensaba en las familias y me repetia a mi misma que el sistema funcionaba. Les garantizariamos una especie de final.
Entonces el especimen 387 llego a mi estacion.
Capitulo 5
Habia olvidado el pie hasta que un rastreador de cuerpos me lo trajo.
Ryan y yo apenas si nos habiamos cruzado desde nuestro primer desayuno. Todos los dias me levantaba y salia antes de las siete, regresaba a High Ridge House mucho despues de que hubiese anochecido para ducharme y caer exhausta sobre la cama. Solo habiamos intercambiado unos «Buenos dias» o «Que pases un buen dia» y aun teniamos que hablar de su mision en la clandestinidad o de su papel en la investigacion del accidente aereo. Como en el avion viajaba un oficial de policia de Quebec, el gobierno canadiense habia solicitado que Ryan