participase en la investigacion. Todo lo que sabia era que la solicitud habia sido aceptada.

Despues de bloquear cualquier pensamiento relacionado con Ryan y los coyotes, vacie la bolsa de plastico sobre mi mesa de trabajo. En los ultimos dias habia procesado docenas de miembros y apendices cortados y el pie ya no parecia macabro. De hecho, la cantidad de traumatismos de la parte inferior de la pierna y el tobillo era tan elevada que se habia analizado durante la reunion celebrada a primera hora de la manana. Patologos y antropologos coincidieron en que el modelo de herida era inquietante.

Es muy poco lo que se puede decir de un pie. Este tenia las unas gruesas y amarillas, un juanete prominente y un desplazamiento lateral del dedo gordo, que indicaban que se trataba de un adulto mayor. El tamano sugeria que era de genero femenino. Aunque la piel tenia un color tostado, yo sabia que eso no significaba nada ya que incluso una breve exposicion puede oscurecer o blanquear la piel.

Coloque las radiografias delante de la pantalla luminosa.

A diferencia de muchas de las peliculas que habia visto, estas revelaron que no habia ningun objeto extrano incrustado en el pie. Apunte el dato en un formulario incluido en el PVD.

El hueso cortical era fino y adverti alteraciones en muchas de las uniones de las falanges.

De acuerdo. La mujer era mayor. La artritis y la perdida osea coincidian con el juanete.

Entonces me lleve la primera sorpresa. Los rayos X mostraban diminutas nubes blancas que flotaban entre los huesos del dedo gordo y lesiones vaciadas en los margenes de la primera y segunda articulaciones del metatarso. Reconoci los sintomas de inmediato.

La gota es consecuencia de un metabolismo inadecuado del acido urico, lo que lleva a la formacion de depositos de cristales de urato, especialmente en manos y pies. Los nodulos se forman junto a las articulaciones y, en los casos cronicos, resulta erosionado el hueso que hay debajo. Es una afeccion que no representa un riesgo para la vida, pero los que la padecen experimentan periodos intermitentes de dolor e inflamacion de las articulaciones. La gota es una enfermedad bastante comun, con una incidencia del 90 % de todos los casos en hombres.

?Por que entonces me encontraba ante un caso de gota en una mujer?

Regrese a mi mesa de trabajo, busque un escalpelo y tuve la segunda sorpresa.

Aunque la refrigeracion puede provocar la sequedad y el encogimiento de los tejidos, el pie presentaba un aspecto diferente al de los restos que habia estado viendo hasta entonces. Incluso en los cuerpos y partes del cuerpo calcinados que habia examinado, las capas profundas de tejido permanecian firmes y rojas. Pero la carne en el interior del pie estaba esponjosa y descolorida, como si algo hubiese contribuido a acelerar la velocidad de descomposicion. Tome nota y decidi buscar otras opiniones.

Con ayuda del escalpelo separe musculos y tendones hasta que pude colocar los alicates directamente contra el hueso mayor, el calcaneo. Medi su longitud y ancho, luego el largo del metatarso y apunte las cifras en un formulario en el PVD, repeti la anotacion en un cuaderno de espiral.

Me quite los guantes, me lave y luego lleve los datos a mi ordenador portatil en la sala de personal. Abri un programa llamado Fordisc 2.0, introduje los datos y busque un analisis de funcion discriminada utilizando las dos mediciones que habia hecho del calcaneo.

El pie correspondia a un hombre negro, si bien las caracteristicas especificas y las probabilidades posteriores indicaron que los resultados eran insignificantes. Intente una comparacion hombre-mujer, independientemente de sus ancestros, y el programa nuevamente incluyo el pie dentro de la clasificacion masculina.

Muy bien. Los jockeys encajan con la gota. Tal vez el tio fuese pequeno. El tamano atipico podria explicar la debilidad de la clasificacion racial.

Cuando regrese en busca del paquete con los restos cruce la seccion de identificacion, donde habia una docena de ordenadores funcionando sobre varias mesas y los cables se amontonaban como serpientes en el suelo. En cada terminal trabajaba un especialista en archivos, introducia los datos obtenidos del centro de asistencia familiar y la informacion suministrada por los especialistas forenses, incluidos rayos X, huellas dactilares, antropologia, patologia y detalles dentales.

Divise una figura que me resultaba familiar, las gafas sostenidas en la punta de la nariz, los dientes superiores mordisqueando el labio inferior. Primrose Hobbs habia sido enfermera de urgencias durante mas de treinta anos cuando decidio cambiar los desfibriladores por las bases de datos y se traslado al departamento de historias clinicas en el Hospital Presbiteriano en Charlotte. Pero no habia cortado totalmente con el mundo de las heridas traumaticas. Cuando me uni al DMORT, Primrose ya era un miembro experimentado del equipo de la Region Cuatro. Con mas de sesenta anos, era una mujer paciente, eficiente y que no se dejaba impresionar por nada.

– ?Podemos buscar un dato? -le pregunte, acercando una silla plegable junto a la suya.

– Espera un momento, carino.

Primrose continuo tecleando, el rostro iluminado por la luz que despedia la pantalla. Luego cerro un archivo y me miro.

– ?Que es lo que tienes?

– Un pie izquierdo. Definitivamente viejo. Probablemente masculino. Posiblemente negro.

– Veamos quien necesita un pie.

El DMORT confia en un paquete informatico llamado VIP* que localiza el progreso de los restos, almacena todos los datos y facilita la comparacion de la informacion anterior y posterior a la muerte. El programa aborda mas de 750 identificadores originales para cada victima y almacena registros digitales tales como fotografias y radiografias. Para cada posible identificacion, el VIP crea un documento que contiene todos los parametros utilizados.

Primrose pulso varias teclas y aparecio una cuadricula post mortem. La primera columna mostraba una lista de casos numerados. Movio el cursor hacia un lado a traves de la cuadricula hasta alcanzar una columna con el encabezamiento «Partes del cuerpo no recuperadas» y la repaso en sentido descendente. Hasta la fecha se habian encontrado cuatro cuerpos que carecian de pie izquierdo. Primrose se desplazo por la cuadricula activando cada uno de los casos.

El numero 19 era un hombre de raza blanca con una edad aproximada de treinta anos. El numero 38 era una mujer tambien blanca que rondaba los veinte anos. El numero 41 era una mujer afroamericana de unos veinticinco anos. El numero 52 era un torso inferior masculino, afroamericano, perteneciente a un hombre cuya edad se habia estimado en cuarenta y cinco anos.

– Podria tratarse del cincuenta y dos -dije.

Primrose paso a las columnas correspondientes a peso y altura. El hombre que llevaba la etiqueta con el numero 52 media aproximadamente un metro noventa y pesaba ochenta y cinco kilos.

– Imposible -me corregi a mi misma-. No se trata de un luchador de sumo.

Primrose se recosto en la silla y se quito las gafas. Unos mechones de pelo gris rizado partian en forma de espirales de la frente y las sienes, huyendo del tirabuzon que llevaba en la coronilla.

– Este caso esta mas relacionado con las pruebas dentales que con el ADN, pero he introducido unas cuantas partes del cuerpo aisladas. -Dejo que las gafas colgasen de una delgada cadena que llevaba alrededor del cuello-. Hasta ahora hemos encontrado muy pocas coincidencias. Pero esa proporcion aumentara a medida que vayan llegando mas cuerpos, aunque tal vez debas esperar a la prueba del ADN.

– Lo se. Pense que tal vez tendriamos suerte.

– ?Estas segura de que se trata de un pie masculino?

Le explique el analisis de funcion discriminada.

– De modo que ese programa coge a tu desconocido y lo compara con aquellos grupos cuyas medidas han sido registradas e incorporadas al sistema.

– Exacto.

– Y este pie coincide con la categoria de los chicos.

– Si.

– Tal vez el ordenador no recibio los datos correctos.

– Eso es muy posible ya que no estoy segura acerca de la raza.

– ?Eso importa?

– Seguro. Algunas poblaciones son mas pequenas que otras. Considera el caso de los Mbuti. Primrose alzo sus cejas canosas.

– Los pigmeos del bosque tropical de Ituri -le explique.

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