– Todo indica que se produjo una explosion.

– ?Provocada por que?

– Una bomba. Un misil. Un fallo mecanico. La Unidad de Seguridad de Explosivos Aereos de la FAA realizara un analisis cromatografico a fin de determinar que productos quimicos podrian estar presentes, y tambien radiofotografia y difraccion de rayos X para identificar las especies moleculares. Y una cosa mas. ?Ah, si! Espectrofotometria por infrarrojos. No estoy seguro de para que sirve, pero tiene un bonito nombre. Es decir, si pueden realizar el trabajo lejos del laboratorio criminal del FBI.

– ?Un misil?

Era la primera vez que se mencionaba esa posibilidad.

– No es probable pero se ha sugerido. ?Recuerdas el follon que se produjo cuando se hablo de que tal vez un misil habia sido el responsable del desastre del vuelo 800 de la TWA? Pierre Salinger aposto sus pelotas a que la marina era la responsable de la caida del aparato.

Asenti.

– Y estas montanas albergan numerosos grupos de milicias paramilitares. Tal vez los chicos de la basura blanca de Eric Rudolph visitaron el mercado de armas y compraron un juguete nuevo.

Se buscaba a Rudolph por su relacion con una serie de ataques contra clinicas abortistas, y era sospechoso del atentado con explosivos durante la celebracion de los Juegos Olimpicos de Atlanta en 1996. Los rumores insistian en que habia huido y habia buscado refugio en estas montanas.

– ?Alguna idea de donde se produjo la explosion?

– Es demasiado pronto para decirlo. El grupo de documentacion del interior de la cabina esta confeccionando un grafico de los danos en los asientos que ayudara a establecer el lugar exacto de la explosion.

Ryan empujo con los pies, pero mantuve el columpio en su sitio.

– Nuestro grupo esta haciendo lo mismo con heridas y fracturas. En este momento todo parece indicar que las peores heridas se produjeron en la parte posterior del avion. -Los antropologos y los patologos estaban realizando un diagrama con la distribucion de los traumas por asiento-. ?Que hay del grupo del radar?

– Nada fuera de lo comun. Una vez que hubo despegado, el avion se dirigio hacia el nordeste desde el aeropuerto hacia Athens. El centro de control de trafico aereo de Atlanta se hace cargo de los vuelos hasta Winston-Salem, desde ahi es la torre de control de Washington la que lo asume, de modo que el avion jamas abandono el control de trafico aereo de Atlanta. El radar muestra una llamada de emergencia hecha por el piloto a los veinte minutos y treinta segundos de haber despegado. Aproximadamente noventa segundos mas tarde se rompio en dos, posiblemente en tres piezas y desaparecio de la pantalla.

Unos faros aparecieron en la base de la montana. Ryan y yo observamos mientras ascendian a traves de la oscuridad, giraban en el camino de entrada a la posada y se dirigian hacia el prado que habia a la izquierda de la casa. Un momento despues, una figura se materializo en el sendero. Cuando cruzo delante de nosotros, Ryan rompio el silencio.

– ?Un dia duro?

– ?Quien esta ahi?

El hombre era apenas una mancha difusa contra el negro del cielo.

– Andy Ryan.

– Hola, buenas noches, senor. Habia olvidado que usted tambien se alojaba aqui.

La voz sonaba como si llevase anos bebiendo whisky. Todo lo que podia discernir de su dueno era que se trataba de un hombre fornido que llevaba una gorra.

– El gel de ducha con fragancia a lilas es mio.

– Lo tendre en cuenta, detective Ryan.

– Le invitaria a una cerveza, pero el bar acaba de cerrar.

El hombre subio al porche, acerco una silla hasta colocarla delante del columpio, dejo una bolsa de deportes junto a ella y se sento. La tenue luz revelo una nariz carnosa y mejillas moteadas de finas venitas rotas.

Cuando nos presentaron, el agente especial Byron McMahon del FBI se quito la gorra y se inclino ligeramente. Tenia el pelo blanco y espeso, levantado en el centro como la cresta de un gallo.

– Esta corre de mi cuenta.

McMahon abrio la bolsa y saco una caja de seis latas de cerveza.

– Licor del demonio -dijo Ryan, cogiendo una cerveza de la caja.

– Si -convino McMahon-. Bendito sea.

Agito una lata ofreciendomela.

Hacia tiempo que no habia deseado tanto algo. Recorde la sensacion de la bebida filtrandose a traves de mis venas, la ola de calor creciendo en mi interior a medida que las moleculas de alcohol se mezclaban con las mias. La sensacion de alivio, de bienestar.

Pero habia aprendido unas cuantas cosas acerca de mi misma. Me habia llevado anos, pero ahora comprendia que esos momentos eran como un reto a Baco. Aunque anhelaba ese momento de liberacion, sabia que la euforia seria solo temporal, mientras que la ira y la recriminacion durarian mucho tiempo. No podia beber.

– No, gracias.

– Hay muchas en el lugar de donde vienen estas latas.

– Ese es el problema.

McMahon sonrio, abrio una lata y dejo las otras en su bolsa.

– ?Que piensa el FBI? -pregunto Ryan.

– Algun hijo de puta volo el avion en el aire.

– ?A quien apunta el FBI?

– Tus muchachos motoristas cotizan alto en muchas apuestas. El tal Petricelli era un rufian de mala muerte que tenia serrin en el cerebro, pero tenia buenos contactos.

– ?Y?

– Podria tratarse de un golpe dado por profesionales.

La brisa hizo balancear las cestas de mimbre de Ruby y las sombras negras danzaron sobre las barandillas y las tablas del suelo.

– Aqui hay otro dato. La senora Martha Simington ocupaba el asiento 1A. Hace tres meses Haskell Simington contrato un seguro de vida para su esposa por dos millones de dolares.

– Eso es mucha calderilla.

– Recorrio un largo camino para aliviar el dolor de su maridito. Ah, olvido mencionar un detalle. Hacia cuatro anos que la pareja vivia separada.

– ?Ese Simington esta lo bastante chiflado como para cargarse a ochenta y ocho personas? -Ryan bebio su Coors y lanzo la lata a la bolsa de McMahon.

– Estamos empezando a conocer muy bien a ese pajaro de Simington.

McMahon imito el gesto de Ryan con su lata vacia.

– Aqui va otro argumento: el asiento 12F estaba ocupado por un chico de diecinueve anos llamado Anurudha Mahendran. Era un estudiante extranjero originario de Sri Lanka y jugaba de portero en el equipo de futbol.

McMahon saco otras dos latas y le dio una a Ryan. -En Sri Lanka, el tio de Anurudha trabaja para la radio Voz de los Tigres.

– ?De los Tigres tamiles?

– Si, senora. Parece que el tio era un bocazas y seguro que el gobierno estaria encantado de que tuviera algun tipo de enfermedad terminal.

– ?Sospecha del gobierno de Sri Lanka?

Estaba asombrada.

– No. Pero hay extremistas en ambos lados.

– Si no puedes persuadir al tio, ve a por el sobrino. Envia un mensaje.

Ryan abrio la lata con un chasquido.

– Puede ser una suposicion un tanto aventurada, pero tenemos que considerarla. Sin olvidar nuestros recursos locales, naturalmente.

– ?Recursos locales? -pregunte.

– Dos predicadores rurales que viven cerca de aqui. El reverendo Isaiah Claiborne jura que el reverendo Luke

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