Me levante, encontre el aparato de musica, elegi los mayores exitos de Bruce Springsteen y puse manos a la obra. En unos segundos, ya chillaba a coro con Bruce, concentrada en la tarea hasta que una cancion me hizo dejar de cantar y de trabajar. Una cancion que me hizo verla realidad de lo que estaba pasando.

Murder, Incorporated, sindicato del crimen.

Mark estaba muerto. Alguien lo habia matado. En mi interior habia angustia, pero alli fuera estaba su asesino. Alguien que seguia respirando cuando Mark ya no lo hacia. Era injusto. Obsceno. Supe lo que tenia que hacer. Tenia que reponer fuerzas y seguir adelante.

Estas lidiando con Murder, Incorporated.

Tenia que descubrir al asesino de Mark.

13

Pase por el apartamento de mi madre a primera hora de la manana. Me quede al lado de la puerta, con la cartera en la mano, como si fuera un dia normal y yo aun tuviera un bufete que dirigir. Hattie estaba lavando la cafetera en el fregadero, vestida pero todavia con los rulos. Luego se plancharia el pelo con una vieja rizadora y el olor acre llenaria la casa molestando a mi madre, lo que me costaria otras dos cajas de kleenex. Siempre la reganaba por eso, pero no lo haria esta manana.

– -He pensado en lo que dijiste --le dije--. Creo que tienes razon sobre mama. ?Quieres que llame al medico?

– -No, mejor lo llamare yo. -Volvia a enjuagar la cafetera, una y otra vez, dandome la espalda. Su camiseta decia SOY UNA GANADORA y tenia dados rojos en el omoplato-. Dispongo de tiempo.

– No, no te preocupes.

– Tu eres la que no tiene tiempo. Aun tienes que ordenar tu apartamento.

– -Lo hice anoche.

– ?Todo? Oi la musica, pero me dormi.

– -Ya esta arreglado.

– Ya llamare yo. Quiero hacerlo.

– -?Estas segura?

– -Lo estoy.

En realidad, no hablabamos de la llamada; nos estabamos reconciliando. O al menos eso era lo que tratabamos de hacer, aunque indirectamente y sin ni siquiera mirarnos a los ojos.

– -Si tiene que ir a primera hora, ?como lo haras? Tendras que levantarte temprano.

– -Lo hare en cualquier caso. No me importa.

– -Te ayudare a levantarla.

– -Puedo yo sola. Si lo hice cuando estuvo en el hospital, puedo hacerlo para el electroshock -dijo cerrando el agua finalmente y colocando la cafetera a un lado. Aun estaba de espaldas y quise irme antes de que se diera la vuelta. No queria mirarla de frente, porque me sentia incapaz de decirle lo que en esos momentos deseaba decir. Pero se dio la vuelta de pronto con los ojos oscuros y tristes, y me dijo-: Que tengas un buen dia.

– -Tu tambien, Hattie -dije, y me fui.

Empece mi dia en Grun, tan temprano que la recepcionista del piso de Sain aun no habia llegado. Pase ante las mesas vacias de las secretarias desdenando a los asociados ya presentes, que caminaban de forma ostentosa de un lado a otro para hacer meritos. Yo jamas habria tenido exito en Grun. Cuando me levanto temprano, me gusta trabajar. Lo mismo hace Sam, que ya estaba a toda marcha cuando entre en su despacho, inclinado sobre un informe con su traje ingles impecable.

– ?Bennie! ?Donde has estado? ?Como estas? -Se levanto como un resorte cuando me vio y vino a darme un abrazo.

– Sam -dije devolviendo el abrazo. Ese abrazo me reconforto, aunque el estaba tan delgado como dictaba la moda.

– -No he dormido en toda la noche -me dijo en voz baja mientras me daba un ultimo apreton. De cerca, tenia los ojos enrojecidos y la piel palida. Su rostro estaba demacrado y enfermizo-. Me parece imposible que Mark haya muerto.

– Te entiendo.

– Te llame anoche. ?Por que no me devolviste la llamada? Estaba preocupado. Estuve esperando tu llamada.

– Lo siento, tenia que ordenar el apartamento.

– Sientate y dime lo que pasa -dijo acercandome una silla de cuero al otro lado de su escritorio y sentandose en otra a mi lado. Hizo un saludo al gato Sylvester-. ?Quieres que te traiga un poco de cafe?

– No, gracias. -El cafe de Grun era peor incluso que el que hacia yo.

– No puedo creerlo -dijo Sam meneando la cabeza-- Mark, asesinado y tu, sospechosa. Pero no te preocupes.? Lo tengo todo pensado. Voy a tomarme unos cuantos dias libres. He cancelado todos mis compromisos. Quiero ayudarte.

– -Gracias. --Sam estaria alli echandome una mano. Siempre lo habia hecho. A veces pensaba que solo nos teniamos el uno al otro.

– No me lo agradezcas. Ahora, escucha, ya he hablado con alguien para que te represente. ?Conoces a Rita Morrone? Es dura y creo que podeis llevaros muy bien.

– Ya tengo un abogado, Sam. Grady Wells me representa.

Parpadeo.

– ?Lo conozco?

– Es uno de nuestros asociados. El letrado del Supremo.

– ?El rubio que salio en la tele contigo? Es mono, pero ?es un buen penalista?

– Si, y olvida lo mono que es. Tenia novia cuando vino a vivir aqui.

– Maldito sea. Todos los guapos estan casados o son muy machitos.

– Comportate. -Sonrei pese a la situacion y el tambien lo hizo.

– ?Que puedo hacer? ?Puedo ayudarte con tu cartera? Creo que aun puedo redactar un escrito. -Se arreglo el flequillo con una mano pequena, pero no habia demasiado pelo como para despeinarse.

– Ya no tengo cartera. Mis clientes no quieren a una abogada sospechosa de asesinato. Son muy convencionales. Practicamente, estoy sin trabajo.

– -?Que? --Sam se mostro desolado--. ?Se acabo R amp; B?

– -Ya sabes lo competitivo que es el mundo juridico en esta ciudad. Ayer sentia lastima de mi misma, pero hoy he vuelto al trabajo.

Meneo la cabeza como si no pudiera creerlo.

– ?Y el funeral de Mark? ?Que pasa con eso?

– He pensado en ello toda la noche. Tal vez tu debas organizarlo, si es que Eve no lo ha hecho ya. No creo que yo pueda hacer nada, dadas las circunstancias.

– Lo hare, no te preocupes. Un buen funeral. Creeme, puedo hacerlo. -Sonrio tristemente con los hombros caidos-. ?Has pensado quien… pudo haberlo hecho?

– -Estoy empezando a atar cabos. --Recorde entonces el objetivo de mi visita--. La policia cree que fui yo, por el testamento de Mark. ?Por que no me contaste que Mark habia hecho testamento, Sam?

– -Lo lamento. No podia. Era confidencial. --Trago saliva, y la nuez de su cuello delgado se desplazo visiblemente--. Ademas, pense que Mark te lo diria. Era cosa suya.

– -Pero ?por que redactaste tu el testamento de Mark?

– Me lo pidio el. -Sam se reclino en la silla-. Cuando R amp; B crecio, Mark empezo a pensar en el futuro. Inmediatamente despues de la muerte de sus padres, me dijo que necesitaba un testamento. Me hablo del monto de los bienes y me pregunto si conocia buenos civilistas, en Grun. Naturalmente, le dije que yo mismo me podia: ocupar de todo.

– No sabia que hicieras sucesiones, sobre todo con unos bienes de esa envergadura.

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