– Muchas gracias por la ayuda. -Mire los papeles que tenia contra su pecho y me dio un sudor frio. Se los pedia exigir, pero no quise que se percatase de su importancia, ni quise ponerla alerta y provocar otra orden registro.

– -Se olvido de que habia empezado a imprimir, ?verdad? A mi me sucede siempre. Se pone una a trabajar en otra cosa y se olvida de la impresora.

– -Seguro que usted es detective --le dije, y compartimos una carcajada fingida.

– No, pero me gustaria serlo algun dia. No soy mas que criminologa auxiliar; estoy en segundo curso, pero por algun sitio hay que empezar. --Puso mis papeles contra la chapa de identificacion sobre su pecho, en la que ponia PATCHETT, y senalo la bandeja vacia de la impresora--. Parece que ya no hay papel.

– -Normal. Que suerte la mia. Cuando se necesita algo con prisa, se acaba el papel. -No quise imprimir delante de ella, de modo que no hice nada por recargar la impresora. Nos quedamos a ambos lados de la maquina sin hacer caso de las luces verdes. Jugando al gato y al raton con el material de oficina.

– ?No le molesta? -me pregunto-. Me refiero a cuando la gente ve que queda poco papel y no hace nada.

– Es como quedarse sin papel higienico. Nadie quiere ser el ultimo. Lo detesto.

– -Me pasa lo mismo. ?Quiere poner papel ahora?

– -Sabe, me averguenza decirlo, pero no tengo ni idea de como se hace. --Era mentira, por supuesto. Podia reparar toda la maquina si era necesario-. Las secretarias lo hacen por mi.

– Aun no han llegado, pero le ayudare. Se como hacerlo. -Busco con la vista donde habia papel, pero yo me movi hacia la izquierda escondiendo el que habia sobre la mesa.

– Debo imprimirlo lo antes posible -dije cuando oi pasos detras de mi. Era Grady, que me miraba con una sonrisa de perplejidad.

– -Siempre me sorprendes, Bennie. Cambiar el papel es mas facil de lo que parece. Mira como lo hago.

– -No, esta bien…

– -Ningun problema. --Grady paso por mi lado, recogio el papel, lo puso sobre la bandeja y la encajo con un ruido metalico-. Pulsa reset si tienes algun problema.

Podria haberle matado.

– Resulta tan agradable tener un hombre en la casa…

– Mas bien un caballero. -Grady sonrio con toda amabilidad a la agente--. No deberia decirselo, pero tampoco sabe hacer cafe.

Ja, ja.

– -Ya esta, Grady. Senorita Patchett, me llevo los papeles. --Arranque los documentos de las garras de la agente y la impresora saco otro mes del calendario de Mark. Lo vi al tiempo que lo cogia--. Muchisimas gracias por su ayuda.

– -De nada -dijo apretando sus finos labios--. ?De modo que ese es el aspecto de un escrito juridico? ?Como un calendario?

– -Si, esto es el apendice.

– ?Un escrito? -dijo Grady, y cambio la cara como si se diera cuenta de que se trataba-. ?Has terminado el escrito del Tercer Circuito, Bennie?

– Esta listo. Este es el apendice, con los calendarios. -La impresora saco mas paginas, que recogi al instante-. Espero que no haya leido mi escrito, senorita Patchett. Contiene informacion confidencial de un cliente mio.

– Por supuesto que no. -Sonrio hipocritamente.

– Bien. -Le devolvi la sonrisa, con la misma hipocresia. Me preguntaba cuanto le llevaria conseguir otra orden.

Y me preguntaba si sucederia antes de que los archivos de Mark quedaran borrados para siempre.

– ?Para quien fuiste letrado en el Supremo? -le pregunte a Grady cuando estuvimos a salvo en mi despacho-. No me digas que era Thomas.

– Kennedy, y no digas nada malo de el. ?Que estaba haciendo? No estabas redactando un escrito. ?Que imprimias?

– Notas -dije tomando una decision instantanea, recorde los R E con Wells en la agenda de Mark y decidi no decirle nada a Grady, al menos hasta que averigua algo sobre sus reuniones secretas con Mark-. Y la Proxima vez, trata de pensar antes de ayudar a una agente preocupada.

– ?Notas de que?

– De algunos casos. -Cogi una carpeta grande y la llene con los papeles; luego, puse la carpeta dentro de mi cartera, detras de mi escritorio.

– ?Que casos?

– El de los derechos de los animales. -Inventaba sobre la marcha, y por la expresion de Grady no resultaba muy convincente.

– ?Doscientas paginas sobre un activista en pro de los animales? ?De que se trata? ?De un manifiesto? --Se cruzo de brazos--. Te lo vuelvo a preguntar. ?Que imprimias, Bennie?

– -Contestame tu primero.

– -Estoy empezando a cansarme de este constante tira y afloja.

Decidi interrogarlo y luego observar su reaccion.

– -Grady, ?donde estabas la noche de la muerte de Mark?

Apenas abrio la boca, luego la cerro con una media sonrisa que ocultaba algo. Ofendido.

– Hablas en serio.

– -Lo lamento, pero asi ha de ser. No estabas en la lista que tu mismo confeccionaste.

– Tuve una cita -dijo con calma.

– ?Con quien?

– Mi antigua novia. Nos vemos de tanto en tanto.

– -?A que hora?

– -A las diez. La recogi en su apartamento. Vive en Hopkinson House.

– -?A que hora dejaste el despacho?

– -Despues de estar en la biblioteca. Recogi mis cosas y me fui. --Sus respuestas eran breves y concisas, y parecia algo picado. Daba la impresion de decir la verdad; por tanto, quiza fuera asi. De todos modos…

– -?A que hora te fuiste de su apartamento?

– No creo que sea de tu incumbencia.

– Pues creo que si. Si quieres conservar una clienta.

Torcio la boca en un gesto que reflejaba tension.

– -A las siete de la manana, luego volvi a mi apartamento.

– -?En la parte vieja?

Asintio.

– Me puse a trabajar temprano para hacer un poco limpieza y la policia ya estaba alli. Cuando tuve la clara impresion de que estaban detras de ti, trate de dar contigo. Porque se que eres inocente.

Desdene el tono de acusacion de su voz.

– -Grady, ?en que estabas trabajando con Mark?

– -En nada. Hace dos anos que no trabajo para Mark desde mi primer ano aqui.

?Hum!

– ?Por que no? ?No te gustaba trabajar con el?

La expresion de Grady cambio ligeramente y se le arrugo la frente como si estuviera incomodo.

– -?Que importancia tiene? Mark ha muerto, Bennie. Me gusta trabajar en mis propios casos, eso es todo.

– Eso no es todo. ?Por que?

– Muy bien, muy bien. Eres muy terca. -Se sento en una silla como un jugador de baloncesto cansado-. Mark me parecia egoista. Muy poco solidario. No le gustaba; que tuviera mi propia cartera, en especial con las empresas de software. Eran una amenaza para el.

– -?Como lo sabes? ?Te lo dijo el mismo? -Nos estabamos acercando. La explicacion de RE con Wells.

– No, pero recibi el mensaje.

– -?No te lo dijo?

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