libertad condicional. Yo se lo recomendaria a cualquier cliente. Si voy a juicio no tengo nada para defenderme. Solo un monton de conjeturas que pretenden ligar a Luther, a Walter Sullivan y a todos los demas en una conspiracion, y en esto estaras de acuerdo, de proporciones monumentales. El juez se reira en mis narices. El jurado nunca me escuchara. Aunque en realidad no hay nada que escuchar.
Se levanto para apoyarse en la pared con las manos en los bolsillos. No miro a Kate. El pesimismo sobre sus perspectivas a corto y largo plazo se reflejaba claramente en su rostro.
– Morire de viejo en la carcel, Kate. Eso, si tengo la suerte de llegar a viejo, algo que, en estos momentos, pongo en duda.
Kate se sento en la cama, con las manos sobre la falda. Un gemido sordo broto de su garganta mientras se hundia en la desesperacion, como una piedra arrojada en aguas turbulentas.
Seth Frank abrio los ojos. Al principio solo vio manchas. En su mente veia algo parecido a una gran tela blanca sobre la que habian lanzado unos cuantos litros de pintura negra, blanca y gris para formar un pastiche que enfermaba al espectador. Al cabo de unos momentos comenzo a distinguir los contornos de la habitacion del hospital con los cromados, las angulos bruscos y el blanco brillante. Cuando intento levantarse, una mano firme se lo impidio.
– No, no, teniente. No tenga tanta prisa.
Frank vio el rostro de Laura Simon. La sonrisa de la mujer no alcanzaba a disimular del todo las arrugas de preocupacion alrededor de los ojos. Su suspiro de alivio sono con toda claridad.
– Su esposa acaba de marcharse para atender a los ninos. Paso aqui toda la noche. Le dije que en cuanto se fuera usted se despertaria.
– ?Donde estoy?
En el hospital George Washington. Veo que tuvo la precaucion de buscar un lugar cercano a un hospital para que le rompieran el craneo. -Simon se inclino sobre la cama para que Frank no tuviera que mover la cabeza. El la miro-. Seth, ?recuerda lo que paso?
Frank penso en la noche pasada. ?Era la noche pasada?
– ?Que dia es hoy?
– Jueves.
– Entonces ocurrio anoche.
– Alrededor de las once. Esa fue la hora en que le encontraron. Y tambien al otro tipo.
– ?El otro tipo? -Frank hizo un movimiento brusco y sintio un dolor intenso en el cuello.
– Tranquilo, Seth. -Laura acomodo una almohada debajo de la cabeza del teniente-. Habia otro tipo. Un mendigo. Todavia no le han identificado. El mismo tipo de golpe en la nuca. Murio en el acto. Usted tuvo suerte.
Frank se toco las sienes con mucha precaucion. No se sentia tan afortunado.
– ?Alguien mas?
– ?Que?
– ?Si encontraron a alguien mas?
– Ah, no. Pero no se creera lo que le voy a decir. ?Recuerda al abogado que vio la cinta de video con nosotros?
– Si. Jack Graham. -Frank se puso tenso.
– El mismo. El tipo mato a dos personas en la firma donde trabaja y despues le vieron salir corriendo de la estacion del metro a la misma hora en que le aporrearon a usted y al otro tipo. Es una pesadilla ambulante. Pensar que parecia mister America.
– ?Le han encontrado? ?A Jack? ?Estan seguros de que escapo?
– Salio de la estacion del metro si es lo que pregunta. -Laura le miro intrigada-. Pero solo es una cuestion de tiempo. -Miro a traves de la ventana y cogio su bolso-. Los polis de Washington quieren hablar con usted cuanto antes.
– No creo que pueda ayudarles mucho. No recuerdo gran cosa, Laura.
– Amnesia temporal. No tardara en recordarlo todo. -Se puso la chaqueta-. Alguien tiene que vigilar el condado de Middleton para que los ricos y famosos vivan tranquilos mientras usted se da la gran vida. -Sonrio-. No se acostumbre a esto, Seth. Nos molestaria mucho tener que contratar a un nuevo detective.
– ?Donde encontraran a alguien tan agradable como yo?
– Su esposa volvera dentro de unas horas -contesto Laura, que rio con ganas-. Necesita descansar. - Caminaba hacia la puerta cuando se dio la vuelta para hacerle otra pregunta-: Por cierto, Seth,?que hacia en la estacion de Farragut West a esa hora de la noche?
Frank tardo en responder. No tenia amnesia. Recordaba los sucesos de la noche con toda claridad.
– ?Seth?
– No estoy seguro, Laura. -Cerro los ojos por un momento-. Sencillamente, no lo recuerdo.
– No se preocupe, recuperara la memoria. Mientras tanto, ellos cogeran a Graham. Eso permitira aclararlo todo.
Laura se marcho, pero el teniente no aprovecho la soledad para descansar. Jack estaba ahi fuera. Con toda seguridad, al principio habria pensado que Frank le habia tendido una trampa, aunque si Jack habia leido los periodicos ya sabria que el detective habia caido en la trampa preparada para el abogado.
Ahora ellos tenian el abrecartas. Eso era lo que contenia la caja. No podia ser otra cosa. Y, sin esa prueba, ?como pillarian a esa gente?
Frank repitio el intento de levantarse. Tenia la aguja del suero insertada en un brazo. La presion en la cabeza le obligo a tenderse en el acto. Tenia que salir del hospital, ponerse en contacto con Jack. En estos momentos no sabia como conseguir ninguna de las dos cosas.
– Dijiste que necesitabas mi ayuda. ?Que puedo hacer? -Kate miro a Jack a la cara. No habia ninguna reserva en su semblante.
Jack se sento en la cama junto a la joven. Parecia preocupado.
– Tengo mis serias dudas respecto a meterte en este asunto. Me pregunto si fue sensato llamarte.
– Jack, he estado rodeada de violadores, asaltantes y asesinos durante los ultimos cuatro anos.
– Lo se. Pero al menos sabias quienes eran. Esta vez puede ser cualquiera. Estan matando gente a diestro y siniestro, Kate. Esto es muy serio.
– No voy a marcharme a menos que me permitas ayudarte. Jack vacilo, sus ojos miraron a otra parte.
– Jack, si no confias en mi, te entregare. Creo que estaras mas seguro en manos de la poli.
– Serias capaz de hacerlo, ?verdad?
– Claro que si. Estoy quebrantando no se cuantas leyes al estar aqui. Si dejas que te ayude, olvidare este encuentro. Pero si no lo haces…
Habia una mirada en sus ojos que, a pesar de todas las horribles amenazas que le acechaban, le hizo sentirse afortunado de estar con ella.
– De acuerdo. Seras mi contacto con Seth. Aparte de ti, el es la unica persona en la que puedo confiar.
– Pero perdiste el paquete. ?Como te puede ayudar? -Kate no pudo disimular su desagrado hacia el detective.
Jack se levanto para pasearse por la habitacion. Por fin se detuvo y miro a la joven.
– ?Recuerdas lo maniatico que era tu padre con el control? ?Que nunca se olvidaba de preparar un plan de emergencia?
– Lo recuerdo -contesto Kate, en un tono seco.
– Pues ahora estoy pensando en esa virtud.
– ?De que hablas?
– Que Luther tenia un plan de emergencia para este caso. Ella le miro, boquiabierta.
– Senora Broome.
La puerta se abrio un poco mas mientras Edwina espiaba a su visitante.
– Me llamo Kate Whitney. Luther Whitney era mi padre. Kate se tranquilizo al ver que la anciana la saludaba con una sonrisa.