En cuanto salio de la escalera, Frank echo una ojeada al vestibulo y miro la hora. No habia llegado tan temprano como pensaba. Se fijo en un monton de basura acumulada contra la pared. Entonces advirtio que en la taquilla no habia nadie. Tampoco se veia a ningun viajero. Todo estaba tranquilo, demasiado tranquilo. El radar de peligro de Frank se encendio en el acto. Con un movimiento automatico desenfundo su arma. Sus oidos acababan de captar un sonido ala derecha. Avanzo a paso rapido por el pasillo lejos de los torniquetes. Fue a dar a un tunel en penumbra. Al principio no vio nada. Despues, a medida que sus ojos se acomodaban a la falta de luz vio dos cosas. Una se movia, la otra no.
Frank miro, mientras el hombre se erguia lentamente. No era Jack. El tipo vestia de uniforme, llevaba un arma en una mano y una caja en la otra. El detective acerco el dedo al gatillo sin perder de vista el arma del desconocido. Frank avanzo con cautela. Llevaba anos sin hacer esto. La imagen de su esposa y sus tres hijas aparecio en sumente hasta que consiguio borrarla. Necesitaba el maximo de concentracion.
Por fin llego a la distancia adecuada. Rogo para que la respiracion agitada no le traicionara. Apunto a la espalda del hombre. -?Quieto! Soy agente de policia.
El hombre se quedo inmovil.
– Ponga el arma en el suelo, por la culata. No quiero ver su dedo cerca del gatillo. Si lo veo le volare la cabeza. ?Hagalo! ?Ya!
El arma bajo hacia el suelo poco a poco. Frank vigilo la bajada, centimetro a centimetro. Entonces su vision se volvio borrosa. Le parecio que le estallaba la cabeza, se tambaleo y luego se desplomo.
Al oir el ruido, Collin se dio la vuelta. Vio a Bill Burton que sujetaba la pistola por el canon. Miro a Frank.
– Vamos, Tim.
Collin se levanto con las piernas flojas, miro al detective y acerco la pistola a la cabeza de Frank. Burton le aparto la mano.
– Es un poli. No matamos polis. Ya no mataremos a nadie mas, Tim. -Burton miro a su colega. Le invadio una fuerte inquietud al ver la facilidad con que el joven agente se habia convertido en un asesino despiadado.
Collin se encogio de hombros y guardo el arma.
Burton cogio la caja, miro al detective y despues el cadaver del mendigo. Miro a su socio y sacudio la cabeza en un gesto de desden mientras le dirigia una mirada de reproche.
Seth Frank recupero el conocimiento al cabo de unos minutos, solto un gemido, intento levantarse y volvio a desmayarse.
27
Kate se habia acostado pero le resultaba imposible conciliar el sueno. Por el techo del dormitorio desfilaban una serie de imagenes a cual mas terrorifica. Miro el reloj despertador. Las tres de la madrugada. Por el hueco de las persianas entreabiertas veia la oscuridad exterior. La lluvia golpeaba contra el cristal. El ruido, en otras ocasiones tranquilizador, ahora solo aumentaba su dolor de cabeza.
No se movio cuando sono el telefono. Sentia los miembros tan pesados que no se veia con animo de moverlos, como si se hubieran quedado sin sangre. Por un instante penso que habia sufrido un infarto. Por fin, al quinto timbrazo, levanto el auricular.
– ?Si? -Le temblaba la voz, no tenia voluntad ni para hablar. -Kate, necesito ayuda.
Cuatro horas mas tarde estaban sentados en el salon del pequeno local de comidas en Founder’s Park, el lugar de su primer encuentro despues de muchos anos de separacion. El tiempo habia empeorado. La nevada era tan fuerte que casi no circulaban coches y caminar era un aventura de locos.
Kate miro a Jack. Se habia quitado la capucha, pero la gorra de lana, la barba de varios dias y las gafas con unos cristales gruesos como culo de botella desfiguraban tanto sus facciones que Kate le miro dos veces antes de reconocerlo.
– ?Estas segura de que nadie te siguio? -pregunto Jack, ansioso.
El vapor de la taza de cafe molestaba la vision de Kate, pero asi y todo ella veia la tension en el rostro del hombre. Tenia los nervios a flor de piel.
– Hice lo que me dijiste. El metro, dos taxis y el autobus. Si alguien me siguio con este tiempo, es que no es humano.
– Por lo que he visto es probable que no lo sean -contesto Jack que dejo la taza de cafe despues de beber un trago.
No habia mencionado el nombre del punto de encuentro en la llamada. Daba por hecho que ellos lo escuchaban todo, que vigilaban a cualquiera relacionado con el. Solo habia mencionado el lugar de costumbre, en la confianza de que Kate le entenderia, y ella le habia entendido. Jack miro a traves de la ventana. Cada peaton era una amenaza. Le deslizo un ejemplar del
Seth Frank sufria una conmocion cerebral y segun un portavoz del hospital universitario George Washington, su estado era estacionario. El mendigo, todavia sin identificar, no habia tenido tanta suerte. En un recuadro se hablaba de Jack Graham, el asesino multiple. Kate le miro cuando acabo de leer.
– Tenemos que mantenernos en movimiento -dijo Jack; acabo el cafe y salieron del local.
Un taxi les dejo delante del motel de Jack en las afueras del casco antiguo de Alexandria. Jack miro a izquierda y derecha, y despues atras mientras iban a la habitacion. Cerro la puerta con llave y echo el pasador antes de quitarse la gorra y las gafas.
– Jack, lamento verte involucrado en este asunto. -Kate se estremecio con tanta fuerza que Jack se dio cuenta desde el otro extremo de la habitacion. Se apresuro a abrazarla y la mantuvo contra su pecho hasta que sintio como se relajaba su cuerpo.
– Me ligue a este asunto porque quise. Ahora solo tengo que desligarme. -Intento sonreir, pero no sirvio para disminuir el miedo que sentia Kate; el terrible temor de verle muerto como su padre.
– Te deje una docena de mensajes en el contestador automatico.
– No tuve ocasion de escucharlos, Kate. -Jack dedico la media hora siguiente al relato de los hechos ocurridos en los ultimos dias. La mirada de Kate reflejo el horror que la dominaba con cada nueva revelacion.
– ?Dios mio!
Permanecieron en silencio por un instante.
– Jack, ?tienes alguna idea de quien esta detras de todo esto?
Jack nego con la cabeza, y el movimiento le hizo soltar un gemido.
– Hay monton de cosas sueltas que me bailan por la cabeza pero nada concreto. Espero que la situacion cambie. Y pronto.
La finalidad con que pronuncio esta ultima palabra a Kate le sento como una bofetada. Los ojos se lo revelaron. El mensaje era claro. A pesar de los disfraces, las precauciones en los desplazamientos, a pesar de todo su empeno por evitarlo, ellos le encontrarian. La poli o las personas que intentaban matarlo. Solo era una cuestion de tiempo.
– Pero ahora ya tienen lo que buscaban. -La voz de Kate se apago mientras le dirigia una mirada de suplica.
El se acosto en la cama, y estiro los miembros exhaustos. Le parecia que no eran suyos.
– No es algo en lo que pueda confiar siempre, Kate. -Se sento en la cama y contemplo la habitacion. El cuadro barato de Jesus colgado en la pared. No le vendria mal una dosis de intervencion divina. Le bastaria con un milagro.
– Tu no mataste a nadie, Jack. Dijiste que Frank lo tenia claro. Los polis de Washington acabaran por llegar a la misma conclusion.
– ?Lo crees? Frank me conoce, Kate. Me conoce y todavia escucho la duda en su voz cuando hablamos la primera vez. Encontro el vaso, pero no hay ninguna prueba de que alguien manipulara el vaso o el arma. Por otro lado tienen una prueba valida que me senala como autor de dos asesinatos. Tres si cuentas el de anoche. Mi abogado me recomendaria negociar un trato de veinte anos a cadena perpetua con la posibilidad de conseguir la