– Hecho. ?Cuando crees que volveremos a tener noticias de el?

– No parece muy ansioso, aunque quiza solo es precavido. Yo lo seria en su situacion.

– Fantastico. Podre fumar un par de paquetes cada dia hasta que volvamos a saber de el. Para entonces ya me habre muerto de cancer.

– Si quiere dinero, ?que vas a hacer? -pregunto Collin.

– Depende de lo que pida, se puede solucionar sin muchos problemas -respondio la mujer mas tranquila.

– Tu eres la jefa. -Collin se levanto.

– ?Tim? -Russell se acerco a el-. Abrazame un momento. El sintio la presion contra la pistola mientras la abrazaba. -Tim, si al final resulta que es algo mas que dinero. Si no podemos recuperarlo…

Collin la miro.

– Entonces yo me encargare del asunto, Gloria -Apoyo un dedo sobre los labios de la mujer, dio media vuelta y se marcho.

Collin encontro a Burton en el vestibulo. Burton le miro de arriba abajo.

– ?Como lo ha tomado?

– Muy bien. -Collin continuo caminando hasta que Burton le cogio de un brazo y le obligo a darse la vuelta.

– ?Que cono esta pasando, Tim? -Collin aparto la mano del companero.

– Este no es el momento ni el lugar, Bill.

– Pues dime tu cuando y donde, y estare alli porque tu y yo tenemos que hablar.

– ?De que?

– ?Pretendes hacerte el tonto conmigo? -Empujo a Collin sin contemplaciones hasta un rincon-. Quiero que pienses con la cabeza sobre esa mujer. A ella le importa una mierda lo que nos pase a ti, a mi o a cualquier otro. Lo unico que le preocupa es salvar el culo. No se en que lio te esta metiendo, y no se lo que estais tramando, pero te digo que vayas con mucho ojo. No quiero verte hundido por su culpa.

– Te agradezco el interes, pero se lo que hago, Bill.

– ?Lo sabes, Tim? ?Follarse a la jefa de gabinete entra dentro de las responsabilidades de un agente del servicio secreto? ?Por que no me ensenas en que pagina del manual lo pone? Me gustaria leerlo. Y ya que hablamos del tema, explicame por que cono tuvimos que volver a entrar en aquella casa. ?Donde esta el abrecartas? Porque nosotros no lo tenemos, y creo saber quien lo tiene. Yo tambien me estoy jugando el culo, Tim. Si me van a joder quiero saber por que.

Un ayudante atraveso el vestibulo y miro con curiosidad a los dos agentes. Burton le sonrio y despues volvio su atencion a Collin.

– Venga, Tim, ?que cono harias tu si estuvieras en mi lugar?

El joven miro a su amigo y desaparecio de su rostro la expresion dura que mantenia mientras estaba de servicio. Si hubiese estado en la posicion de Burton ?que habria hecho? La respuesta era facil. Sacudir el avispero hasta que la gente comenzara a hablar. Lo que decia su colega sobre Russell era verdad. La ropa interior de seda no era suficiente para hacerle olvidar del todo su capacidad de razonar.

– ?Tomamos un cafe, Bill?

Frank bajo los dos tramos de escalera, doblo a la derecha y abrio la puerta del laboratorio. El cuarto, pequeno y necesitado de una mano de pintura, estaba muy bien aprovechado, en buena medida gracias a que Laura Simon era una persona muy compulsiva. Frank supuso que mantenia su casa tan limpia y ordenada como este lugar a pesar de tener dos ninos pequenos. Contra una pared estaban las cajas que servian para guardar pruebas; los precintos naranjas ponian una nota de color en la pintura gris desconchada. En un rincon habia una pila de cajas de carton, cada una con su etiqueta, y en otro estaba la pequena caja fuerte donde guardaban los pocos objetos merecedores de medidas de seguridad adicionales. Junto a la caja habia una nevera utilizada para guardar pruebas a una temperatura controlada.

Frank observo a la mujer que miraba a traves de un microscopio instalado al otro lado de la habitacion.

– ?Me has llamado? -Frank se inclino sobre la mesa. En la platina de cristal habia pequenos fragmentos de una sustancia. No se imaginaba a si mismo dedicado a mirar a traves de un microscopio vaya a saber que cosas, pero era consciente de que el trabajo de Laura Simon tenia una importancia fundamental en el trabajo de la policia.

– Mira esto. -Simon le senalo el aparato. Frank se quito las gafas, miro a traves del microscopio y volvio a levantar la cabeza.

– Laura, ya sabes que nunca se que estoy mirando. ?Que es?

– Una muestra de la alfombra del dormitorio de Sullivan. No la recogimos en la primera busqueda, sino despues.

– ?Y? ?Que tiene de importante? -Frank habia aprendido a escuchar con mucha atencion las palabras de la experta.

– La alfombra del dormitorio es una de esas que cuestan unos dos mil dolares el metro cuadrado. La alfombra para este dormitorio les debio costar mas o menos un cuarto de millon.

– ?Caray! -Frank se metio en la boca otro caramelo. La decision de dejar de fumar le estaba engordando ademas de estropearle la dentadura-. ?Doscientos cincuenta mil por algo que pisas?

– Es muy resistente; puedes pasar por encima con un tanque y el pelo se volvera a levantar. Solo tiene dos anos de uso. Por aquellas fechas hicieron un monton de renovaciones.

– ?Renovaciones? La casa es casi nueva.

– Fue cuando la difunta se caso con Walter Sullivan.

– Ah.

– A las mujeres les gusta arreglar las cosas a su manera, Seth. Por lo menos tenia buen gusto en materia de alfombras.

– Esta bien, ?y donde nos lleva su buen gusto?

– Mira otra vez las fibras.

Frank suspiro resignado pero obedecio.

– ?Ves las puntas? Presta atencion a la seccion transversal. Las cortaron. Al parecer con unas tijeras poco afiladas. El corte es bastante desigual, aunque diria que estas fibras son como alambres.

– ?Cortadas? -pregunto Frank extranado-. ?Por que iba alguien a cortar la alfombra? ?Donde las encontraste?

– Estas muestras las recogimos en la colcha de la cama. El que las corto no se dio cuenta de que tenia algunas fibras en la mano. Rozo la colcha y alli se quedaron.

– ?Has encontrado la parte correspondiente en la alfombra?

– Si. Justo debajo del lado izquierdo de la cama si miras hacia ella, a unos diez centimetros de distancia en la perpendicular. El corte era pequeno pero visible.

Frank se sento en uno de los taburetes junto a Simon.

– Eso no es todo, Seth. En uno de los fragmentos encontre rastros de un disolvente. Un quitamanchas.

– Quizas el utilizado por los limpiadores de alfombras. O quiza se le derramo un poco a alguna de las criadas.

– No, no. -Simon meneo la cabeza-. La compania de limpieza utiliza un sistema de vapor. Para quitar las manchas tienen un disolvente especial con base organica. Lo comprobe. Este es un derivado del petroleo, el quitamanchas que venden en cualquier drogueria. Y las criadas emplean el limpiador recomendado por el fabricante. Tambien tiene base organica. Tienen una buena provision en la casa. Ademas, la alfombra lleva un tratamiento quimico para impedir que penetren las manchas. Al utilizar un quitamanchas comun empeoraron las cosas. Por eso es probable que acabaran cortando el pelo.

– Asi que debemos suponer que alguien corto las fibras porque mostraban alguna cosa, ?no?

– No en la muestra que tengo, pero quiza corto un buen trozo solo para asegurarse de que no se dejaba nada y nosotros tenemos las fibras limpias.

– ?Que puede haber tan importante en una alfombra como para que se tomen el trabajo de cortar pelos de un centimetro? Debio ser un trabajo de chinos.

Simon y Frank pensaron lo mismo; desde luego, lo pensaban desde hacia un rato.

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