mas tonterias de este tipo.

– Si su padre cometio un asesinato, entonces tendria que ser juzgado por un jurado y condenado. Si es inocente saldra libre. Asi es como funciona el sistema. Lo sabe mejor que yo.

Kate estaba a punto de responder cuando miro las fotos. Su primer dia en los juzgados. Le parecio que habia pasado un siglo desde entonces y con mas cosas de las que estaba dispuesta a admitir. Aquella sonrisa, los suenos del principio, la perfeccion como unica meta. Hacia mucho tiempo que habia vuelto a la realidad.

La replica cortante que iba a darle al agente se perdio en la sonrisa de una mujer joven con toda una vida por delante.

Bill Burton la observo marcharse en silencio. Miro por un segundo las fotos y despues el umbral vacio.

17

– Joder, Bill, no tendria que haberlo hecho. Dijo que no se entrometeria en la investigacion. Cono, tendria que meterlo en la carcel. Eso le haria quedar de maravilla con su jefe. -Seth Frank cerro el cajon de un golpe y se levanto, furioso con el hombreton que tenia delante.

Bill Burton dejo de pasearse arriba y abajo y se sento. Ya esperaba la bronca.

– Tiene razon, Seth. Pero, caray, fui poli durante mucho tiempo. Usted no estaba disponible. Me acerque hasta alli solo para echar una ojeada. Vi a una tia que entraba. ?Usted que hubiese hecho?

Frank no respondio.

– Mire, Frank, puede darme una patada en el culo, pero se lo digo, companero, esta mujer es nuestro comodin. Con ella cogeremos al tipo.

La expresion de Frank se relajo, poco a poco se calmo su furia.

– ?De que habla?

– La chica es la hija. Su adorada hija. De hecho la unica hija. Luther Whitney ha estado tres veces en la carcel, es un ladron profesional que al parecer mejoro con los anos. La esposa acabo por divorciarse de el, no le soportaba mas. Cuando comenzaba a rehacer su vida, se murio de cancer.

Hizo una pausa.

– Continue -le pidio Seth Frank que ahora era todo oidos.

– Kate Whitney se sintio destrozada por la muerte d la madre. A su modo de ver resultado de la traicion del padre. Se sintio tan destrozada que rompio toda relacion con su padre. No solo eso, sino que se licencio en abogacia y despues entro a trabajar como una de las fiscales de la mancomunidad, donde disfruta de la fama de ser implacable, sobre todo en los delitos contra la propiedad: robos, hurtos. Siempre pide la maxima para esos tipos. Y por lo general lo consigue.

– ?De donde diablos consiguio toda esta informacion?

– Unas cuantas llamadas a las personas adecuadas. A la gente le gusta hablar de las desgracias ajenas, les hace sentir que sus propias vidas no son tan malas cuando en realidad no es asi.

– ?Y de que nos sirve todo este follon familiar?

– Seth, piense en las posibilidades. La chica odia a su viejo. Lo odia con O mayuscula y subrayada.

– Lo que propone es utilizarla de cebo. Pero, ?como lo hacemos si no tienen ningun trato?

– Ahi esta la trampa. Segun todas las versiones, el odio y el rencor son algo exclusivamente de ella. No de el. El padre la adora. La quiere mas que nada en el mundo. Hasta tiene un maldito relicario de fotos de ella en el dormitorio. Se lo digo, el tipo esta a punto para esto.

– Si, y para mi es un si muy grande, si ella esta dispuesta a cooperar, ?como se pondra en contacto con el? Desde luego, el tipo no va a estar pegado al telefono de su casa esperando que le llamen.

– No, pero me juego la cabeza que escucha los mensajes. Tendria que ver la casa. El tipo es muy ordenado, todo esta en su lugar, incluso debe pagar las facturas por anticipado. Y no tiene ni punetera idea de que vamos a por el. Al menos por ahora. Seguro que escuchalos mensajes una o dos veces al dia. Como una medida de precaucion.

– ?Asi que ella le deja un mensaje, concerta un encuentro y nosotros le pillamos?

Burton se levanto, saco dos cigarrillos del paquete y le dio uno al detective. Se tomaron un momento para encenderlos.

– Yo lo veo asi, Seth. A menos que usted tenga una idea mejor. -Todavia tenemos que convencerla. Por lo que dice, ella no parece estar muy dispuesta.

– Pienso que debe hablar con ella. Sin que yo este presente. Quiza fui demasiado duro. Tengo tendencia a propasarme.

– Lo hare manana por la manana. -Frank se puso el abrigo y el sombrero-. Escuche, Bill, no pretendia meterle una bronca.

– Claro que si -replico Burton, con una sonrisa-. Yo, en su lugar, hubiese hecho lo mismo.

– Le agradezco la ayuda.

– A mandar.

Seth se dirigio a la salida.

– Eh, Seth, un pequeno favor para un ex poli plasta.

– ?De que se trata?

– Inviteme al arresto. Quiero verle la cara cuando le pillen.

– Hecho. Le llamare despues de hablar con ella. Este poli se va a casa con la familia. Le recomiendo que haga lo mismo, Bill.

– En cuanto acabe de fumar me largo.

Frank se marcho. Burton acabo de fumar sin darse ninguna prisa y apago la colilla en el resto de cafe que quedaba en el vaso de plastico.

Podia haber ocultado el nombre de Whitney. Decirle a Frank que el fbi no habia podido identificar la huella. Pero hubiese sido una jugada peligrosa. Si Frank se enteraba, y el detective podia saberlo a traves de un centenar de fuentes, Burton quedaria al descubierto. Solo la verdad podria explicar el engano, y eso era algo que no era posible. Ademas, Burton necesitaba a Frank para conocer la identidad de Whitney. El plan del agente secreto se basaba en que el policia encontrara al ex convicto. Encontrarlo, si; arrestarlo, no.

Burton se puso el abrigo. Luther Whitney. El lugar equivocado, el momento equivocado, la gente equivocada. Bueno, al menos no se enteraria. Ni siquiera oiria el disparo. Habria muerto antes de que las sinapsis se lo avisaran al cerebro. Asi estaban las cosas. Unas veces a favor y otras en contra. Ahora, si se le ocurria como dejar segura la posicion del presidente y de la jefa de gabinete podria irse a dormir tranquilo. Pero eso estaba fuera de su alcance.

Collin aparco el coche calle abajo. Las pocas hojas multicolores que quedaban en los arboles cayeron suavemente sobre el arrastradas por la brisa. Iba vestido de modo informal: vaqueros, jersey de algodon y una cazadora de cuero. No habia ningun bulto debajo de la cazadora. El pelo humedo de la ducha. Los zapatos sin calcetines. Tenia el aspecto de un estudiante que va a la biblioteca para quedarse a estudiar hasta tarde, o dispuesto a irse de discotecas despues de jugar el partido del sabado por la tarde.

Mientras caminaba hacia la casa comenzo a inquietarse. No esperaba la llamada. La voz de ella le habia sonado normal, sin tension ni enfado. Segun Burton, se lo habia tomado bastante bien dadas las circunstancias. Pero el sabia lo duro que Burton podia llegar a ser y esto le preocupaba. Haberle dejado ir a la cita en su lugar no habia sido muy inteligente de su parte. Claro que habia mucho en juego. Burton le habia abierto los ojos.

Toco el timbre, la puerta se abrio en el acto y el entro. Se volvio en el momento que se cerraba la puerta y alli estaba ella, vestida con un salto de cama blanco que era demasiado corto y demasiado cenido en los puntos importantes. Gloria se puso de puntillas para besarle en los labios. A continuacion, le cogio de la mano y le llevo hacia el dormitorio.

Ella le indico con un ademan que se tendiera en la cama. De pie delante de Tim desato las cintas de la prenda transparente y dejo que cayera al suelo. Despues se quito las bragas. El intento levantarse, pero ella se lo impidio con delicadeza.

Se monto lentamente sobre el hombre, y paso los dedos entre sus cabellos. Deslizo una mano sobre la

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