?Lo siento? Pitt todavia no podia creer que estaba conversando con una maquina.

– Si puedo hacer una breve digresion, Esperanza, te dire que eres un ordenador muy inteligente y muy simpatico.

– Gracias por el cumplido, Dirk. Por si le interesa, tambien puedo producir efectos de sonido, imitar animales, cantar, aunque no demasiado bien, y pronunciar «supercalifragilisticoexpialidoso», aunque no he sido programada para dar su definicion exacta. ?Quiere que la pronuncie al reves?

Pitt se echo a reir.

– Otro dia. Volviendo al Cyclops, el que me interesa se hundio probablemente en el Caribe.

– Esto reduce el numero a dos. Un pequeno vapor que encallo en Montego Bay, Jamaica, el 5 de mayo de 1968, y un carbonero de la Marina de los Estados Unidos, que se perdio sin dejar rastro, entre el 5 y el 10 de marzo de 1918.

Raymond LeBaron no hubiese volado en busca de un barco encallado, solo veinte anos atras, en un puerto de mucho trafico, razono Pitt. Entonces recordo el carbonero de la Marina. Su perdida fue considerada como uno de los grandes misterios del mitico Triangulo de las Bermudas.

– Hablemos del barco carbonero -dijo Pitt.

– Si quiere que imprima los datos para usted, Dirk, pulse el boton de control de su teclado y las letras PT. Tambien, si observa la pantalla, puedo proyectar todas las fotos disponibles.

Pitt siguio las instrucciones y la maquina empezo a funcionar. Fiel a su palabra, Esperanza proyecto una imagen del Cyclops anclado en un puerto anonimo.

Aunque el casco era estrecho, con su anticuada proa recta y su popa en graciosa curva de copa de champana, su superestructura tenia el aspecto de un juego de construccion de un nino que se hubiese vuelto loco. Un laberinto de gruas, unidas por una telarana de cables y sujetas con altos soportes, se alzaba en mitad de la cubierta como un bosque muerto. Una larga camareta se alzaba en la parte de popa del barco, sobre la sala de maquinas, rematado el techo por dos chimeneas gemelas y varios altos ventiladores. En la parte de proa, la caseta del timon se levantaba sobre la cubierta como un tocador de cuatro patas, perforada por una hilera de ojos de buey y abierta por debajo. Dos altos mastiles con un travesano surgian de un puente que habria podido pasar por una meta de rugby. En conjunto, parecia un barco tosco, un patito feo que no habia llegado a convertirse en cisne.

Tambien habia en el algo misterioso. Al principio, Pitt no pudo dar con ello, pero despues lo comprendio de pronto: extranamente, no se veia ningun tripulante sobre cubierta. Era como si el barco hubiese sido abandonado.

Pitt se volvio y observo la impresion de los datos de la nave:

Botadura: 7 mayo 1910 por William Cramp amp; Sons Shipbuilders, Filadelfia.

Tonelaje: 19.360 de desplazamiento. Eslora: 180 metros (en realidad mas largo que los buques de guerra de su tiempo). Manga: 20 metros. Calado: 9 metros 30 centimetros.

Velocidad: 15 nudos (3 nudos mas veloz que los barcos Liberty de la Segunda Guerra Mundial). Armamento: Cuatro canones de 4 pulgadas. Tripulacion: 246. Capitan: G. W. Worley, Servicio Auxiliar Naval.

Pitt observo que Worley habia sido capitan del Cyclops desde que entro en servicio hasta que desaparecio. Se retrepo en su silla, reflexionando mientras estudiaba la imagen del barco.

– ?Tienes otras fotografias de el? -pregunto a Esperanza.

– Tres desde el mismo angulo, una de la popa y cuatro de la tripulacion.

– Echemos un vistazo a la tripulacion.

La pantalla se oscurecio un momento y pronto aparecio la imagen de un hombre, de pie junto a la barandilla de un barco y asiendo de la mano a una nina pequena.

– El capitan Worley con su hija -explico Esperanza.

Era un hombron de cabellos ralos, bigote recortado y manos grandes, que llevaba traje oscuro, corbata casualmente torcida y zapatos relucientes, y miraba fijamente a la camara que congelo su imagen setenta y cinco anos atras. La nina que estaba a su lado era rubia, llevaba un vestido hasta las rodillas y un sombrerito, y sujetaba lo que parecia ser una muneca muy rigida y en forma de botella.

– Su verdadero nombre era Johann Wichman -dijo Esperanza sin que nadie se lo preguntase-. Nacio en Alemania y entro ilegalmente en los Estados Unidos saltando de un barco mercante en San Francisco durante el ano 1878. Se ignora como falsifico sus documentos. Mientras estuvo al mando del Cyclops, vivio en Norfolk, Virginia, con su esposa y su hija.

– ?Alguna posibilidad de que trabajase para los alemanes en 1918?

– No se demostro nada. ?Quiere ver los informes de la investigacion naval sobre la tragedia?

– Imprimelos. Los estudiare mas tarde.

– La foto siguiente es la del teniente David Forbes, segundo comandante -dijo Esperanza.

La camara habia captado a Forbes en uniforme de gala, de pie junto a lo que Pitt presumio que era un turismo Cadillac de 1916. Tenia cara de galgo, nariz larga y estrecha, y los ojos palidos, aunque no podia determinarse su color en la fotografia en blanco y negro. Iba pulcramente afeitado y tenia las cejas arqueadas y los dientes ligeramente salientes.

– ?Que clase de hombre era? -pregunto Pitt.

– Su historial en la Marina era intachable hasta que Worley le arresto por insubordinacion.

– ?Motivo?

– El capitan Worley altero la ruta que habia fijado el teniente Forbes y casi naufrago al entrar en Rio. Cuando Forbes le pidio explicaciones, Worley se enfurecio y le arresto.

– ?Estaba Forbes todavia arrestado durante el ultimo viaje?

– Si.

– ?Quien es el siguiente?

– El teniente John Church, segundo oficial.

La foto mostraba a un hombre bajito y de aspecto casi endeble, vestido de paisano y sentado a la mesa de un restaurante. Su cara tenia el aire cansado del agricultor despues de una larga jornada en el campo; sin embargo, sus ojos oscuros parecian indicar un caracter humoristico. Los cabellos grises, sobre una alta frente, estaban peinados hacia atras sobre unas orejas pequenas.

– Parece mayor que los otros -observo Pitt.

– En realidad, solo tenia veintinueve anos -dijo Esperanza-. Ingreso en la Marina a los dieciseis y ascendio gracias a su trabajo.

– ?Tuvo problemas con Worley?

– No consta en su historial.

La ultima fotografia era de dos hombres en actitud de firmes ante un tribunal. No habia senal de temor en sus semblantes; mas bien parecian hoscos y desafiadores. El de la izquierda era alto y esbelto, de brazos musculosos. El otro tenia la corpulencia de un oso pardo.

– Esta fotografia fue tomada durante el consejo de guerra contra el maquinista de primera James Coker y el maquinista de segunda Barney DeVoe por el asesinato del maquinista de tercera Osear Stewart. Los tres estaban destinados a bordo del crucero de los Estados Unidos Pittsburgh. Coker, que es el de la izquierda, fue condenado a muerte en la horca,

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