oficial de Estado Mayor, cuyo nombre no le interesa. No fue problema para el enterrar otra mision en el laberinto del Pentagono.

Joe se interrumpio cuando echaron a andar detras de la pelota. El presidente dio otro golpe como un sonambulo. Volvio al cochecito y miro fijamente a Joe.

– Parece imposible que pudiesen vendarse completamente los ojos a la NASA.

– Tambien uno de los directores clave de la Administracion del Espacio pertenecia al «circulo privado». Preveia tambien que una base permanente con infinitas oportunidades era preferible a unos pocos viajes temporales de naves tripuladas a la superficie lunar. Pero se daba cuenta de que la NASA no podia realizar al mismo tiempo dos programas tan complicados y caros, por lo que se hizo miembro de la Jersey Colony. El proyecto se mantuvo en secreto para que no hubiese interferencias del Poder Ejecutivo, del Congreso o de los militares. Tal como se desarrollaron las cosas, fue una sabia decision.

– Y la conclusion es que los Estados Unidos tienen una solida base en la Luna.

Joe asintio solemnemente.

– Si, senor presidente, es exactamente esto.

El presidente no acababa de comprender del todo la enormidad de la idea.

– Es increible que un proyecto tan vasto pudiese realizarse detras de una cortina impenetrable de secreto, desconocido y no descubierto durante veintiseis anos:

Joe miro fijamente la calle.

– Tardaria un mes en describir los problemas, los obstaculos y las tragedias que hubo que superar; los adelantos cientificos y de ingenieria requeridos por un proceso de reduccion de hidrogeno para hacer agua, para fabricar un aparato de extraccion de oxigeno, y construir una planta de generacion de energia cuya turbina es accionada por nitrogeno liquido; para la acumulacion de materiales y equipos lanzados a una orbita determinada por una agencia espacial particular patrocinada por el «circulo privado»; para la construccion de un vehiculo de transporte lunar que enlazara la orbita terrestre con la Jersey Colony.

– ?Y todo se hizo ante las narices de todos los encargados de nuestro programa espacial?

– Los que se anunciaban como complicados satelites de comunicacion eran piezas disfrazadas del vehiculo de transferencia lunar y, en cada una de ellas, viajaba un hombre en una capsula interna. No entrare en los diez anos de planificacion ni en la enorme complejidad de la cooperacion para reunir aquellas piezas en uno de nuestros abandonados laboratorios espaciales, que fue empleado como base para el montaje del vehiculo. Ni en la hazana que supuso la invencion de un motor electrico solar ligero y eficaz, que empleaba oxigeno como medio de propulsion. Pero la tarea fue realizada con exito.

Joe se interrumpio para que el presidente pudiese dar otro golpe.

– Entonces todo fue cuestion de recoger los sistemas y suministros vitales ya puestos en orbita, y transportarlos, en realidad remolcarlos, hasta el lugar predeterminado en la Luna. Incluso un viejo laboratorio sovietico en orbita y toda pieza util de chatarra espacial fueron llevados a la Jersey Colony. Desde el principio fue una operacion sin alharacas, el viaje de unos pioneros desde su casa en la Tierra, el paso mas importante de la evolucion desde que el primer pez paso a la tierra hace mas de trescientos millones de anos. Pero por Dios que lo hicimos. Mientras nosotros estamos hablando aqui, diez hombres viven y trabajan en un medio hostil a quinientos mil kilometros de distancia.

Mientras Joe hablaba, sus ojos adquirieron una expresion mesianica. Despues, su vision volvio a ser normal y contemplo su reloj.

– Sera mejor que nos demos prisa, antes de que el Servicio Secreto se pregunte por que nos retrasamos. En todo caso, esto es lo esencial. Tratare de responder a sus preguntas mientras juega.

El presidente le miro, pasmado.

– ?Jesus! -gruno-. No creo que pueda asimilar todo esto.

– Mis disculpas por decirle tantas cosas en tan poco tiempo -dijo rapidamente Joe-. Pero era necesario.

– ?En que lugar exacto de la Luna esta Jersey Colony?

– Despues de estudiar las fotografias de las sondas Lunar Orbiter y de las misiones Apolo, detectamos un geiser de vapor en una region volcanica del hemisferio sur del lado oculto de la Luna. Un examen mas a fondo mostro que habia alli una gran caverna, refugio perfecto para emplazar la instalacion inicial.

– ?Ha dicho que hay diez hombres alla arriba?

– Si.

– ?Y como hacen los turnos, las sustituciones?

– No hay turnos.

– Dios mio, esto significa que el primitivo equipo que monto el transporte lunar lleva seis anos en el espacio.

– Cierto -reconocio Joe-. Uno murio y se incorporaron otros siete cuando se amplio la base.

– ?Y sus familias?

– Todos son solteros, todos conocian y aceptaron las penalidades y los riesgos.

– Ha dicho que yo soy solamente el segundo presidente que se entera del proyecto, ?no?

– Correcto.

– No permitir que el jefe ejecutivo de la nacion conozca el proyecto es un insulto a su cargo.

Los ojos azules de Joe se oscurecieron todavia mas; miro al presidente con severa malicia.

– Los presidentes son animales politicos. Los votos son mas preciosos para ellos que los tesoros. Nixon hubiese podido emplear la Jersey Colony como una cortina de humo para eludir el escandalo de Watergate. Lo propio cabria decir de Carter y el fiasco de los rehenes en Iran. Reagan lo habria aprovechado para glorificar su imagen y echarselo en cara a los rusos. Todavia es mas deplorable la idea de lo que haria el Congreso con el proyecto; las politicas partidistas entrarian en juego, y se iniciarian interminables debates sobre si el dinero seria mejor empleado en defensa o en alimentar a los pobres. Yo amo a mi pais, senor presidente, y me considero mas patriota que la mayoria, pero ya no tengo fe en el Gobierno.

– Se apoderaron de dinero de los contribuyentes.

– Que sera devuelto con intereses en beneficios cientificos. Pero no olvide que personas particulares y sus corporaciones aportaron la mitad del dinero y, debo anadir, que lo hicieron sin el menor proposito de beneficio o ganancia personal. Los contratistas de defensa y del espacio no pueden alardear de esto.

El presidente no lo discutio. Deposito en silencio la pelota en un tee y lanzo la bola hacia el decimoctavo green.

– Si desconfia usted tanto de los presidentes -dijo agriamente-, ?por que ha caido del cielo para contarme todo esto a mi?

– Podemos tener un problema. -Joe tomo una fotografia del fondo de la carpeta y se la mostro-. A traves de nuestras relaciones, hemos obtenido esta foto tomada desde uno de los aviones de la Air Force que hacen vuelos de reconocimiento sobre Cuba.

El presidente comprendio que no debia preguntar como habia llegado a las manos de Joe.

– ?Por que me la muestra?

– Por favor, estudie la zona entre la costa norte de la isla y los Florida

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