Incapaz de asesinar pero si dispuesto a herir para salvar a sus hijos y a su intimo amigo de una muerte segura, efectuo cuatro disparos contra los pies de las cuatro mujeres que tenia mas cerca. Las cuatro cayeron al suelo con grandes gritos de dolor y asombro. Las demas vacilaron, pero estimuladas por la colera y el fanatismo volvieron a avanzar al tiempo que los amenazaban con las dagas.

Con los mismos reparos que Pitt a la hora de tirar a matar contra una mujer, Giordino imito a su companero. Lenta y metodicamente comenzo a disparar a los pies de las mujeres. Cinco de ellas cayeron una encima de la otra.

– ?Alto! -grito Pitt-. ?Alto o dispararemos a matar!

Aquellas que estaban ilesas hicieron una pausa y miraron a las companeras que se retorcian de dolor en el suelo. Una de ellas, vestida con una tunica color plata, levanto la daga bien alto y despues la dejo caer. El arma golpeo contra el suelo con un sonido metalico. Con movimientos pausados, una tras otra, las demas siguieron su ejemplo hasta quedarse con las manos vacias.

– ?Ocupaos de las heridas!

Pitt acabo de desatar a Summer, mientras Giordino vigilaba a las mujeres y permanecia atento a la aparicion de los guardias. Se maldijo a si mismo cuando comprobo que Epona habia conseguido escapar al amparo de la confusion. Al ver que Summer no estaba en condiciones de valerse por si misma, se la cargo al hombro y fue hasta el trono, donde arranco las argollas que sujetaban las cadenas de Dirk haciendo palanca con el canon del fusil. En cuanto se quito la mordaza, Dirk pregunto:

– Por todos los santos, papa, ?como es que tu y Al estais aqui?

– Digamos que hemos caido del cielo -respondio Pitt, abrazando a su hijo.

– Lo habeis calculado con gran precision. Unos pocos segundos mas y… -Su voz se apago al pensar en lo que habria ocurrido.

– Ahora tenemos que encontrar la manera de salir de aqui. -Pitt miro los ojos velados de Summer-. ?Esta bien? -le pregunto a su hijo.

– Esas brujas la pusieron hasta las orejas de drogas.

Pitt lamento no tener a Epona en sus manos. Pero no habia ni rastro de ella. Habia abandonado a sus hermanas para esfumarse en la oscuridad mas alla de las columnas. Saco el movil de la bolsa sujeta a la cintura y marco un numero. Despues de unos segundos que se le hicieron eternos, escucho la voz de Gunn.

– ?Dirk?

– ?Cual es vuestra situacion? -replico Pitt-. Me parecio que os habian dado.

– Shepard recibio un balazo en el brazo, pero es una herida limpia. Se la he vendado lo mejor que he sabido.

– ?Esta en condiciones de pilotar?

– Es perro viejo. No hay manera de impedirselo.

– ?Como estas tu?

– Un proyectil me rozo la cabeza -respondio Gunn alegremente-, y sospecho que se llevo la peor parte.

– ?Estais en el aire?

– Si, a unos cinco kilometros al norte de la isla. -Hubo una muy breve pausa y luego Gunn pregunto con voz preocupada-. ?Que hay de Dirk y Summer?

– Estan sanos y salvos.

– Bendito sea Dios… ?Estais preparados para la evacuacion?

– Ven a recogernos.

– ?Puedes decirme que habeis encontrado?

– Ya habra tiempo mas tarde para responder a las preguntas.

Pitt corto la comunicacion y miro a Summer, que volvia lentamente a la realidad. Giordino y Dirk la ayudaban a caminar de un extremo a otro para que recuperara la circulacion. Mientras esperaba la llegada del helicoptero, camino alrededor del altar, atento a la aparicion de los guardias de Epona, pero ninguno hizo acto de presencia. Luego las luces se apagaron y su mundo quedo a oscuras, al tiempo que se extendia el silencio por el anfiteatro pagano.

En el mismo momento en que aparecieron Gunn y Shepard, se escucho el rugido de las turbinas en la pista de la isla cuando varios aviones despegaron en rapida sucesion. Seguro de que ahora no aparecerian los guardias de entre las sombras, Pitt le aviso a Shepard que podia encender las luces de aterrizaje. Gracias a las luces del helicoptero cuando este inicio la maniobra de descenso, Pitt vio que se habian quedado solos. Todas las mujeres habian desaparecido. Miro el cielo nocturno tachonado de estrellas y se pregunto hacia donde se dirigia Epona. ?Cuales serian sus planes ahora que su siniestro intento, que habria provocado terribles sufrimientos a millones de personas, habia sido frustrado y que su centro de operaciones estaba sepultado en el fondo del lago de Nicaragua?

Ahora que se conocian los actos delictivos que habia cometido por orden de Specter, se convertiria en una fugitiva. Las policias de todo el mundo le seguirian el rastro. Se investigarian todos los detalles de las operaciones de Odyssey. Se presentarian demandas en los juzgados de Europa y los Estados Unidos. Era dudoso que Odyssey pudiese sobrevivir a las indagaciones. ?Que pasaria con Specter? Era el jefe de todo, asi que el era el responsable. ?Como era la relacion entre Specter y Epona? Las preguntas surgian en la mente de Pitt sin encontrar respuesta.

El misterio tendrian que aclararlo otros, penso. Afortunadamente, el y Giordino habian dado por concluida su participacion. Centro sus pensamientos en temas mas mundanos, como su propio futuro. Miro a Giordino cuando se le acerco.

– Quiza no sea este el mejor momento para sacar el tema -manifesto Giordino-, pero he estado pensando a fondo, sobre todo durante los ultimos diez dias. He llegado a la conclusion de que ya estoy demasiado viejo para andar correteando por los mares y participar en las descabelladas aventuras de Sandecker. Estoy cansado de hazanas inverosimiles, de escapar por los pelos, y de expediciones que han estado a punto de acabar con mi prolifica vida amorosa. Ya no puedo hacer todo lo que hacia antes. Me duelen los huesos, y mis cansados musculos tardan el doble de tiempo en recuperarse.

– En resumen, ?que me quieres decir? -pregunto Pitt con una gran sonrisa.

– El almirante puede elegir. Me puede enviar a pastar y buscarme un comodo empleo en alguna empresa de ingenieria naval o bien podria nombrarme jefe del departamento tecnico de la NUMA. Cualquier lugar donde no me disparen ni amenacen con dejarme lisiado.

Pitt se volvio y durante unos segundos contemplo el mar encrespado. Luego miro a Dirk y Summer, mientras su hijo ayudaba a su hermana a subir al helicoptero. Ellos eran su futuro.

– ?Sabes? -respondio finalmente-, me has leido el pensamiento.

PARTE CINCO

Descubierto

48

11 de septiembre de 2006

Washington

A las nueve de la manana, tres dias despues de que el y sus hijos regresaran al hangar, Pitt se anudo la corbata para completar su atuendo. Se habia vestido con lo que llamaba “su traje de domingo”: el unico que tenia hecho a medida, negro a rayas y con chaleco. Luego se abotono el chaleco y metio en uno de los bolsillos su viejo reloj de oro, paso la cadena por uno de los ojales y metio el otro extremo de la cadena con la trabilla en el bolsillo

Вы читаете La Odisea De Troya
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату