rostro y el cuello con una toalla.
– ?Cuales son las ultimas noticias de Pitt y Giordino?
– No hemos sabido nada de ellos en las ultimas ocho horas -respondio Gunn, sin disimular la inquietud-. Nada desde que entraron en lo que describieron como un pozo de ventilacion de un tunel. Pitt dijo que atravesaba Nicaragua por debajo de la selva desde el Pacifico hasta el mar de las Antillas.
– ?No hemos tenido mas contactos?
– Solo silencio -dijo Gunn-. Es imposible comunicarse por telefono mientras esten bajo tierra.
– Un tunel que une los dos oceanos -murmuro Sandecker con un tono de duda.
– Fue lo que aseguro Pitt -declaro Gunn-. Tambien informo de que la constructora pertenece a Odyssey.
– ?Odyssey? -Sandecker miro a su segundo, desconcertado-. ?Otra vez?
Gunn asintio con un gesto.
– Parecen surgir por todas partes.
Sandecker se levanto para acercarse a la ventana que daba al rio Potomac. Desde alli alcanzaba a ver las velas rojas recogidas de su pequeno balandro amarrado en el puerto deportivo rio abajo.
– No tengo ninguna noticia de que se este excavando un tunel a traves del territorio nicaraguense. Se hablo durante un tiempo de construir un ferrocarril subterraneo de alta velocidad para el transporte de cargas entre los dos mares… Pero eso fue hace varios anos, y hasta donde se el proyecto nunca se puso en marcha.
Gunn abrio una carpeta, saco varias fotos y las dejo sobre la mesa del almirante.
– Aqui estan las fotos tomadas durante varios anos desde los satelites de una pequena ciudad portuaria llamada San Juan del Norte.
– ?De donde las has sacado? -pregunto Sandecker, con evidente interes.
– Hiram Yaeger hizo un recorrido por los archivos de fotografias tomadas por los satelites de diversas agencias de inteligencia y los copio en nuestro banco de datos.
Sandecker se puso las gafas y comenzo a mirar las fotos. Se fijo primero en las fechas en que habian sido tomadas, que aparecian impresas en la parte inferior de cada una. Tardo unos minutos en mirarlas todas.
– Hace cinco anos, el puerto parecia desierto. Luego descargaron maquinaria pesada y construyeron instalaciones para la descarga de barcos portacontenedores.
– Por lo que se ve en las fotos, todo el material lo guardaron en depositos prefabricados y nunca mas salieron.
– Parece increible que algo de tanta magnitud pasara desapercibido durante tanto tiempo.
Gunn dejo una carpeta sobre la mesa junto a las fotos.
– Yaeger tambien consiguio una copia del informe sobre los programas y operaciones de Odyssey. Solo hay un bosquejo de sus actividades financieras. Como tiene sede en Brasil, no esta obligada a presentar balances ni cuentas de resultados.
– ?Que pasa con los accionistas? Sin duda reciben el informe anual.
– No aparecen en los listados de las bolsas internacionales, porque la compania es de propiedad exclusiva de Specter.
– ?Es posible que pueda financiar por si sola un proyecto de esta envergadura? -pregunto el almirante.
– Hasta donde sabemos, cuenta con los medios. Asi y todo, Yaeger cree que en este proyecto realmente descomunal es probable que reciban fondos de la Republica Popular China, que ya ha financiado otros proyectos de Specter en Centroamerica.
– Parece logico. Los chinos estan invirtiendo mucho en esa region y tienen cada vez mas influencia.
– Otra razon para mantener el secreto -explico Gunn- es evitar las criticas por el impacto ecologico, social y economico. Mientras los trabajos se realicen en forma encubierta, el gobierno hace caso omiso de la oposicion de los activistas nicaraguenses y elude cualquier problema referente a los derechos de paso.
– ?Specter y la China Roja tienen otros proyectos conjuntos?
– El ano que viene comenzaran a construir instalaciones portuarias en el canal de Panama y un puente que lo atravesara.
– ?Que necesidad hay de tanto secretismo? -murmuro Sandecker, mientras volvia a sentarse-. ?Que pretenden ocultar?
Gunn levanto las manos en un gesto de impotencia.
– Hasta que consigamos nueva informacion, estamos completamente a oscuras.
– Es obvio que no podemos quedarnos callados.
– ?Llamamos a la CIA y al Pentagono, para comunicarles nuestras sospechas? -pregunto Gunn.
Sandecker penso unos segundos antes de responder.
– No, hablaremos con el consejero de seguridad nacional del presidente.
– Estoy de acuerdo -manifesto Gunn-. Pero esto podria derivar en una situacion muy grave.
– ?Maldita sea! -exclamo el almirante, lleno de frustracion-. Si supieramos algo de Pitt y Giordino… Entonces tendriamos una pista de lo que esta sucediendo alla abajo.
Despues de llegar a un punto muerto, a Pitt y Giordino no les quedo otra alternativa que regresar por donde habian venido. El cuarto tunel se veia desierto y carecia de cualquier clase de equipamiento. Solo las estaciones de bombeo en ambos extremos, siniestramente silenciosas, indicaban un oscuro proposito que Pitt era incapaz de adivinar.
Tambien resultaba curioso que no hubiese aparecido una docena de coches patrulla con las luces de emergencia y las sirenas en marcha, lanzados en su persecucion en la penumbra del tunel. Tampoco habia camaras de vigilancia. Lo habian quitado todo despues de acabar la construccion del tunel.
La respuesta no tardo en hacerse obvia.
– Ahora comprendo porque los guardias no llevaban ninguna prisa en perseguirnos -comento Giordino.
– No tenemos donde ir -senalo Pitt, como punto final a la solucion del enigma-. Nuestra pequena aventura ha llegado a su fin. Los guardias de Specter esperaran a que el hambre y la sed nos obliguen a regresar al tunel principal, con la ilusion de que si nos entregamos quiza nos agasajen con una ultima cena antes de colgarnos.
– Quiza prefieran dejar que nos muramos aqui.
– Tambien es una posibilidad.
Pitt se enjugo con la manga de la camisa el sudor que de pronto le chorreaba por la frente y se le metia en los ojos.
– ?Te has dado cuenta de que la temperatura en este tunel es mucho mas alta que en los demas?
– Esto comienza a parecer una sauna -afirmo Giordino, con el rostro empapado en sudor.
– El aire huele a azufre.
– Ahora que has mencionado la cena, ?que hay de tu provision de barritas de caramelo?
– Se han acabado.
Repentinamente, ambos pensaron lo mismo en el mismo instante, y se volvieron el uno al otro para decir las mismas tres palabras al unisono.
– Pozo de ventilacion.
Giordino fue el primero en recuperar la seriedad.
– Quiza no. No veo las cabinas de control elevadas que hay en los otros tuneles.
– Lo mas probable es que las desmontaran junto con los rieles y los focos, dado que ya no eran necesarias para controlar la ventilacion una vez acabada la construccion.
– Si, pero los peldanos estaban empotrados en la pared. Te juego la paga del mes que viene, si es que vivo para cobrarla, que no se molestaron en quitarlos.
– No tardaremos en averiguarlo -dijo Pitt, mientras Giordino pisaba el acelerador y el coche salia disparado.
Despues de recorrer casi treinta kilometros, la luz de los faros mostro los peldanos en una de las paredes. Giordino aparco unos diez metros antes, para que los faros iluminaran un sector lo mas amplio posible.
– Los peldanos suben hasta donde estaba la cabina de control -comento. Se rasco la sombra de barba que le habia crecido en las mejillas y la barbilla.
Pitt se apeo del coche y comenzo a subir. Debia de haber pasado un ano o mas desde que habian acabado el