erradicar la religion druida. Las druidesas se vieron reducidas a la categoria de brujas. A las mujeres con poder las convirtieron en seres malignos, aliados del demonio. Se cebaron en ellas hasta excluirlas, y las sometieron a la dominacion masculina.

La erudita mente de Gunn absorbia como una esponja todas y cada una de las palabras de Boyd.

– Los romanos adoraban a dioses y diosas paganos. ?Que los impulso a eliminar a los druidas?

– Lo hicieron porque veian a los druidas como un foco de rebelion contra Roma. Tambien estaban en contra de los ritos salvajes practicados por ellos.

– ?Cuales eran esos ritos? -pregunto Sandecker.

– Los primitivos druidas realizaban sacrificios humanos. Se dice que su culto pagano no tenia limites. Los sacrificios eran una practica habitual. Otra siniestra leyenda es la del Hombre de Paja. Los romanos narraron episodios donde a los hombres y mujeres condenados los metian dentro de grandes efigies de paja y los quemaban vivos.

Summer no parecia estar muy de acuerdo.

– ?Se sabe a ciencia cierta que las druidesas participaban en esos sacrificios?

Boyd se encogio de hombros.

– Es de suponer que eran tan responsables como los hombres.

– Todo esto nos lleva de nuevo a la pregunta que nos hemos formulado mil veces -intervino Dirk-. ?Como es posible que una druidesa, o una mujer celta de alto rango, acabara sepultada en lo que fue una vez una isla en el mar de las Antillas, a ocho mil kilometros de su hogar en Europa?

El catedratico se volvio para mirar a Chisholm.

– Creo que mi colega John Wesley tiene algunas respuestas extraordinarias a su pregunta.

– Un momento -interrumpio Sandecker. Se dirigio a Yaeger-. Tu y Max, ?habeis podido descubrir como es que la estructura acabo a quince metros de profundidad?

– Casi no hay informacion geologica sobre el Caribe -respondio Yaeger, mientras desparramaba un monton de hojas sueltas sobre la mesa-. Sabemos mas sobre la caida de meteoritos en los tiempos prehistoricos y de los movimientos de tierras ocurridos hace millones de anos que sobre los movimientos geologicos de tres mil anos atras. Las mejores proyecciones que hemos obtenido de los geologos consultados es que el banco de la Natividad, que era una isla, se hundio como consecuencia de un terremoto submarino entre el mil cien y el mil antes de Cristo.

– ?Como has llegado a esa fecha? -pregunto Perlmutter, que acomodo una vez mas su corpachon en una silla demasiado pequena.

– A traves de diversos estudios quimicos y biologicos, los cientificos han podido determinar aproximadamente la antiguedad de las incrustaciones y cuanto tardaron en formarse en las paredes de piedra, la corrosion y el deterioro de los objetos, y la edad del coral que rodea la estructura.

Sandecker busco uno de sus puros en el bolsillo y, al no encontrarlo, comenzo a tamborilear en la superficie de la mesa con un boligrafo.

– Los charlatanes lo pasaran de maravilla declarando que se ha encontrado la Atlantida.

– Nada que ver. -Chisholm sacudio la cabeza-. Es un tema que he analizado a fondo. Estoy convencido de que Platon se invento un relato del desastre a partir de la erupcion ocurrida en Santorini en el 1650 antes de Cristo.

– ?No cree que la Atlantida estaba en el Caribe? -pregunto Summer con un tono un tanto jocoso-. Son muchos los que hablan del hallazgo de carreteras y ciudades hundidas.

A Chisholm no parecio que el comentario le hiciera gracia.

– Solo son formaciones geologicas. Si la Atlantida se encontraba en el Caribe -hizo una pausa de efecto-, ?como es que no se ha encontrado ni un solo objeto que le perteneciera? Lo siento, la Atlantida no estaba a este lado del oceano.

– Segun los registros paleontologicos en mi biblioteca -senalo Yaeger-, los indios arahuacos que se encontraron los espanoles cuando llegaron al Nuevo Mundo eran los primeros pobladores de las Antillas. Emigraron de Sudamerica alrededor del dos mil quinientos antes de Cristo, o sea unos mil cuatrocientos anos antes de que la mujer fuera depositada en su tumba.

– Siempre hay alguien que llega primero -comento Perlmutter-. Colon menciono que habia visto los restos de grandes naves europeas en la playa de una isla.

– No se como llego alli la mujer -admitio Chisholm-, pero quiza pueda arrojar alguna luz sobre quien era.

Apreto la tecla del mando a distancia, y la primera imagen del friso fotografiado por Dirk y Summer aparecio en la pantalla. La escena mostraba lo que parecia ser una flota que se disponia a atracar en la costa. Su aspecto era parecido al de las embarcaciones vikingas, pero eran mas rechonchas, con el fondo plano apropiado para navegar por los bajios costeros y los rios. Tenian un unico mastil con velas cuadradas que parecian hechas de cuero, para que pudieran soportar la fuerza de las galernas atlanticas. La proa y la popa eran muy altas, utiles para navegar por aguas turbulentas. Los remos estaban sujetos en los toletes colocados en las bordas.

– La primera escena del friso muestra una flota que desembarca guerreros, caballos y carros. -Apreto de nuevo la tecla-. Segunda escena: el ejercito rival aparece saliendo de una trinchera que rodea una ciudadela que se alza en una colina, de laderas muy empinadas. En la siguiente los tenemos cargando a traves de una llanura para atacar al enemigo antes de que consiga desembarcar. La cuarta escena corresponde a la batalla para rechazar a la flota invasora.

– Si no fuese por los terraplenes y la ciudadela, que parece estar hecha de madera -apunto Perlmutter-, diria que estamos viendo la guerra de Troya.

En el rostro de Chisholm aparecio una expresion que podia compararse a la de un lobo que ve como un rebano se acerca a su guarida.

– Esta usted mirando la guerra de Troya, precisamente.

Sandecker cayo en la trampa.

– Unos griegos y troyanos de aspecto extrano. Siempre he creido que llevaban barba y no mostachos.

– Eso es porque no eran griegos ni troyanos.

– En ese caso, ?que eran?

– Celtas.

Perlmutter no disimulo su satisfaccion al escuchar la respuesta.

– Yo tambien he leido a Iman Wilkens.

– Entonces ya conoce sus extraordinarias revelaciones sobre el mas grande error de la historia antigua.

– ?Podria sacarnos a los demas de la ignorancia? -pregunto el almirante, impaciente.

– Sera un placer -contesto Chisholm-. La guerra de Troya…

– ?Si?

– No se libro en la costa occidental de Turquia, sobre el mar Mediterraneo.

Yaeger lo miro con una expresion de asombro.

– Si no se libro en Turquia, ?donde tuvo lugar?

– En Cambridge, Inglaterra -respondio Chisholm tranquilamente-. En el mar del Norte.

32

Todos excepto Perlmutter miraron a Chisholm, dominados por el asombro y la incredulidad.

– Es obvio el escepticismo en sus miradas -declaro el historiador-. El mundo ha sido victima de un engano desde hace ciento veintiseis anos, cuando un comerciante aleman llamado Heinrich Schliemann manifesto con bombos y platillos que habia encontrado la antigua Troya gracias a las indicaciones contenidas en la Iliada de Homero. Afirmo que la colina llamada Hisarlik era el lugar perfecto para la ciudad fortificada de Troya.

– ?No fueron respaldados por la mayoria de los arqueologos e historiadores los hallazgos de Schliemann?

– Es un debate que sigue muy vivo -replico Boyd-. Homero era un hombre misterioso; no hay ninguna prueba de su existencia real. La leyenda solo nos cuenta de un hombre llamado Omeros, que recogio los poemas epicos

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