El joven salio del coche y se dirigio hacia la parada de autobus.
– ?Santos!
Victor se detuvo y la miro.
– Nos veremos -sonrio Glory.
El la observo durante unos segundos. Estaba preciosa en el coche, con su oscuro cabello cayendo sobre sus hombros.
Estuvo a punto de ceder al momento de debilidad, pero al final se despidio con la mano.
– Adios, Glory.
Entonces se dio la vuelta y se alejo. Esperaba no volver a verla en toda su vida.
Capitulo 24
Paso todo un dia antes de que Glory se diera cuenta de que no sabia nada sobre Santos, salvo su nombre. Pero no le extrano demasiado. Habia estado tan ocupada sonando con sus besos que no habia tenido tiempo para nada mas.
Hasta entonces no habia conocido a nadie como el. Los otros chicos a los que habia conocido, y besado, parecian ninos inmaduros en comparacion con el.
Sin duda alguna, le habia robado el corazon. Y si no podia verlo de nuevo, se moriria. Tendria que encontrar un modo.
Cuando se aproximo el autobus en el que Liz llegaba todas las mananas se animo mucho. No habia podido llamarla la noche anterior. Al llegar a casa descubrio que sus padres se encontraban de un humor extrano. Su madre le pregunto por el lugar donde habia estado, y ella contesto que habia estado estudiando en la biblioteca, con Liz; respuesta que parecio satisfacerla.
Incluso eso resulto extrano. No conseguia satisfacer nunca a su madre, y sin embargo lo habia logrado la noche anterior, por suerte. Sabia que si la hubiera presionado de algun modo habria descubierto que sucedia algo.
Glory decidio que debia tratarse del destino. Estaban destinados a estar juntos.
Por si fueran pocas cosas extranas, su madre insistio en que fueran a cenar al hotel, y no dejo de hablar durante la comida.
Glory habia notado que el comportamiento de su padre no era menos insolito. Bebio mucho menos de lo que en el era habitual y no dejaba de mirar a su esposa con algo parecido al afecto.
No sabia que ocurria entre sus padres. Se habian pasado toda una semana sin dirigirse la palabra. Algo que no debia sorprenderle demasiado, teniendo en cuenta que sus discusiones se habian incrementado con el paso de los anos. No obstante, siempre habia existido algo profundo entre ellos.
Pero la ultima semana habia resultado muy diferente. Cuando los miraba, se decia que su matrimonio estaba definitivamente acabado. Y ella se alegraba. Liz le habia dicho que a su edad podria elegir con que padre quedarse.
Por desgracia para ella, la noche anterior habia dado al traste con todos sus suenos. Sus padres parecian mas felices que en mucho tiempo.
En parte se enfado con su padre. No comprendia que veia en la bruja de su madre, ni de que manera lo ataba a ella. Pero tambien sintio cierto alivio; estaban tan ocupados el uno con el otro que ella pudo dejarse llevar por sus ensonaciones con Santos.
El autobus se detuvo en la parada. Un segundo mas tarde, bajaba Liz.
– Hola, Glory, ?que tal estas? Anoche no me llamaste.
– Tengo que hablar contigo a solas. Es importante.
– ?De que se trata? -pregunto en voz baja-. ?De tus padres?
– No vas a creerlo, Liz. He conocido a un chico increible. Creo que estoy enamorada.
Liz se detuvo y miro a su amiga con asombro.
– ?Enamorada? -repitio en un susurro-. ?Quien es? ?Donde lo has conocido? ?Tienes que contarmelo todo!
Glory lo hizo. Le dio todo tipo de detalles acerca del encuentro en el hotel, de sus besos, e incluso de su aspecto fisico.
– Te aseguro que he besado a muchos chicos, pero este es diferente. Es especial -sentencio.
– ?Como puedes estar segura de que estas enamorada? No sabes nada sobre el.
– Lo se, pero no habia sentido nada parecido con anterioridad -confeso, mientras cruzaban la avenida Saint Charles-. Apenas pasamos una hora juntos, lo se, pero habia algo en el. algo que…
Glory no encontraba palabras para definir lo que sentia. Pero necesitaba la aprobacion de Liz. Era su mejor amiga, y tenia en alta estima su opinion.
– Mientras estuve a su lado lo olvide todo. Olvide donde estaba y quien era. Fue como si el fuera el centro del universo, como si de algun modo hubiera estado toda la vida esperandolo. Se que suena como un ridiculo cuento de hadas para ninos, pero es cierto… Puede que me creas una tonta, pero estoy segura de que es el.
– ?El? ?A que te refieres?
– Al hombre de mi vida. A1 hombre al que estoy destinada.
– ?Como si fuerais almas gemelas, o algo asi?
En aquel momento pasaron bajo el arco que daba entrada a la academia. Glory asintio y respiro profundamente.
– Habria hecho cualquier cosa por el.
– Suena tan romantico… Pero me asusta, Glory.
– A mi no -rio-. Me siento como si pudiera volar.
– Pues ten cuidado ahi arriba, porque la hermana Marguerite te esta mirando ahora mismo.
Era cierto. La directora del colegio se encontraba en la entrada de la academia, con los ojos clavados en Glory. Pero a la joven no le importo. Siguio hablando en voz baja.
– Tengo que verlo de nuevo, Liz. Tengo que hacerlo.
Liz apreto los libros contra su pecho.
– ?Como? ?Como vas a encontrarlo?
– Supongo que podria preguntar en el hotel. Alguien debe saber que hacia alli. Llevo algo al tercer piso, donde estan los despachos de la direccion. Es posible que llevara algo a papa. Hablare con su secretaria.
El timbre que llamaba a clase sono en aquel momento. De inmediato una multitud de chicas corrio hacia la entrada del colegio. Glory intento alejarse, pero Liz la detuvo.
– Ten cuidado, Glory. Santos no parece el tipo de chico que aprobaria tu madre. Si llega a enterarse…
Glory se estremecio.
– No lo sabra. Tendre mucho cuidado.
– ?Lo prometes? Tengo un mal presentimiento.
– Lo prometo -respondio, con una sonrisa forzada-. Te preocupas demasiado, Liz. Todo saldra bien.
Tras tres dias de continua decepcion, Glory empezo a perder la esperanza de verlo de nuevo. Habia preguntado a todo el mundo en el hotel sin ningun resultado. De hecho, la secretaria de su padre la miro como si estuviera loca.
Glory se apoyo en el armarito contiguo al que compartia con Liz y suspiro.
– Ya no se me ocurre nada, Liz. He hablado con todo el mundo.
– No te rindas. Lo encontraras -dijo, mientras cerraba la puerta del armario-. Si es tu alma gemela tendreis que encontraros.
Las clases ya habian terminado, y las dos chicas se dirigieron hacia la salida.
– ?Si? ?Por que?
– Porque el destino no te daria una sola oportunidad. Seria demasiado cruel.
– ?Eso crees?
– Claro.
Glory rio, mas animada.