– ?Y en que tipo de quimeras estabas pensando?

– Pense que lo sabias.

– Lo se -dijo, con tristeza.

– Glory, no pasa nada.

– ?De verdad?

– Las cosas son como son. ?A que hora tienes que volver?

– A las once y media. Le prometi a Liz que nos veriamos en el servicio.

– Casi es la hora.

– Entonces sera mejor que nos vayamos -suspiro-. Debe estar a punto de sufrir un infarto.

Santos acaricio su cabello y la beso de forma apasionada.

– Ojala que no tuvieramos que despedirnos esta noche.

– Si pudieramos…

– Feliz Navidad, Glory.

– Feliz Navidad, Santos.

Los dos jovenes empezaron a caminar hacia el coche.

– ?Estas segura de que no te vio nadie? ?Estas segura de que tu madre no sospecha nada?

– No me vio nadie, y no, mi madre no sospecha. Ni siquiera se fijo en mi, gracias a Dios.

– Glory, tenemos que hablar con tus padres.

– Esta noche no, por favor. Esta noche es demasiado especial. Es nuestra noche, y no quiero arruinarla.

Santos asintio, casi sin aliento. Le habria gustado poner punto final a sus dudas, ser capaz de confiar totalmente en ella. Pero no podia. La vida le habia ensenado a desconfiar.

– De acuerdo -murmuro el-. Ya hablaremos sobre ello otro dia.

Glory asintio.

Cuando llegaron al vehiculo, el joven abrio la puerta para que pudiera entrar. Glory lo miro. Santos noto que estaba preocupada, y beso sus manos.

– Nadie puede hacernos ningun dano, Glory, si creemos realmente el uno en el otro. Mientras lo hagamos estaremos a salvo. Te lo aseguro.

Capitulo 31

Senora Saint Germaine, hay una chica que quiere verla. Se llama Bebe Charbonnet. Es una de las amigas de Glory de la academia.

Hope reconocio el nombre de inmediato. Fruncio el ceno y miro su reloj.

– ?A esta hora? Que extrano. Hazla entrar.

Sospechaba que algo raro estaba sucediendo. En los dos dias transcurridos desde el baile de mascaras Glory se habia comportado de manera extrana. Parecia nerviosa y tenia la impresion de que ocultaba algo. Y ahora se presentaba una companera de colegio.

La senora Hillcrest indico a la quinceanera que entrara. Hope la observo. Llevaba el uniforme del colegio, y parecia estar disfrutando. Hope sonrio y se levanto.

– Hola, Bebe. Pasa, por favor.

– Hola, senora Saint Germaine.

– ?Que tal esta tu madre?

– Muy bien, gracias.

– Saludala de mi parte.

– Lo hare.

Hope se sento, pero no la invito a acomodarse. Tomo un poco de te, se limpio la boca con una servilleta y pregunto:

– ?Que puedo hacer por ti?

– Bueno, yo… No se como decirselo. Quiero dejar claro que no estaria aqui si no me preocupara por Glory. Odio ver como arruina su vida con un chico como ese.

Hope se puso tensa. Ahora lo comprendia. Era una Pierron, a fin de cuentas, y llevaba la oscuridad en su interior.

– Sigue.

– Fue durante el baile del sabado. Vi como se marchaba del hotel a eso de las nueve, con un chico. Se marcharon en un coche.

– ?A las nueve? Eso no es posible. La vi a las nueve y cuarto. Y mas tarde.

– No era ella. Creo que era Liz Sweeney. Liz estaba en el hotel, y no tenia por que estar alli. Todo lo que se es que Glory salio, vestida con unos pantalones vaqueros, y que yo misma crei verla mas tarde. Aunque en realidad, solo vi su vestido.

Hope supo de inmediato que su hija le habia tendido una trampa con la ayuda de su amiga. Semejante engano no podia quedar sin castigo.

– Ya veo que te fijaste en muchas cosas el sabado, querida Bebe.

La joven se ruborizo.

– Como he dicho, no estaria aqui si no me preocupara tanto por Glory.

– Por supuesto -murmuro.

No le agradaba nada aquella joven estirada y pomposa. Pero ya encontraria un modo de verselas con ella mas tarde.

– No conozco a ese chico. Parece mayor que ella. De hecho, no parece un chico de nuestra clase. Es diferente.

– Ya veo. ?Puedes describirlo?

– Es alto, moreno y muy atractivo. Y tiene un aire algo salvaje.

Hope recordo algo que habia comentado la secretaria de Philip varias semanas atras. Al parecer, Glory habia estado preguntando por el chico que Lily habia enviado al hotel. Un tal Vincent, o Victor. La secretaria no le habia dicho nada, pero de todas formas Glory podia haberlo encontrado.

Entrecerro los ojos. Fuera quien fuese aquel chico, encontraria una forma de controlar a su hija de inmediato. Obviamente, habia sido demasiado descuidada con ella.

– Creo que sera mejor que vuelvas al colegio, querida Bebe. Gracias por la informacion. Me ha sido de gran ayuda.

– Me alegra haberla ayudado -declaro con satisfaccion, frotandose las manos-. Espero que Glory y Liz no tengan muchos problemas. No me gustaria pensar que soy responsable de…

– No lo pienses mas -se levanto, para acompanarla a la puerta-. Yo me ocupare de todo. Y de todas.

Capitulo 32

Dos dias mas tarde, la peor de las pesadillas de Liz se hizo realidad. Estaba en clase de literatura cuando la directora la llamo a su despacho. Cuando llego, vio que Hope Saint Germaine la estaba esperando.

Las habian descubierto.

Liz observo a la mujer con horror antes de mirar a la hermana Marguerite.

– ?Queria yerme?

La directora dio un paso hacia delante, con expresion indulgente.

– Entra, Liz, y cierra la puerta.

Liz obedecio, aunque estaba tan asustada que apenas podia respirar. La presencia de Hope Saint Germaine solo podia obedecer a una razon.

Nerviosa, volvio a mirarlas. No sabia que iban a hacer con ella.

– Sientate, querida -dijo la directora.

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