convencida de que debia salvarla de algo.
– No puedes imaginar lo que tuve que vivir -declaro, con lagrimas de cocodrilo-. No puedes imaginar lo que fue vivir en aquella casa, ni las cosas que veia. Tenia que vivir con prostitutas, Glory, con prostitutas.
– Lo se, pero…
– ?No sabes nada! Todo el mundo se burlaba de mi, y no por lo que era, sino por vivir en aquella casa. No tenia amigos, y nadie se acercaba a mi en el colegio. No me invitaban nunca a ninguna fiesta de cumpleanos, ni a la casa de ningun vecino. Por la noche no podia dormir por los ruidos, por los gemidos casi animales de los clientes. ?No comprendes que huyera de todo aquello? ?No entiendes que no quisiera volver? Si me hubiera quedado habria muerto.
– Tu madre te amaba e intento protegerte lo mejor que pudo. Te saco de aquel lugar.
– Si, es cierto, me queria. Y yo a ella. Pero solo queria escapar. Necesitaba empezar una nueva vida. Y cuando tuve la oportunidad la aproveche. Por favor, intenta comprenderlo. Perdoname. Si me abandonaras no podria soportarlo.
Glory cayo en la trampa y la abrazo.
– No te abandonare, madre. Comprendo que quisieras huir, pero ?por que tuviste que mentir? ?Por que mentiste a papa? ?Por que abandonaste a tu madre? ?Por que tenias que ser tan cruel?
Hope se aferro a Glory y apoyo la cabeza en su hombro.
– Tenia miedo. Por mi y por ti. ?Crees que tu padre se habria casado conmigo de haberlo sabido? Imagina como habria reaccionado su familia. Tenia miedo y aun lo tengo. No quiero que nadie lo sepa. Si llegaran a averiguarlo lo perderia todo. Lo se.
– Lo comprendo. Si es eso lo que quieres, no es necesario que nadie lo sepa.
– Gracias.
– No se lo dire a nadie, pero no la abandonare. Me necesita, y yo la necesito a ella. Es mi abuela.
Hope la miro, irritada. Su mascara de sensibilidad desaparecio de repente. Apreto sus manos con fuerza y pregunto:
– Con todo lo que sabes sobre ella, con todo lo que sabes sobre su pasado, ?como es posible que…?
– Madre, entiendo lo que hiciste, te perdono por ello e intentare no juzgarte. Pero todo eso forma del pasado y tampoco tengo intencion de juzgarla a ella.
– Se que fui mas estricta contigo que otras madres con sus hijos. Pero tenia miedo por ti. Queria que tuvieras una buena vida. Una vida sin pecado. Tu abuela es peligrosa. Tengo miedo de que caigas bajo su influencia, miedo de que pueda hacerte dano.
– ?Que es eso del «pecado», madre? Soy una mujer madura, y te aseguro que no tengo ninguna intencion de cambiar de profesion para hacerme prostituta. Lily es una anciana, y esta enferma. No ha vivido nunca en ningun «pecado», como dices, y desde luego dudo que pueda influirme en la forma que temes.
Hope penso que la «oscuridad» no envejecia nunca, que la bestia no tenia edad. Pero no podia decirselo a su hija. Aun poseia la cordura suficiente como para comprender que la habria tomado por loca. De manera que dejo que se marchara.
Pero estaba segura de que al final venceria. No estaba dispuesta a ceder despues de haber pasado toda la vida guiando a su hija por el camino correcto.
Al pensar en Santos sintio un profundo odio. Se las arreglaria para que pagara por todo aquello. Algun dia encontraria la forma de destruirlo.
Horas mas tarde, Hope desperto en mitad de la noche, sudorosa. La bestia la habia despertado. Esta vez no solo la queria a ella, sino tambien a su hija.
Apreto los dedos con tanta fuerza que se clavo las unas en las manos. Para ganar aquella batalla necesitaria toda su fuerza. La oscuridad se cernia sobre Glory, utilizando como instrumento a Santos. Iba a ser una guerra muy dificil, tal vez la mas dificil de toda su vida.
Capitulo 48
Los dias fueron avanzando poco a poco. Lily estaba cada vez mas fuerte, y Santos tenia la impresion de que su recuperacion se debia a la presencia de Glory. Siempre estaba a su lado en la cama del hospital, de dia o de noche, hablando con ella o simplemente observandola mientras dormia.
La mayor parte de las veces Santos se limitaba a observar la escena mientras Glory hablaba sobre su vida. Su opinion sobre la hija de Hope no habia cambiado, pero el carino que demostraba hacia Lily, y su dulzura, habian bastado para que supiera que no se parecia en nada a Hope Saint Germaine. No era fria, ni se dedicaba a juzgar a los demas. No era cruel.
A veces, mientras la miraba, recordaba la relacion que habian mantenido anos atras. Entonces debia hacer un esfuerzo para convencerse de que Glory no le gustaba, que no le agradaba aquella mujer, que no los unia nada salvo la existencia de Lily.
De hecho, apenas habian charlado durante los ultimos dias. Intercambiaban simples frases de cortesia. Ni siquiera habian compartido su preocupacion cuando conocieron la opinion de los medicos. Su corazon ya no funcionaba bien, y las posibilidades de que sufriera otro ataque eran demasiado elevadas.
No se tocaban nunca, y solo raramente se miraban.
Santos fruncio el ceno, aparco en el primer hueco que vio, salio del vehiculo y se dirigio a la entrada del hospital.
Un homicidio lo habia mantenido ocupado toda la noche anterior y parte de la manana. Conforme avanzaba el tiempo lo habia ido dominando una extrana inquietud. Temia que Lily se encontrara peor. Habia llamado dos veces para informarse; pero la primera vez estaba dormida y la segunda no contesto nadie.
Intento tranquilizarse pensando que Glory estaba a su lado y que lo habria llamado si hubiera ocurrido cualquier cosa. No tenia razon para temer. No se llevaba bien con ella, pero admitia que era una suerte que estuviera en el hospital mientras trabajaba.
Santos subio en el ascensor. Estaba lleno de gente, y se detuvo en todos los pisos hasta llegar al sexto.
Nervioso, avanzo por el pasillo hacia la habitacion de Lily. Cuando abrio la puerta temia lo peor. Temia que hubiera sufrido otro infarto, que hubiera muerto. Pero en lugar de eso la descubrio sentada en la cama, riendo una de las historias de Glory.
Se sintio tan aliviado que casi se mareo. No habia visto a Lily tan feliz desde hacia mucho tiempo.
Lily sonrio de oreja a oreja al verlo. Santos se emociono profundamente. Habia pasado muchos anos culpandose por no haber sido capaz de ayudar a su difunta madre. Pero al menos ahora habia conseguido que Lily fuera feliz.
– Victor, has llegado a tiempo de escuchar la historia sobre el primer recital de piano de Glory.
Santos camino hacia ella y tomo su mano.
– Estas preciosa -la beso en la mejilla.
– Me siento muy bien. El medico dice que me dara el alta muy pronto. Tal vez manana.
– ?Manana? ?Tan pronto? Vaya, eso es magnifico.
– Soy mas dura de lo que creia.
– Desde luego -rio-. Nunca pense lo contrario.
– Bandido… Te asustaste tanto que estuviste a punto de desmayarte varias veces.
Lily se volvio entonces a Glory y le conto que en cierta ocasion, despues de averiguar que Santos se escapaba por la noche para ver a una chica, habia cerrado a cal y canto toda la casa. A las tres de la madrugada habia tenido que llamar a la puerta para que lo abriera.
– Se sorprendio tanto -rio Lily-. Empezo a dar la vuelta a la casa, buscando una ventana que estuviera abierta. Pero al final no tuvo mas remedio que llamar al timbre de la entrada principal.
– No pense que lo supiera -confeso Santos-. Di la vuelta a toda la maldita casa porque ya no estaba seguro de cual era la ventana que habia dejado abierta.
La anecdota llevo a otra anecdota y al cabo de un rato todos reian alegremente. Pero al cabo de un rato, Lily se durmio.
– Si quieres marcharte -dijo entonces Santos-, yo me quedare aqui.