– No, me quedare un rato. El hotel va bien. Si ocurre algo me llamara mi ayudante.

– Ojala pudiera decir lo mismo del departamento de policia.

Habian pasado nueve semanas desde el ultimo asesinato y Santos temia que el criminal actuara de nuevo. Hasta los medios de comunicacion lo sospechaban.

Debia encontrarlo. Debia averiguar si era el mismo canalla que habia matado a su madre.

– ?Que ocurre? -pregunto Glory-. ?Ha ocurrido algo?

– No. Ese es el problema.

– Si necesitas marcharte le dire a Lily que…

– No, estare un rato mas. Voy a llamar a Jackson y a tomar un cafe. ?Quieres algo?

– No, gracias.

– Si se despierta llamame.

– Lo hare.

Al salir al pasillo, Santos se detuvo. Durante unos minutos habia olvidado quien era Glory. Habia reido con ella y se habian divertido juntos. Pero no podia confiar en una mujer asi. Era el enemigo.

– ?Santos!

Santos levanto la mirada, sorprendido. Liz se dirigia hacia el, con un tiesto en las manos.

– Liz, ?que estas haciendo aqui?

– He venido a ver a Lily. ?Es mala hora?

– No, por supuesto que no. Pero esta durmiendo.

Santos no le habia contado a Glory que mantenia una relacion con Liz. No era asunto suyo. Pero por desgracia tampoco le habia contado a Liz que Glory pasaba a menudo por el hospital.

– Vaya… Ultimamente no te veo demasiado.

– Entre el infarto de Lily y el trabajo he pasado unas semanas horribles.

Santos sabia que solo era una excusa. Por alguna razon no habia deseado verla desde el infarto de Lily.

– Lo comprendo. Recuerdo lo que vivi cuando mi padre estuvo en el hospital -dijo ella-. Pero te echaba de menos.

– Cuando se ponga bien todo volvera a la normalidad.

– ?Que tal esta?

– Mejor. Mucho mejor, de hecho. Es posible que le den el alta manana.

– ?Bromeas? Es maravilloso.

– Es increible. Pense que iba a perderla.

– Me alegro por ti. Si quieres, le enviare algo de comida del restaurante para que no tenga que cocinar. Hazmelo saber.

– Lo hare, gracias.

– Si puedo hacer cualquier otra cosa, dimelo. En fin, tengo que volver. El negocio me llama.

– ?Que tal van las ventas de hamburguesas? -pregunto, bromeando.

– Bien, por desgracia. Temo por la salud de nuestros ciudadanos.

Santos rio encantado.

– Me alegra que hayas venido, Liz. Le dire a Lily que viniste.

Se inclino sobre ella y la beso durante unos segundos.

En aquel momento sucedio lo inesperado. La puerta de la habitacion se abrio. Glory se asomo y dijo:

– Santos, se ha despertado…

Al contemplar la escena, se ruborizo.

– Oh, lo siento, no sabia que estuvieras acompanado.

– ?Se ha despertado? -pregunto Santos, apartandose de Liz.

– Si, pense que te gustaria saberlo. ?Liz? ?Liz Sweeney? Oh, Dios mio, ?eres tu? -pregunto al reconocerla.

– Hola, Glory.

– No puedo creer que seas tu. ?Que tal te han ido las cosas?

– Bien -respondio, irritada-. Pero no gracias a ti.

Glory palidecio. Abrio la boca para decir algo, pero no lo hizo. Santos casi lo sintio por ella, pero de inmediato recordo lo que habia sucedido en el pasado. Glory habia utilizado a Liz y habia destrozado su existencia.

– Yo… le dire a Lily que… perdonadme.

Segundos despues, regresaba a la habitacion.

– ?Como has podido, Santos? Pense que no aparecias por el estado de salud de Lily. Pero no era por ella, ?verdad?

– No es lo que crees, Liz.

– Dijiste que no te interesaba.

– Y no me interesa. Ha venido a ver a Lily, nada mas.

– Ya. Lastima que no conociera a Lily.

– No la conocia hasta hace una semana. Es la abuela de Glory.

Liz lo miro con incredulidad.

– No puedes estar hablando en serio.

– Completamente. Es la abuela de Glory. Nadie lo sabia, menos yo. Hope Saint Germaine se encargo de que nadie lo supiera.

– No lo comprendo.

Santos le explico toda la historia. Al final, Liz lo miro y dijo:

– Ya veo. Y desde que sufrio el infarto, ?has estado aqui con Glory?

– ?Con Glory? No. Digamos que hemos compartido el mismo espacio. Apenas nos hablamos.

– Pero no me lo dijiste. ?Por que?

– Porque sabia que reaccionarias asi.

– ?Quieres decir que me pondria celosa, que empezaria a sospechar, que me excederia?

– ?Es que puedes culparme por ello? No decir la verdad es igual que mentir. Y mentir es una manera como otra cualquiera de decir que uno se siente culpable por algo. Pero supongo que ya deberias saberlo, siendo policia.

– No es asi, Liz.

Sin embargo, Santos sabia que Liz estaba en lo cierto.

– Dime una cosa, Santos. ?Tengo razon para sentirme celos?

– No.

– Tus palabras dicen una cosa, pero tus ojos, otra, Te amo, y lo sabes. No quiero perderte. Pero no estoy dispuesta a aceptar ciertas cosas.

– ?Que estas diciendo?

– Quiero que te comprometas conmigo. Quiero saber que tenemos un futuro -dio un paso hacia el-. Algun dia, hasta me gustaria tener hijos, una familia. Y me gustaria que fuera contigo.

A Santos le habria gustado poder tranquilizarla. Se sentia muy comodo a su lado, pero no estaba enamorado de ella, y no queria hacerle dano.

– Liz, no se muy bien lo que quiero. No estoy seguro de querer lo mismo que tu.

Los ojos de Liz se llenaron de lagrimas. Pero no derramo ni una sola.

– Tendras que tomar una decision. Pero no ahora. Comprendo que no es buen momento para ti. Sin embargo, tendras que pensarlo. Yo creo que hacemos una buena pareja.

Dio un paso hacia el, puso las manos en su pecho y alzo la cabeza para mirarlo.

– Creo que podriamos ser felices -continuo-. Ni siquiera necesito saber que sera algo inmediato. Pero tampoco puedo aceptar una incertidumbre constante, Te amo, Santos. Se que no sientes lo mismo por mi, pero tambien se que podrias llegar a sentirlo. Te prometo que no haria nada que pudiera herirte. Siempre estare a tu lado. Podriamos tener una familia feliz.

Santos tomo sus manos y dijo:

– Si.

– Me gustaria poder decirte lo que esperas que diga. Pero no puedo. Al menos, ahora.

– Lo comprendo. No obstante, debes comprender que no puedo seguir asi. La pelota esta en tu tejado,

Вы читаете Fruta Prohibida
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ОБРАНЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату