– Dejalo -dijo Santos a su espalda-. Ya me ocupare mas tarde.
– No me importa hacerlo.
– Pero a mi si. Dejalo. No necesito tu ayuda.
– No me molesta. Me gustaria ayudar.
– ?Por que, Glory? -pregunto mientras caminaba hacia ella.
– Porque la queria.
Santos no dijo nada durante unos segundos. Permanecio a escasos centimetros de ella. Al cabo de un rato la miro con animosidad.
– ?Y que tiene eso que ver con ayudarme a limpiar los cacharros? No vives aqui. Apenas la conocias.
– Pero llego a ser parte de mi existencia, una parte tan importante que necesitaba…
Glory no termino la frase. Santos no lo comprendia. Porque no queria comprenderlo, porque no queria interesarse por ella. Le habia contado toda la verdad solo porque penso que podia ayudar a Lily, no por su bienestar. Y ahora la queria fuera de su vida.
En el fondo comprendia que no podia esperar nada de el. No despues de lo que habia hecho anos atras. Y se sentia completamente idiota por haber alimentado suenos vanos.
– No has contestado a mi pregunta, Glory. ?Que tiene que ver Lily con ayudarme? ?Es que crees que limpiando los platos estaras mas cerca de ella? ?Es que crees que te ayudara a mitigar tu sentimiento de culpa?
– Muy bien. Si quieres fregar todo tu solo, adelante.
Glory cerro el grifo, se seco las manos y salio de la cocina. Santos la siguio y la agarro del brazo.
– Quiero una respuesta.
– No, no es cierto. Quieres una pelea. Y no pienso deshonrar la memoria de Lily con una pelea. Dejame pasar.
– Ya no puedes hacer nada, Glory. No puedes hacer nada para mitigar el dolor de Lily, para eliminar todos los anos que estuvo sola. Es demasiado tarde.
En cierto modo, Santos habia leido sus pensamientos. Pero no necesitaba que le dijera que no podia hacer nada.
Se aparto de el.
– No tengo ninguna razon para sentirme culpable. Es culpa de mi madre, no mia. Yo nunca le habria hecho a Lily lo que ella…
– ?Estas segura? ?Estas segura de que no eres como ella?
– ?Maldito canalla! -estallo al fin-. ?No sabia que tuviera una abuela! Me mintio, me engano. ?Y no puedes imaginar lo que eso duele! ?No puedes imaginar lo que se siente cuando has perdido…!
Glory no termino la frase. Sus ojos se llenaron de lagrimas. No podia seguir peleandose con Santos. Si lo hacian terminarian arrepintiendose de ello. Y a Lily no le habria gustado.
– No podemos seguir asi, Santos -continuo-. Se lo que has sufrido. Se que la amabas y que la echaras de menos. Yo tambien la queria. Y tanto que…
– No tienes ni idea de lo que siento! No dejas de repetirlo, pero no tienes ni idea. Tienes una madre, una familia. Lily era como mi madre, y ahora ya no tengo a nadie. Asi que vuelve con tu mama y dejame solo.
Santos queria destrozarla. La habria desintegrado en el aire de haber podido, y Glory lo noto. Sin embargo, no estaba dispuesta a permitirselo.
– Lily era mi abuela. Y me queria. No permitire que lo olvides. Y no permitire que me digas que perteneci a…
– No lo hiciste. Era nuestra vida. No puedes comparar diecisiete dias, que es el tiempo que ha pasado desde que la viste por primera vez, con diecisiete anos.
– Maldito cerdo… No lo entiendes porque no quieres comprenderlo. No quieres creer que la queria porque ni siquiera quieres compartir conmigo el amor por ella.
– ?Tan segura estas, princesa? -la tomo de ambas manos-. Te conozco bien, y se que eres toda frialdad. Eres una manipuladora y una mentirosa como tu madre. Eres incapaz de amar.
– ?Basta! ?Eso no es cierto! -grito histerica.
– Supongo que solo estas aqui para ver si te caen algunas migajas, pero puedes ahorrarte el tiempo, porque no hay mucho.
Glory lo empujo con fuerza y empezo a golpearlo.
– ?Eso no es cierto! ?Yo la queria! Pero estas tan enfadado conmigo que no te das cuenta. La queria, maldito canalla.
– Nunca has amado a nadie, salvo a ti misma.
– Eso no es cierto. ?Yo te amaba!
Santos no la solto en ningun momento. Glory intento librarse de nuevo, pero solo consiguio que los dos acabaran en el suelo. Su antiguo amor se coloco de inmediato sobre ella para inmovilizarla.
– Admitelo. No me amaste nunca. Solo fui una diversion para ti. Pobre nina rica, siempre tan aburrida, tan incomprendida por todos.
– ?Que esperabas que hiciera?
Glory lo golpeo entre las piernas y Santos la solto al sentir el dolor. Pero volvio a apresarla antes de que tuviera tiempo de huir.
– Esperaba que creyeras en mi. Esperaba que permanecieras a mi lado.
Glory empezo a llorar.
– Tenia dieciseis anos. Habia perdido a mi padre aquella noche. Lo habia perdido todo. Y estaba sola. Tan sola…
– Me tenias a mi, pero eso no era suficiente, ?verdad? No podia serlo para una nina rica.
Glory nego con la cabeza, llorando.
– No te tuve nunca. No confiaste nunca en mi. Nunca me quisiste. Solo deseaba que me amaras para…
Santos se inclino sobre ella y la beso con fuerza, frotandose contra su cuerpo mientras tanto, como si quisiera hacer que pagase de alguna forma por el pasado. Por el dolor que le habia causado.
Unos segundos mas tarde se aparto de ella y la solto. Pero Glory no salio corriendo, como cabia esperar. Se agarro a su pelo y cerro las piernas alrededor de la cintura de Santos.
Lo deseaba. Y se trataba de un sentimiento que no tenia nada que ver con hacer el amor. Necesitaba sentirlo en su interior. Necesitaba algo mucho mas duro, mucho mas basico.
– Glory, maldita sea, yo…
Glory lo beso apasionadamente, con hambre acumulada en diez largos anos.
Empezo a quitarle la ropa, y el hizo lo mismo con ella. Aunque no fue facil. Glory se habia puesto un vestido y el llevaba un traje. Pero al final lo consiguieron.
Una vez desnudos, Santos la penetro. Glory grito, pero no de dolor.
Fue algo muy animal. No hubo caricias, ni besos, ni palabras carinosas, ni sonidos de placer o de afecto. Era como el acto culminante despues de diez anos de odio, de deseo y de desesperacion. Sin palabras estaban diciendose todas las cosas que siempre habian querido decirse. Y muchas dolian demasiado, tanto que apenas podian soportarlo.
Cuando terminaron, Glory se aparto sin querer mirarlo a la cara. Lo que habia comenzado como una expresion de ira habia terminado siendo pura pasion. Y se arrepentia amargamente. Se habia comportado como un animal en celo, y no sabia como iba a ser capaz de mirarlo a los ojos, o de mirarse en un espejo.
– Lo siento -dijo el.
– No lo sientas. No te disculpes.
– ?Por que no? No me habia comportado nunca de este modo.
– Tu intentaste detenerlo, pero yo fui quien empezo. Me siento profundamente avergonzada.
Santos no dijo nada. Paso un buen rato antes de que volviera a hablar.
– Lo siento, Glory -repitio-. Lo siento de verdad.
– Es igual, olvidalo.
Glory intento levantarse, pero el se lo impidio.
– No me has entendido. Me he disculpado dos veces. La primera, por lo que acaba de suceder. Pero la segunda era por las cosas que dije.
– Olvidalo.