del cuerpo que pendia de la soga. Se aproximo lentamente hasta el borde y se inclino a examinar el cuerpo. Ian observo que el rostro de su companero se desencajaba.
– ?Seth? ?Que ocurre, Seth? Los cinco segundos siguientes transcurrieron avelocidad vertiginosa e Ian no pudo sino asistir al terrible espectaculo que se desplegaba ante sus ojos y registrar cada uno de sus detalles sin disponer de tiempo para reaccionar. Seth se a-rrodillo para desatar la soga que sujetaba el cuerpo, pero, al asirla, la cuerda se enrosco entre sus piernas como una serpiente y el cuerpo inerte se precipito en el vacio. Ian con-templo que la cuerda que habia sostenido el cuerpo tiraba de su amigo con una violenta sacudida y le arrastraba hacia las tinieblas de la boveda, como a un titere indefenso. Seth, sujeto por la pierna, forcejeaba inutilmente y gritaba pidiendo ayuda mientras su cuerpo se elevaba en vertical a escalofriante velocidad y desaparecia de la vista.
Mientras eso sucedia, el cuerpo que habia caido al vacio se precipito sobre el charco de sangre. Ian observo que, bajo el manto brillante que lo envolvia, apenas quedaban los restos de un esqueleto cuyos huesos estallaron al impactar con el suelo y se disolvieron en polvo; el manto cubrio la mancha oscura y la absorbio. Ian reacciono y se aproximo a el. Al examinarlo, reconocio aquel manto que habia creido ver tantas ocasiones en el St. Patricks durante sus noches de insomnio, vistiendo a aquella dama de luz que visitaba a su amigo Ben en suenos.
Alzo de nuevo la mirada en busca de algun rastro de su amigo Seth, pero la oscuri-dad impenetrable lo habia devorado y no quedaba mas vestigio de su presencia que el eco moribundo de sus gritos recorriendo los recovecos de la boveda catedralicia.
– ?Has oido eso? -pregunto Roshan deteniendose a escuchar los gritos que parecian provenir de las entranas de la gigantesca estructura.
Michael asintio. El eco de los gritos se desvanecio y pronto ambos quedaron de nuevo envueltos en el intermitente tintineo que producian las gotas de la llovizna al impactar contra la parte superior de la boveda bajo la que se encontraban. Habian ascendido hasta el ultimo nivel de Jheeter's Gate y una vez alli habian descubierto el insolito espectaculo de la gran estacion desde las alturas. Los andenes y las vias aparecian lejanos y el preciosista entramado de arcos y niveles superpuestos se apreciaba con mucha mayor claridad desde aquel punto.
Michael se detuvo al borde de una balaustrada metalica que se adentraba en el vacio sobre la vertical del gran reloj bajo el que habian cruzado al penetrar en la estacion. Su percepcion pictorica le permitio apreciar el hipnotico efecto optico que insinuaba la fuga de cientos de vigas combadas desde el centro geometrico de la cupula y que parecian perderse en una curva infinita que jamas llegaba al suelo. Desde aquella atalaya privile- giada, el espectador experimentaba la sensacion de que la estacion ascendia hacia el cielo, trazando una insondable torre de Babel que se adentraba en las nubes y se retorcia entre ellas como una columna bizantina. Roshan se unio a el y echo un breve vistazo a la vertigi-nosa vision que parecia embrujar a su amigo.
– Te vas a marear. Venga, sigamos. Michael alzo la mano en senal de protesta.
– No, espera. Ven aqui. Roshan se asomo fugazmente al borde de la balaustrada.
– Si miro otra vez, me caere. Una enigmatica sonrisa afloro en los labios de Michael. Roshan observo a su companero, preguntandose que es lo que sus ojos habrian descubier-to.
– ?No te das cuenta, Roshan? -pregunto Michael.
Su amigo nego. -Explicamelo.
– Esta estructura -indico Michael-. Si observas la fuga desde ese punto de la cupu-la, te daras cuenta.
Roshan trato de seguir las indicaciones de Michael, pero el objeto de sus observacio-nes ni siquiera se le insinuaba.
– ?Que estas tratando de decirme, Michael?
– Es muy sencillo. Esta estacion, toda la estructura de Jheeter's Gate, no es mas que una inmensa esfera de la que solo vemos la parte que emerge de la superficie. La torre del reloj esta situada directamente en la vertical del centro de la cupula, como un asomo del radio.
Roshan absorbio las palabras de Michael con parsimonia.
– Bien. Es una condenada pelota -admitio-. ?Y que?
– ?Sabes la dificultad tecnica que entrana construir una estructura como esta? -pregunto Michael.
Su companero nego de nuevo.
– Deduzco que considerable -adujo Roshan.
– Radical -sentencio Michael, desempolvando el adjetivo que reservaba al sum-mum de los superlativos-. ?Por que motivo alguien disenaria una estructura como esta?
– No estoy muy seguro de querer saber la respuesta -replico Roshan-. Bajemos al nivel inferior. Aqui no hay nada.
Michael asintio, ausente, y siguio a Roshan en direccion a las escalinatas.
El subnivel inferior que se extendia bajo la plataforma de observacion de la cupula apenas media metro y medio de alzada y estaba virtualmente inundado por las aguas filtradas de las lluvias que habian empezado a caer sobre Calcuta desde inicios de mayo. La superficie del suelo, casi bajo un palmo de agua estancada y corrompida que emitia un vapor fetido y nauseabundo, estaba cubierta por una masa de fango y escombros, descom-puestos por la accion de las filtraciones durante mas de una decada. Michael y Roshan, agachados para poder introducirse en el angosto subnivel, avanzaban trabajosamente entre el lodo que les cubria hasta el tobillo.
– Este lugar es peor que las catacumbas -comento Roshan-. ?Por que demonios este piso es tan condenadamente bajo? Hace siglos que la gente no mide metro y medio.
– Probablemente esta era una zona restringida -respondio Michael-. Quiza alber-gue parte del sistema de pesos que compensan la boveda. Procura no tropezar. A lo mejor se viene todo abajo.
– ?Eso es una broma?
– Si -repuso escuetamente Michael.
– Es el tercer chiste que te oigo contar en seis anos -comento Roshan-. Y es el peor.
Michael no se molesto en contestar y siguio avanzando lentamente a traves de aquel paradojico pantano elevado en las alturas. El hedor de las aguas corrompidas empezaba a martillearle el cerebro y comenzo a contemplar la posibilidad de sugerir que diesen la vuelta de nuevo y descendiesen a otro nivel, puesto que dudaba que nada ni nadie se ocultase en aquel lodazal inexpugnable.
– ?Michael? -pregunto la voz de Roshan, perdida unos metros mas atras.
El joven se volvio y advirtio la silueta de Roshan encorvada junto a un tramo oblicuo de una gran viga metalica.
– Michael -dijo Roshan en tono desconcertado-, ?puede ser que esta viga se este moviendo o son ilusiones mias?
Michael supuso que su amigo tambien habia inhalado aquellos vapores putrefactos demasiado tiempo y se dispuso a abandonar definitivamente el subnivel cuando escucho un fuerte estruendo en el otro extremo del piso. Ambos se volvieron al unisono y clavaron los ojos el uno en el otro. El sonido estallo de nuevo, esta vez con movimiento, y los dos muchachos observaron que algo avanzaba hacia ellos a gran velocidad, sumergido en el fango y levantando a su paso una estela de desperdicios y agua sucia que se estrellaban contra el techo bajo. Los dos muchachos, sin esperar un segundo, se lanzaron a toda prisa hacia la puerta de salida, avanzando tan rapidamente como podian hacerlo, agachados y sorteando una capa de barro y agua de treinta centimetros.
Antes de que pudieran alejarse mas de unos pocos metros de alli, el objeto sumergido les rebaso a toda velocidad, describio una curva cerrada a su alrededor y enfilo de nuevo en linea recta en direccion a ellos. Roshan y Michael se separaron y cada uno corrio en direcciones opuestas, tratando de distraer la atencion de lo que fuera que les estaba dando caza implacablemente. La criatura oculta bajo el lodo se dividio en dos mitades y cada una de ellas se lanzo en una vertiginosa persecucion tras los muchachos.
Michael, Jadeante y perdiendo el resuello, se volvio medio segundo a comprobar si aun le seguian y sus pies impactaron con un escalon sumergido en el barro. Su cuerpo cayo sobre la superficie cenagosa y las aguas fetidas le engulleron. Cuando emergio y abrio los ojos mordidos por el escozor, una columna de lodo se alzaba lentamente frente a el, semejante a una figura de chocolate caliente vertida desde una jarra invisible. Michael se arrastro entre el barro y sus manos resbalaron de nuevo, dejandole tendido sobre el lodo.
La figura de barro desplego dos largos brazos a cuyo extremo brotaron dedos largos y combados en grandes anzuelos de metal. Michael asistio aterrado a la formacion de aquel siniestro golem y contemplo que del tronco se alzaba una cabeza, en cuyo rostro se dibujaron unas grandes fauces surcadas de colmillos largos y afilados como