la seca pedanteria de Doemling; los resuellos cavernosos de Mason, expurgados de oclusivas y nitrados de sibilantes; y la voz aspera y grave de Margot, lista para morder en cualquier momento pero amordazada por el bocado como un poni de alquiler. Y por debajo, los jadeos de la maquinaria que producia el oxigeno de Mason.
– He podido hacerme cierta idea sobre su vida privada a la luz de su aparente fijacion con el padre -continuo Doemling-. La expondre con brevedad. Hasta ahora disponemos de tres documentos del doctor Lecter relacionados con Clarice Starling. Dos cartas y un dibujo. El dibujo es el reloj de la crucifixion que ideo mientras estaba en el manicomio -el doctor Doemling levanto la vista hacia la pantalla-. La diapositiva, por favor.
Desde algun lugar fuera de la habitacion, Cordell hizo aparecer el extraordinario esbozo en el monitor elevado. El original estaba hecho con carboncillo sobre papel basto. En la cianocopia obtenida por Mason los trazos habian adquirido el color de los moratones.
– Intento patentarlo -dijo el doctor Doemling-. Como pueden ver, Jesucristo aparece crucificado en la esfera de un reloj y sus brazos van girando para marcar la hora, como en los relojes del raton Mickey. Pero lo mas interesante es que la cara, la cabeza caida sobre el pecho, es la de Clarice Starling. Hizo el dibujo durante las entrevistas que mantuvieron. Ahora vamos a ver una fotografia de la mujer, y podran comparar. Cordell, ponganos la foto, por favor.
No cabia duda, el Jesucristo de Lecter tenia la cabeza de Clarice Starling.
– Otra particularidad es que el cuerpo esta clavado en la cruz por las munecas en vez de por las palmas de las manos.
– Eso es correcto -intervino Mason-. Hay que poner los clavos en las munecas y usar grandes cunas de madera. Idi Amin y yo lo descubrimos a fuerza de probar cuando representamos la Pasion en Uganda una Semana Santa. Fue asi como crucificaron a Nuestro Senor. Todos los cuadros de la Crucifixion estan equivocados. La culpa la tuvo un error de traduccion del hebreo al latin de la Vulgata.
– Gracias -dijo el doctor Doemling, picado-. Sabemos que la Crucifixion representa un objeto de veneracion destruido. Observen que el minutero esta en las seis, cubriendo castamente los genitales. La manecilla de las horas marca las nueve, o pasa un poco. Ese nueve es una clara referencia a la hora en que segun la tradicion fue crucificado Jesucristo.
– Y si juntamos el seis y el nueve, observen que obtenemos sesenta y nueve, una cifra muy popular en las relaciones interpersonales -tuvo que decir Margot.
En respuesta a la rencorosa mirada de Doemling, hizo crujir un par de nueces y dejo caer las cascaras al suelo.
– Ahora pasemos a considerar las cartas del doctor Lecter a Clarice Starling. Cuando quiera, Cordell -el doctor Doemling se saco un puntero laser del bolsillo-. Vean ustedes que la escritura, una letra redonda y fluida trazada con una estilografica de plumin cuadrado, parece obra de una maquina en cuanto a su regularidad. Este tipo de escritura es habitual en las bulas de los papas medievales. Es muy hermosa, pero regular hasta lo grotesco. No tiene absolutamente nada de espontanea. Quien escribe asi, planea alguna cosa. Esta primera la envio inmediatamente despues de su fuga, durante la cual acabo con la vida de cinco personas. Leamos parte del texto:
No me sorprendere si la respuesta es «si y no». Los corderos callaran por el momento. Pero, Clarice, te juzgas con la misma piedad que la balanza de la mazmorra de Threave; tendras que ganarte la bendicion de ese silencio una y otra vez. Porque lo que te empuja a actuar es el sufrimiento, ver sufrimiento a tu alrededor, y el sufrimiento no acabara nunca.
El doctor Doemling se ajusto las gafas sin montura nariz arriba y se aclaro la garganta.
– Este es el clasico ejemplo de lo que en mis publicaciones he dado en llamar
»Deduzco a partir de las notas del caso que el asunto de los corderos hace referencia a un episodio de la infancia de Clarice Starling, el sacrificio de los animales en el rancho de Montana que fue su hogar adoptivo - continuo Doemling sin abandonar la sequedad de su tono.
– Era un toma y daca de informaciones entre Lecter y ella -puntualizo Krendler-. El sabia algo sobre el asesino en serie
– La segunda carta, siete anos posterior, es, a primera vista, de condolencia y apoyo -continuo Doemling-. Empieza provocandola con alusiones a sus padres, a los que al parecer ella adoraba. Llama al padre «el difunto vigilante nocturno» y a la madre, «fregona». Y a continuacion los adorna con las mismas cualidades excepcionales que ella les ha atribuido siempre, y acaba utilizandolas para disculpar los fracasos profesionales de la agente. Esto no tiene otro objetivo que congraciarse con ella para poder manipularla.
»En mi opinion la senorita Starling podria haber desarrollado un fuerte vinculo con su padre, una
«?Por los clavos de Cristo, este tio no para de hablar!», penso Mason, para quien la impaciencia y el fastidio eran tanto mas insoportables cuanto que no podia moverse.
– ?Excelente, brillante, doctor, realmente asombroso! -exclamo Mason-. Margot, abre un poco la ventana. Tengo una nueva fuente de informacion sobre Lecter, doctor Doemling. Alguien que conoce tanto a Starling como al doctor y los ha visto juntos. Es la persona que mas tiempo ha pasado con nuestro hombre. Quiero que hable usted con el.
Krendler se removio en el sofa con un incipiente retortijon de tripas al comprender los derroteros que empezaba a tomar el asunto.
CAPITULO 51
Mason hablo por el interfono y al cabo de un momento una figura alta entro en la habitacion. Era tan musculosa como Margot y vestia de blanco.
– Les presento a Barney -dijo Mason-. Durante seis anos fue el responsable de la seccion de violentos en el Hospital Psiquiatrico Penitenciario de Baltimore, en la epoca en que Lecter estuvo alli. Ahora trabaja para mi.
Barney iba a quedarse de pie delante del acuario, junto a Margot, pero el doctor Doemling le pidio que se acercara a la luz. Se sento al lado de Krendler.
– ?Barney, no es asi? Veamos, Barney, ?que titulacion tiene usted?
– Tengo un TAE.
– Asi que es auxiliar de enfermeria. Bien, me alegro por usted. ?Que mas?
– Tengo un titulo de diplomado en Humanidades por la Universidad Nacional a Distancia -dijo Barney imperterrito-. Y un certificado de asistencia a la Escuela Cummins de Ciencias Forenses, que me cualifica para participar en autopsias. Iba por las noches cuando estaba en la escuela de enfermeria.
– ?Se pago los estudios en la escuela de enfermeria como auxiliar del forense?
– Eso es, retirando cadaveres del escenario de algun crimen y ayudando en las autopsias.