hablarle.

La lucha a muerte desarrollaba el odio en las personas; la indignacion se extendia por todas partes como si fuera una avalancha. En olas sucesivas, las rafagas de viento lo empujaban a enfrentarse a cada uno de los funcionarios del Partido. El no sentia ningun odio especial hacia aquellas personas, pero, de todos modos, se veia obligado a hacer de ellos enemigos. ?Todos lo eran realmente? Era imposible asegurarlo.

– ?Eres demasiado debil! Cuando ellos reprimian al pueblo no tenian la menor compasion, ?por que no podemos hacer que suban todos ahora a la tribuna?

El gran Li le echo esta reprimenda durante una reunion interna de los rebeldes.

– ?Hay que eliminarlos a todos? -replico el, dudando-. ?Hay que considerar enemigos a todos los que han castigado a alguien? Creo que es mejor darles la oportunidad de cambiar, tratar caso por caso, para conseguir que se una a nosotros la mayor parte de ellos. Es la mejor tactica que podemos seguir.

– ?Tactica, tactica, realmente eres un intelectual!

Li se habia convertido en una persona colerica y violenta, habia desprecio en su voz.

– ?Eso es, nos unimos a todo el que quiera y permitimos que cualquier persona entre en nuestro movimiento! ?La faccion de los rebeldes no es un basurero! ?Con esa linea oportunista de derechas vas a acabar con la revolucion!

Una antigua miembro del Partido, que acababa de ser admitida como integrante de su cuartel general, se precipito sobre el todavia mas alterada. Sin duda habia estudiado la historia del Partido… La lucha entre las dos lineas empezaba tambien a librarse en el seno de los rebeldes.

– ?El poder dirigente revolucionario debe estar en manos de una izquierda autentica y solida, no debemos entregarlo a los oportunistas! -prosiguio mientras crecia su entusiasmo, con el rostro encendido.

– ?Que demonios estais tramando? -Dio un fuerte golpe sobre la mesa. En esa horda salvaje, el era tan salvaje como ellos, pero una vez mas se sentia injustamente ofendido.

Tan solo eran polemicas, justas indignaciones, violentas declaraciones revolucionarias, deseos impetuosos de poder personal, maniobras, complots, pactos y compromisos, motivaciones inconfesables disimuladas tras un entusiasmo desbordante, impulsos irreflexivos, emociones malgastadas. No conseguia recordar con exactitud como paso aquellos dias y aquellas noches, actuando involuntariamente, defendiendose, enfrentandose a la faccion conservadora, al mismo tiempo que disputaba sin cesar el control de su propia faccion.

– El principal problema de la revolucion es el poder politico. ?Si no nos hacemos con el poder, nos habremos rebelado para nada! -El gran Li tambien daba golpes sobre la mesa, fuera de si.

– Si no nos unimos a la mayoria del pueblo y de los funcionarios, ?creeis realmente que podremos conseguir el poder? -replico el.

– ?Por medio de la lucha conseguiremos la union! -Yu mostro el Libro rojo para recordarle su inapropiado origen de clase-. ?No podemos escucharte, los intelectuales como tu siempre vacilais en los momentos cruciales!

Todos ellos consideraban que pertenecian por herencia al proletariado y que el pais rojo debia pertenecerles de forma natural. La revolucion o la rebelion debian conducir a la conquista del poder. Sin embargo, esa verdad de una sencillez biblica le hacia dudar. Pero, de todos modos, tampoco tenia claro que pretendia en aquella epoca, pues entrar en la faccion de los rebeldes tambien habia sido un error.

– ?Camaradas, el que no tome el poder politico en el momento decisivo de la revolucion es como Chen Duxiu, [18] un oportunista de la derecha!

La chica que era miembro del Partido citaba con entusiasmo la historia del Partido y hacia un llamamiento a los presentes para intentar apartarlo del grupo.

– ?Los que no quieran la revolucion que se vayan a la mierda lo antes posible! -gritaron aun con mayor ahinco los mas radicales.

– ?Que sigan adelante los que quieran tomar el mando!

Se levanto indignado y se marcho de la sala de reunion, llena del humo de la gran cantidad de cigarrillos que se habian fumado los participantes durante toda la noche. Fue a un despacho de al lado y durmio sobre tres sillas que coloco una junto a otra. Estaba enfadado, pero sobre todo estaba muy confuso. Si uno no sigue el mismo camino que la revolucion, ?se convierte en un rebelde oportunista? Quizas el era exactamente eso, y por ese motivo se sentia un poco confuso.

La triste noche de fin de ano acabo de ese modo. Despues, entrado ya el ano nuevo, el gran Li y los suyos, acompanados por algunos grupos de combatientes especialmente impetuosos, se hicieron con el comite del Partido y el departamento politico, que de hecho ya estaban totalmente paralizados. Desde ese momento empezo una lucha sin cuartel.

– ?Acabemos con el antiguo comite del Partido! ?Aplastemos el departamento politico! ?Camaradas revolucionarios, mantener o no el nuevo poder rojo es la linea de demarcacion que separa a los revolucionarios de los demas, de eso no hay duda!

El pequeno Yu se desganitaba en la radio interna; cada despacho tenia un altavoz y los esloganes que incitaban a arrebatar el poder se repetian en todas las plantas del edificio. El gran Li, Tang y algunos obreros y empleados exhibieron por todo el edificio a un grupo de antiguos funcionarios y secretarios de las celulas del Partido mas jovenes; cada uno llevaba en el pecho una pancarta y Wu Tao iba delante de todos golpeando un gong.

?Que era lo que tramaban? ?Era asi como se hacia la revolucion! Esos dirigentes, que antes encarnaban al Partido, avanzaban en fila india, con la cabeza gacha, totalmente desamparados, mientras que la chica rebelde miembro del Partido marchaba por delante de ellos, con el puno en alto, gritando con todas sus fuerzas:

– ?Abajo los dirigentes que siguen el camino capitalista! ?Viva el nuevo poder rojo! ?Viva la victoria de la linea revolucionaria del Presidente Mao!

Tang imito la pose del militar que pasa revista a sus tropas, dirigiendo ademanes a las personas que se encontraban en los pasillos o en las puertas de los despachos para presenciar la escena. Algunos reian, otros se quedaban estupefactos.

***

– Sabemos que te opones a que se hagan con el poder -dijo el ex teniente coronel.

– No, a lo que me opongo es a la forma de tomar el poder -respondio el.

Ese emisario era un funcionario politico que el ejercito habia trasladado; solo desempenaba el cargo de subdirector de un departamento, pero durante ese periodo de conflictos, se moria de ganas de demostrar que podia servir para algo mas. Le dijo riendo:

– Tienes mucha mas influencia que ellos sobre las masas. Si te pones delante, nosotros te respaldaremos; queremos que consigas un grupo para colaborar con nosotros.

Esta conversacion tenia lugar en el cuarto reservado a los documentos secretos del departamento politico, donde nunca antes habia entrado. Alli se conservaban todos los documentos de los trabajadores de su institucion, los archivos personales, incluido el suyo, en el que estaba anotado el problema de su padre. Cuando Li y su banda se hicieron con el poder, precintaron las cajas fuertes y los armarios metalicos del cuarto, pero los precintos se podian arrancar con mucha facilidad. Sin embargo, nadie se atrevio a destruir los archivos.

El ex teniente coronel vino a buscarlo cuando estaba cenando en la cantina y le dijo que queria hablar con el a solas. Lo cito en aquel cuarto probablemente con toda intencion, al menos eso fue lo que se dijo al entrar en el despacho. Sabia perfectamente quien estaba detras del ex teniente coronel: algunos dias antes, el vicesecretario del comite del Partido, Chen, le puso la mano en el hombro en senal de amistad. Antes Chen era el responsable de la gestion del departamento politico de su institucion. Ya entonces tenia aspecto de ser una persona muy discreta y comedida, pero, despues de que lo acusaran, su rostro todavia se volvio mas hermetico. En un pasillo del edificio, se le acerco por detras, no habia nadie cerca en aquel momento, lo llamo por su nombre y le dijo «camarada». Chen le poso su mano grande y huesuda sobre el hombro durante unos segundos, inclino un poco la cabeza y se marcho, como si hubiera hecho esa accion de forma involuntaria. Pero de ese modo le habia demostrado una familiaridad inusual, con la que parecia decirle que habia olvidado por completo su participacion en las sesiones de acusacion contra el. Esos hombres tenian mucha mas experiencia politica que su banda de rebeldes. Le tendian la mano, pero el estaba lejos de ser un gato viejo de la politica, no era lo bastante astuto. Penso que no podia unirse a ellos y repitio:

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