has dicho que estabas acostumbrada? ?Te gustaria volver a casa de la senora donde estabas antes? ?Quieres que intervenga para que puedas volver?

Solo podia hacerle esas preguntas.

– No…, yo…

La voz de la joven se hizo todavia mas tenue, casi tocaba con la cabeza la mesa. Se acerco a ella y sintio su olor un poco agrio de transpiracion, se levanto inmediatamente y gritando le dijo enfadado:

– ?Quieres que vaya a hablar con ellos, si o no?

Asustada por la actitud del profesor, la joven se levanto. Al ver sus ojos llenos de temor y en los que empezaban a brotar las lagrimas, anadio rapidamente:

– ?Vuelve a casa, Sun Huirong!

Ella inclino lentamente la cabeza, pero permanecio de pie delante de el, inmovil. El se dio cuenta de que casi la habia empujado a la puerta, y la tomo con fuerza del brazo para que se volviera. Ella continuaba inmovil. Le dijo dulcemente al oido:

– Si todavia tienes algo que decirme, vuelve cuando sea de dia, ?de acuerdo?

Sun Huirong no volvio, no la vio nunca mas. Bueno, si la vio, una vez, a principio del invierno. Habian pasado unos tres meses desde la noche en que ella se presento. Lo recordaba porque entonces hacia poco que habia empezado el frescor de otono. Un dia, pasaba delante de la casa de su madre y Sun se encontraba en la sala principal. Ella tambien lo vio a el, pero no parecio que quisiera llamarlo como hacia antes para invitarlo a tomar una taza de te. Al contrario, se dio la vuelta y fue hacia el fondo de la sala.

Nada mas empezar el ano, una alumna de su clase se echo a llorar de pronto sobre su mesa despues de que sonara la campana que anunciaba el inicio de las clases. Fue a ver que pasaba, pero los chicos no quisieron contarle lo que habia ocurrido. Le pregunto a la pequena alumna y ella le conto lo que los chicos le habian dicho antes de que empezaran las clases:

– ?Por que te haces la orgullosa? Cuando te deje prenada el jorobado, como a Sun Huirong, ya te calmaras.

Cuando acabo de dar la clase fue al despacho del director del colegio:

– ?Que le ha pasado a Sun Huirong?

El director farfullo un poco:

– Es dificil de explicar, no esta muy claro, ?ha abortado! ?De una violacion? Nadie sabe nada.

Entonces penso que seguramente la joven habia ido a verlo para pedirle ayuda. ?Ya habria ocurrido entonces o temia que pudiera ocurrirle? ?Quiza todavia no estuviera embarazada? No consiguio decirle lo que queria, le fue imposible, todo estaba en su mirada, en sus ganas de decir algo que le costaba explicar, en sus vacilaciones, en su olor a transpiracion y en su comportamiento. Aquella noche no paraba de mirar hacia la puerta, pero ?que miraba en realidad? Parecia mirar la habitacion para evitar su mirada, pero ?que buscaba? Quiza tuviera un objetivo muy claro al presentarse de pronto en la escuela, en una noche que no habia luz, para que nadie la viera. Ella misma dijo que nadie la habia visto entrar, estaba claro que se habia fijado en eso; ?tenia que confesarle algun secreto? Si aquella noche no se hubiera sentido tan cohibido y hubiera cerrado la puerta, como ella queria, seguramente habria podido contarselo todo, y quizas habria conseguido evitar esa desgracia. Ella no quiso que aumentara la intensidad de la lampara sacando la mecha, porque sin duda habria preferido hablar en la oscuridad. O puede que tuviera sentimientos todavia mas complejos y deseara a la vez que se compadeciera de ella y que la socorriera, para que impidiera o al menos interviniera en ese asunto que ya habia tenido lugar o que estaba a punto de producirse, aunque tambien puede que tuviera otro objetivo.

En el burgo todo el mundo sabia que la hija de la familia Sun habia sido deshonrada por el jorobado. Se habia ido con su madre a abortar: ya no habia nada mas que indagar en aquel asunto. La puerta de la casa estaba cerrada con una gruesa cadena de cobre. Fue a la comisaria de la comarca; alli ya habia tenido la ocasion de beber con el policia, Lao Zhang. Cuando llego, este estaba sermoneando a un viejo campesino que vendia aceite de sesamo y le habia requisado su pequeno cubo de hojalata y su cesto.

– ?No sabes que el aceite y los cereales son productos que controla el Estado?

– Lo se, lo se.

– Lo sabes, pero seguiras vendiendolos de todos modos, ?no es cierto? ?Vas a continuar infringiendo la ley con todo conocimiento de causa?

– ?Pero es solo sesamo que he plantado en mi jardin!

– ?Como podemos saber si es de tu jardin o si lo has robado del equipo de produccion?

– Si no me crees, preguntalo.

– ?A quien?

– ?Pregunta en el pueblo, todos lo saben, el jefe del equipo tambien esta al corriente!

– ?Ya que esta al corriente, ve a pedirle un atestado!

– Por favor, camarada, un poco de compasion. No lo volvere a hacer, ?esta bien asi?

– ?Las leyes que fija el Estado estan para cumplirlas!

El viejo permanecia encogido; no parecia tener la intencion de marcharse. El, despues de fumarse un cigarrillo, al ver que aquel asunto se eternizaba, se levanto y dijo que ya volveria otro dia. Pero Zhang lo retuvo amablemente:

– ?Que quieres?

– Queria saber que le ha pasado a mi alumna Sun Huirong.

– El informe de ese asunto esta aqui, llevatelo si quieres. De todos modos, ya sabes que como profesor no puedes inmiscuirte en estos asuntos. Ella es de la region, pero todavia hay mas accidentes con las jovenes instruidas que vienen de fuera. Si la interesada y su familia no ponen ninguna denuncia, si no hay muertos, no podemos hacer nada mas.

Zhang abrio el armario que contenia los documentos oficiales, saco una carpeta y se la tendio:

– Te la puedes llevar; para nosotros este asunto ya esta zanjado.

Estudio con detenimiento cada pagina, ahi figuraban los interrogatorios a los dos protagonistas del asunto, Sun Huirong y el jorobado. Este firmo con la huella del dedo y Sun escribio su nombre y anadio su huella. Tambien estaba el proceso verbal de una conversacion con la mujer del jorobado, asi como una carta de la muchacha dirigida al denunciado, escrita en una pagina de cuaderno, y un sobre que tenia el franqueo postal dirigido, por medio de la comuna popular, al camarada Fulano, el verdadero nombre del jorobado, secretario de la brigada de produccion de la aldea Zhao. La carta empezaba con un «Querido hermano»; el jorobado tenia mas de cincuenta anos mientras que la joven todavia no era adulta. Solo habia dos lineas escritas que decian mas o menos: «Pienso mucho en ti, querido hermano, aunque no podamos vernos. Entiendo lo que dices sobre el asunto y no me arrepentire». Ella se habia equivocado en la grafia del caracter «arrepentir», y habia firmado claramente «Sun Huirong». Ademas, la fecha del sobre era posterior a cuando se suponia que habia ocurrido todo aquel asunto.

El proceso verbal del interrogatorio de la mujer del jorobado decia lo siguiente: «Esta zorra sedujo a mi marido, era una sinverguenza, y, ademas, tenia la cara dura de escribirle. Lo que buscaba esa puta era el que la contratara». Fue ella la que descubrio la carta; se puso hecha una fiera y la presento a la comuna. El asunto todavia se enturbio mas a causa del medico Wang del dispensario de la comuna. El declaraba que la madre de la joven fue a verlo y le suplico que fuera a su casa para ayudarla a practicar un aborto, ya que su hija no podia ir al dispensario por temor a que los vecinos se dieran cuenta de lo que ocurria y luego no pudiera encontrar nunca mas un marido. El medico le respondio que el no hacia esas intervenciones ilegales y que si practicaba un aborto sin seguir las normas habituales podia perder su puesto de trabajo. Ademas, si alguien lo veia en su casa podria incluso decir que era el quien habia tenido una aventura con la muchacha. Fue bastante estricto, ?no se pueden cometer actos ilegales!

En el informe de investigacion no se explicaba como se aireo el asunto. Las declaraciones del jorobado eran sencillas: ?Una violacion? ?Que tonteria! ?Jamas habria cometido un acto tan insensato! No solo por respeto a su mujer y sus hijos, sino por su funcion de secretario. ?No podia danar la imagen de la bandera roja de su brigada, debia mostrarse digno de la formacion que le habian dado los dirigentes de todos los niveles! La chica era una viciosa. Quiza fuera joven, pero ya sabia lo que se hacia. El se dio cuenta de que se estaba lavando en su casa. El cerrojo de la puerta estaba en el interior, una puerta tan fuerte, si ella no la hubiera abierto, ?como habria podido entrar? Si no consintio, ?por que no pidio socorro? ?Cuantas veces en total? ?Habria que preguntarle a ella, lo hacian en su cama! No era en un descampado, ?como habria conseguido quitar desde fuera una barra tan gruesa

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