ella.
Ahora estoy cansada, hoy ha sido un dia lleno de emociones, continuare manana…»
El diario de Amelia era el de una adolescente de familia acomodada. Al parecer, el padre de Amelia, o sea, mi tatarabuelo, era vasco por parte de padre y vasco frances por parte de madre. Se dedicaba al comercio y viajaba por toda Europa y tambien por America del Norte. Tenia un hermano abogado, Armando, padre de Melita, Laura y Jesus, los primos de mi bisabuela.
A Amelia y a su hermana Antonietta las cuidaba una ninera inglesa, aunque su hada protectora era su ama de cria, Amaya, una guipuzcoana por la que sentian gran devocion, y que continuo realizando otras labores al servicio de la familia.
Mi bisabuela habia sido una estudiante aplicada. Al parecer, lo que mas le gustaba era la pintura y el piano; sonaba con ser una artista famosa en cualquiera de las dos disciplinas, y tenia un talento innato para los idiomas. Era con su prima Laura con quien compartia sus secretos de adolescentes. Su hermana Antonietta era dos anos menor que ella, pero para Amelia eso era una eternidad.
Por lo visto, el padre de Amelia insistia en que sus dos hijas estudiaran y obtuvieran una buena formacion. Ambas iban a las teresianas, y recibian clases de frances y de piano.
Mi tatarabuelo debio de ser un personaje un tanto especial porque de vez en cuando viajaba con su familia fuera de Espana. Amelia contaba en su diario sus impresiones sobre Munich, Berlin, Roma, Paris… relatos de una nina llena de ganas de vivir.
En realidad aquel diario me resulto aburrido. No me interesaba nada la vida cotidiana de Amelia y, salvo el descubrimiento de que su prima favorita se llamaba Laura y de que una de sus abuelas era francesa, el resto era un relato almibarado que resultaba tedioso. Por eso decidi volver a encender el movil, llamar a una amiga y salir a tomar una copa para distraerme. El segundo diario lo deje para el dia siguiente.
«Tengo tuberculosis. Desde hace dias guardo cama
No he permitido que se acerque a la cama, pero su visita me ha proporcionado una gran alegria. Para mi Laura es mas que una prima: es como una hermana, me comprende mejor que nadie, mucho mas que Antonietta. Y me ha conmovido su regalo: este diario. Me ha dicho que asi me aburrire menos y se me pasara el tiempo mas rapido. Pero ?que voy a contar si no puedo moverme?»
«Ha venido el medico a verme, y reconozco que me fastidia que me trate como si fuera una nina. Ha dicho que debo continuar descansando, aunque es conveniente que respire aire puro. Mama ha decidido mandarme al campo, a casa del ama Amaya. Habian pensado mandarme a casa de la abuela Margot en Biarritz, pero la abuela lleva una temporada con resfriados que no se terminan de curar, o sea que no esta bien para cuidar a una enferma de tuberculosis. Ademas, don Gabriel ha dicho que es mejor que respire el aire puro de la montana.
Mama esta preparando todo para que nos vayamos al caserio de la familia del ama. El ama Amaya me cuidara, mama tiene que quedarse con Antonietta y esperar a que papa regrese de Alemania, pero vendra a verme de vez en cuando. Prefiero marcharme a seguir encerrada en esta habitacion; si no fuera por las visitas de Laura, me volveria loca. Aunque temo que al final pueda contagiar a mi prima. Nadie sabe que viene a verme, solo el ama, pero ella no dice nada.»
«El ama Amaya deja que me levante. No me obliga a estar en la cama. Dice que si me siento con fuerzas, lo mejor es que salga a respirar aire puro como dijo don Gabriel. Aqui, en la montana, lo que sobra es aire puro.
Los padres del ama son mayores, me cuesta entenderlos, porque todo el tiempo hablan vasco, pero el hijo mayor de Amaya, Aitor, me esta ensenando. Papa dice que tengo un don especial para las lenguas, y la verdad es que aprendo rapido.
Me llevo bien con Aitor, y tambien he congeniado con Edurne, la otra hija del ama que tiene mi misma edad… bueno, unos meses mas. Aitor y Edurne son muy diferentes, les pasa como a Antonietta y a mi. El ama quiere que Edurne nos acompane a Madrid, a servir en nuestra casa. Le he prometido que convencere a mama. Edurne es muy silenciosa, pero siempre sonrie, y procura estar atenta al menor de mis deseos.
Papa recomendo a Aitor para que trabajara en una casa del PNV en San Sebastian. Pasa alli toda la semana. Dice que esta muy contento con el trabajo, hace recados, esta atento a los visitantes y tambien le encargan algunos pequenos trabajos de oficina, como escribir sobres. Aitor me lleva tres anos, pero no me trata como a una cria.
El ama esta muy pendiente de el, se siente muy orgullosa de su hijo. La pobrecita casi no ha vivido con ellos, vino a nuestra casa cuando yo naci, y ahora me doy cuenta de que ha debido de ser muy duro criarnos a nosotras en vez de a sus hijos. ?Les ha tenido que echar tanto de menos!
Hemos ido a San Sebastian para llamar a la abuela Margot; esta un poco mejor y ha prometido venir a verme.
A Aitor le sorprende que hable en frances con mi abuela, pero es que siempre hemos hablado en frances. La abuela Margot tambien habla en frances con papa. Solo habla en espanol con mama, pero es que a mama no se le dan muy bien los idiomas, y aunque sabe hablar frances, solo lo habla cuando vamos a Biarritz.»
«He ido con Aitor a pasear por la montana. El ama le ha dicho que no me canse, sin embargo yo me siento mejor, y le he insistido en que si trepabamos un poco hacia la cumbre, podriamos ver Francia.
Pienso en la abuela Margot. Me gustaria verla, pero aun estoy convaleciente. En cuanto este mejor ire a verla a Biarritz.
Aitor conoce un camino para entrar en Francia sin necesidad de pasar el control de la aduana. Bueno, me ha dicho que hay muchos senderos que llevan a Francia y que la gente de aqui los conoce, sobre todo los pastores. Su abuelo se los ha ensenado. Al parecer, su abuelo y otros pastores alguna vez se han ganado algunas pesetas con el contrabando. Aitor me ha hecho prometer que no se lo dire a nadie y no lo hare, no quiero pensar en lo que diria mi padre.
Aitor me ha contado que no quiere quedarse para siempre en el caserio. Estudia por las noches, cuando regresa del trabajo. Me lleva solo tres anos. Ademas, ahora esta aprendiendo frances; se lo enseno yo a cambio de que el me siga ensenando vasco.
Aitor dice que yo tambien soy vasca. Y lo dice como si eso fuera ser especial. Pero yo no me siento especial, me da lo mismo ser vasca o de cualquier otro lugar. No logro sentir lo mismo que el, dice que es porque no vivo en esta tierra. No se. Me siento orgullosa de llamarme Garayoa, pero porque es el apellido de papa, no porque sea un apellido vasco. No, por mas que Aitor me diga, no logro sentir nada especial por el hecho de ser medio vasca.
Ahora hablo en vasco con Aitor y tambien con el ama Amaya y con sus padres. Me divierte hacerlo. La gente de los caserios habla en vasco y se asombra al escucharme. No lo hago del todo mal. Aitor ha adelantado mucho en frances. Su madre dice que no le va a servir de nada, que mejor seria que aprendiera bien a ordenar, pero Aitor no se quedara aqui, lo tiene decidido. Cuando regresa de San Sebastian, trae el periodico. Nos cuenta que la situacion politica esta mal. Mama suele decir que desde que se fue el rey vamos de mal en peor, pero papa no opina lo mismo, es simpatizante de Accion Republicana, el partido de don Manuel Azana. Aitor tampoco parece sentir ninguna simpatia por Alfonso XIII. Claro que Aitor suena con una patria vasca. Yo le pregunto que haria con quienes no son vascos, y me responde que no me preocupe, que soy una Garayoa.
A la hora de la cena nos ha contado que se formo una coalicion de derechas que se llama CEDA y que se presentaron a las elecciones. Yo, la verdad, no se si eso es bueno o malo, se lo preguntare a mis padres cuando dentro de unos dias vengan a verme. ?Les echo tanto de menos! Antonietta no vendra porque aun no estoy curada del todo.»
«Me ha costado mucho volver a separarme de mis padres. Cuando el coche se ha puesto en marcha me he puesto a llorar como una nina pequena. Don Gabriel ha dicho que aun no estoy curada del todo y tendre que quedarme en casa del ama un tiempo mas, pero ?cuanto? No me lo dicen y eso me desespera.
He convencido a mama para que permita que Edurne venga con nosotros a Madrid; le he dicho que puede ser