y los escribas de los diferentes secretariados. A lo lejos se levantaban nuevas nubes de polvo, que apagaban los toques de trompeta y los gritos de los hombres que se preparaban para el combate. Dejaron atras el campamento, rodearon el lugar de los sacrificios y se unieron al resto de espectadores en la cumbre de un altozano que daba a la llanura barrida por el viento que Alejandro habia escogido como escenario de las maniobras. Incluso Telamon contuvo el aliento ante el magnifico espectaculo: todo el ejercito macedonio con el equipo de guerra completo, formado en una larga linea que comenzaba muy cerca del acantilado hasta casi perderse en el horizonte. Las tropas permanecian ahora en silencio. Cada unidad ocupaba el puesto asignado. Telamon senalo a Alejandro montado en Bucefalo, resplandeciente con su capa roja, la coraza blanca y el impresionante yelmo en la cabeza. El rey cabalgaba a lo largo de la linea. Levanto la espada y, a su senal, los soldados comenzaron a golpear las armas contra los escudos al tiempo que proferian el escalofriante grito de guerra, que sonaba como un trueno, la llamada al dios de la Guerra macedonio.
«?Enyalios! ?Enyalios! ?Enyalios!»
Cuando acabo la revista, Alejandro emprendio el camino de regreso, escoltado por su plana mayor. El polvo habia comenzado a asentarse.
– ?La derecha! -Telamon sujeto el hombro de Casandra-. El corazon del ejercito macedonio son los Companeros, los regimientos de infanteria y caballeria.
– Ya los veo -contesto la muchacha-. Son aquellos vestidos con las capas rojas y las fajas del mismo color enrolladas en la cintura.
– Son macedonios -explico el fisico-. Llevan los cascos de bronce boecios. Miralos, tienen un reborde que rodea la cabeza y baja hasta la nuca. Esto les permite ver y oir con claridad. Los penachos de plumas o trenzados con crin de caballo distinguen a los oficiales. Llevan armaduras moldeadas con la forma de los musculos del torso. Estan reforzadas con un cinturon y hombreras. Van armados con rodelas y una lanza: una espada a la izquierda y a veces una daga a la derecha.
– ?Por que las mantas de los caballos tienen diferente colores? -pregunto Casandra.
– Son los colores de cada regimiento. Purpura y amarillo, rojo y oro. Los comandantes llevan la piel de algun animal: leopardo, jaguar o pantera.
– ?Eso no los hace mas visibles para el enemigo durante la batalla?
– Filipo decia lo mismo -afirmo Telamon-. A menudo su armadura era vieja y la manta de la montura parecia un harapo. Filipo era valiente, pero no le gustaba exhibirse -observo sacudiendo la cabeza-. Alejandro y sus companeros sienten un gran orgullo no solo dirigiendo, sino tambien en que los vean en cabeza. El coraje personal esta a la orden del dia.
– ?Quienes son los otros grupos de caballeria? -pregunto Casandra mientras el viento arrastraba nubes de polvo-. ?Oh, mira! ?Aquellos! -exclamo al ver las dos alas del ejercito donde ahora se distinguian los escuadrones de caballeria.
Advirtio que los jinetes llevaban unos cascos muy extranos. Tambien observo que algunos llevaban corazas e iban armados con lanzas y escudos, mientras que otros iban fuertemente armados y sobre los hombros llevaban pieles de animales salvajes.
– Los regimientos de tracios y tesalios -le explico Telamon-. Los aliados de Alejandro.
– Ah, asi que son ellos -susurro Casandra-. Los supervivientes de Tebas hablaban de monstruos salvajes montados a caballo.
– Que los dioses ayuden a cualquiera que caiga en sus manos -manifesto Telamon-. Son valientes, pero salvajemente despiadados. Los rumores hablan de que practican el canibalismo -apunto mirando de reojo a la muchacha, que respiraba muy agitada y tenia la frente banada en sudor; la vision de estos regimientos evocaba amargos recuerdos-. La caballeria esta organizada en escuadrones -continuo-. Cada uno cuenta con doscientos hombres con un capitan y un corneta. Cuatro escuadrones forman una brigada. Dos brigadas constituyen un regimiento. A su vez, varios regimientos forman una falange. El escuadron principal son los «reales», que siempre tienen su posicion a la derecha, el lugar de honor. Alli es donde ahora estan Ptolomeo y los demas. Solo son siete y ostentan el titulo de guardaespaldas reales; actuan como generales y comandantes de Alejandro.
– ?Que son las unidades de caballeria que estan en la vanguardia?, ?aquellos que llevan rodelas y lanzas?
– Son los
Casandra senalo al extremo derecho del ejercito, formado detras de los guardaespaldas reales: una masa de arqueros, honderos y soldados de infanteria con armamento ligero, junto a otros fuertemente armados con yelmos donde ondeaban los penachos multicolores.
– Veras a un grupo similar en el extremo izquierdo -dijo Telamon-. Tropas mercenarias: arqueros cretenses, infantes agrianianos, honderos. Todos los mercenarios del mar Medio acuden en masa para aceptar la promesa macedonia de recibir el oro persa. Sin embargo, el ejercito principal esta en el centro, es la espina dorsal de Macedonia. ?Ven!
Telamon llevo a Casandra hasta un lugar donde estaban solos. Se detuvieron para observar las filas de infantes con las largas sarisas apoyadas en el suelo.
– ?Van muy poco armados! -exclamo Casandra.
– Los hay de dos clases -explico Telamon-. Primero, los falangistas; solo llevan la tunica, botas y el sombrero chato o
– ?Los diferentes colores designan a los diferentes regimientos?
– Correcto -respondio Telamon sonriendo-. Los que llevan plumas son los oficiales. Los guardias llevan corazas, espinilleras y yelmos. Su tarea consiste en proteger los vulnerables flancos de los falangistas. La infanteria esta dividida en unidades. La menor es una fila de dieciseis hombres; una compania incluye treinta y dos filas; tres companias forman un batallon; dos batallones equivalen a un regimiento. Al igual que la caballeria, cada uno tiene diferente color, por no mencionar a los cornetas, a quienes el secretariado del ejercito ensena toda una serie de llamadas. Observa como los cornetas reales nunca estan muy separados de Alejandro. Cada llamada significa una orden diferente: armas al hombro, avanzar, giro a la derecha, y muchas mas cosas. Ahora lo veras.
A todo lo largo de la linea de batalla resonaban las cornetas. Cada unidad recibia la llamada y la transmitia a la siguiente. Telamon, que habia visto esta escena muchisimas veces, sintio que el corazon daba un brinco en su pecho y comenzaba a latir deprisa. La linea comenzo a desplegarse. La caballeria situada en los flancos se movia ahora hacia adelante, y algunos de los regimientos de infanteria hacian lo propio, de forma tal que las tropas adoptaron una formacion similar a los cuerdos de un toro. Detras de la caballeria, se encontraba la infanteria con armamento ligero: los mercenarios, los honderos y los arqueros. La autentica maravilla era el nucleo del ejercito: los Companeros de a pie y los regimientos de guardias. Como si estuviesen controlados por una gigantesca mano invisible, formaron rapidamente de diferentes maneras: desde grupos muy unidos a largas filas y, despues, en unos rectangulos de cuatro hombres de frente y dieciseis de fondo erizados de lanzas. Las cornetas volvieron a sonar y los regimientos adoptaron otra formacion de combate: pequenas falanges o cuadrados de hombres, de ocho de frente y ocho de fondo. Las cornetas tocaron otra llamada y las falanges volvieron a unirse.
– Ahora ya lo ves -comento Telamon-. Las unidades y los regimientos estan formando para convertirse en una enorme falange.
Ahora las cornetas sonaron con una larga llamada que helaba la sangre. El grito de guerra macedonio resono en la llanura con tanta fuerza que los pajaros huyeron espantados. Los falangistas comenzaron a avanzar lentamente. Las filas de vanguardia bajaron las sarisas; los que venian detras apoyaron las suyas en los hombros de los que tenian delante.
– ?Casandra! -exclamo Telamon-. Imagina que eres un soldado de caballeria persa o un infante ateniense. Tienes a los regimientos de infanteria que te amenazan por el frente; a los escuadrones de caballeria, apoyados por la infanteria ligera y sus auxiliares, que te machacan los flancos. No puedes entrar en contacto con el enemigo que tienes delante porque sus sarisas son tres veces mas largas que tus lanzas. Intentas golpear las sarisas con la espada, pero te ves impedida en tus movimientos por los hombres que te rodean. Las sarisas se acercan…
Hizo una pausa. Las falanges aceleraron el avance y los golpes de miles de pies calzados con sandalias les marcaron su propio ritmo. Se escucho un agudo toque de corneta. La enorme falange del centro se movia ahora casi