– ?Hablamos con tranquilidad o prefieres que te saque asi ahi fuera y todo el mundo sepa lo bajo que has caido?

– Hablare, hablare. De acuerdo, soy un adicto, pero no tengo nada que ver con la muerte de Begona.

– ?La introdujiste tu en el mundo de la droga?

– No, no creo, es decir, nos metimos juntos mas o menos, ?comprende?

– No, si no me lo explicas.

– Bueno, nosotros eramos amigos y, aunque no teniamos una relacion de pareja, de vez en cuando haciamos cosas juntos, nos acostabamos, por ejemplo. Supongo que uno de esos dias, cualquiera de los dos decidiria que podria ser interesante probar, ?me entiende? Es el morbo de lo prohibido lo que nos atrae y luego, pues eso, nos enganchamos los dos, no hay mas historias.

– ?Erais los unicos de vuestra cuadrilla con este problema?

– Que yo sepa si, y supongo que lo sabria en caso de que hubiera alguno mas cogido.

– Os iniciasteis juntos, ?y luego? ?Continuasteis juntos?

– Ya le he dicho que no teniamos relacion de pareja, pero de vez en cuando nos relacionabamos.

– ?Eso incluia el compartir droga?

– Si, asi es. Muchas veces, cuando uno tenia la compartia con el otro y viceversa.

– ?Teniais el mismo proveedor?

– Asi es.

– Y durante el tiempo que estuvo desaparecida, ?contacto contigo para obtener droga?

– No, no supe nada de ella en ese tiempo.

– ?Crees posible que haya cambiado de proveedor mientras estuvo fuera de casa?

– Podria ser, pero no lo creo. Begona era muy especial, incluso para estas cosas. Ademas, tampoco se trata de ir al supermercado y pedir una papelina de heroina; tienes que tener contactos antes de entrar en el juego. No, yo creo que no tuvo tiempo para hacer nada de eso. Ademas, si continuaba viviendo en Bizkaia, lo mas logico es pensar que seguia con la misma rutina, es mas seguro. Por lo menos eso es lo que yo hubiera hecho.

Artetxe se abstuvo de comentar que a la vista de lo sucedido no estaba tan claro que eso fuera lo mas seguro, para no aumentar el nerviosismo de su interlocutor, ya que queria hacer una ultima y definitiva pregunta.

– ?Ves como no ha sido para tanto? Una pregunta mas y podras volver a la piscina, con tus amigos.

– ?De que se trata?

– Quiero saber el nombre y la direccion del camello que os vendia la droga.

23

Casi a la misma hora en que Inaki Artetxe se entrevistaba por segunda vez con el amigo de Begona, un furgon de la Guardia Civil se acercaba a una fabrica de armas de Gernika con el objeto de dar escolta a un cargamento que se dirigia al puerto de Bilbao.

– Es la hostia -iba comentando en su interior un guardia civil recien salido de la Academia, que efectuaba ese dia su primer servicio-. Quien me iba a decir a mi, en el pueblo, que iba a acabar escoltando un cargamento de armas con destino a Ruanda.

– ?Y a ti que cono te importa adonde vaya el cargamento? -contesto su companero, un cincuenton barrigudo con muchos anos de rondas encima.

– Hombre, no se, pero tal como estan las cosas por alli me imagino que no las usaran para nada bueno. ?No te has enterado de las matanzas que ha habido entre gente de diferentes tribus? Es alucinante ver de que modo se masacran unos a otros, y nosotros vamos a aportar nuestro granito de arena.

– Dejate de chorradas y de politica, que a nosotros nos toca obedecer y a otros mandar.

– ?Joder!, pero ?acaso no te importa lo que pasa en el mundo?

– Cuando lleves treinta anos en esta jodida profesion, tu tambien pensaras como yo. O lo habras dejado - anadio pensativo. Luego volvio a dirigirse a su joven companero, pero en esta ocasion de un modo paternal-. Tengo entendido que eres un listillo, que fuiste el numero uno de tu promocion.

– El numero dos. Y no soy ningun listillo, tan solo me tome el curso en serio.

– Vale, vale, no hay que enfadarse. Lo que no entiendo es como con ese puesto, pudiendo haber elegido cualquier destino, has acabado aqui, en las Vascongadas.

– Lo pedi yo.

– Chaval, seras muy listo y muy responsable, pero eres un autentico mamonazo. ?Como se te ocurre venir aqui pudiendo ir a cualquier otro sitio? ?Hace falta estar loco!

– Bueno, la paga es mejor.

– Si, pero te aseguro que no compensa.

– En ese caso, ?por que no te has marchado tu?

– Lo he pensado muchas veces, no creas, pero aqui mis hijos tienen mas oportunidades de estudiar una carrera; el mayor esta en Deusto haciendo Derecho y la pequena estudia COU, aunque ten por seguro que si lograra solucionar eso, me iba de aqui como que me llamo Andres Garcia Santos.

– No puede ser tan malo, los vascos son buena gente.

– ?Buena gente? Tu estas agilipollado, chaval. No digo que entre ellos no se las arreglen bien, pero para nosotros nunca habra no ya un minimo de consideracion, sino simplemente ni siquiera un trato correcto o una palabra amable. Estamos aqui peor que tus ruandeses, totalmente olvidados de la mano de Dios, en un gueto, aunque mejor olvidados y marginados que muertos, por lo menos de lo primero se sale. ?Vascos? ?Me cago mil veces en los vascos y en la madre que los pario a todos, cabrones!

– Mi opinion es diferente. En realidad no pedi este destino solo por la pasta como te he dicho antes, aunque todo influye, no se puede negar, sino porque queria venir expresamente a esta zona. En mi pueblo suele veranear mucha gente vasca y, aunque a veces hay roces o piques, en general nos llevamos bien, sobre todo si no se habla de politica, por supuesto, y eso que a veces comprendo muchas de las cosas que dicen porque a mi abuelo materno lo mataron en la guerra los falangistas por ser miembro del Partido Comunista.

– De rojo a verde, si que ha habido cambios en tu familia, cono.

– Son otros tiempos -respondio filosoficamente el joven-. Pero a lo que iba, mi vision es totalmente diferente de la tuya porque he hecho muy buenas amistades con gente vasca, sobre todo de Bilbao. De hecho, una de las cosas que me animaron a venir aqui fue una bilbaina.

– ?No jodas!, no me digas que te has echado una novia de Bilbao.

– Novia no, pero casi -respondio, ruborizandose, el joven-. Nos entendemos bastante bien y creo que podemos llegar a algo serio como pareja.

– ?La has llamado?

– Todavia no, no he tenido tiempo.

– En ese caso escucha el consejo de un perro viejo. No te hagas ilusiones. Es muy diferente ir a tomar unas copas, o incluso hacer otras cosas en un pajar, cuando estais en tu pueblo, que aqui. Quiza la mayoria de los vascos no nos odien, tengo mis dudas aunque estoy dispuesto a admitido, pero lo que ninguno o muy pocos haran sera dejarse ver en su ambiente con un guardia civil. Mucho te tendra que querer esa chica para aceptar salir contigo.

– Tantos anos aqui te han amargado, pero no me vas a desanimar. Soy optimista por naturaleza.

– Pues conserva intacto ese optimismo porque necesitaras todo el posible para aguantar en este puto pais.

No muy lejos de ellos otro joven tambien recien salido del cascaron se hacia unas reflexiones parecidas a las del guardia viejo, pero en otra direccion. Acababa de regresar de Euskadi Norte, donde habia estado recibiendo entrenamiento militar y se sentia euforico por intervenir en la lucha de liberacion de su patria, oprimida por un Estado central fascista que, aunque se recubria con una falsa fachada democratica, no respetaba los derechos a la soberania de su pueblo. Y uno de los factores mas importantes en esa opresion que sufrian las buenas y honradas gentes de Euskal Herria era la Guardia Civil. Por eso estaba aun mas feliz, porque iba a dar cana a los picoletos.

Se encontraba resguardado junto al peaje de Amorebieta. Desde alli esperaba con un lanzagranadas la llegada

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