Por supuesto que esto, algunas veces, me procura molestias. Un coleccionista de mariposas me explica su manera de cazar en la selva. Recorta un carton en forma de mariposa y, luego, pega encima las alas de la mariposa que quiere cazar. Este carton se fija en la punta de un baston de un metro. Cuando caza, sostiene el baston en la mano derecha y hace movimientos de manera que la falsa mariposa parezca que vuela. Va siempre, en la selva, a los claros donde penetra el sol. Sabe las horas de eclosion para cada especie. Hay especies que solo viven cuarenta y ocho horas Entonces, cuando el sol bana el claro, las mariposas que acaban de salir del capullo se precipitan a esa luz, tratando de hacer lo antes posible el amor. Cuando divisan el reclamo, acuden desde muy lejos a precipitarse encima de el. Si la falsa mariposa es un macho, es un macho el que va a batirse con ella. Con la mano izquierda, que sostiene la redecilla, el cazador lo atrapa rapida mente.
La bolsa posee un estrangulamiento, lo que hace que el cazador pueda continuar atrapando mariposas sin temer que las otras se escapen.
Si el reclamo esta hecho con alas de hembra, los machos acuden para hacerle el amor, y el resultado es el mismo.
Las mariposas mas bellas son las nocturnas, pero a menudo, como chocan contra obstaculos, es muy dificil encontrar una cuyas alas esten intactas. Casi todas las tienen destrozadas. Para estas mariposas nocturnas, el cazador se encarama a lo mas alto de un gran arbol y hace un cuadrado con un trapo blanco que ilumina por detras con una lampara de carburo. Las grandes mariposas nocturnas, de quince a veinte centimetros de envergadura, van a topar con el trapo blanco. No queda sino asfixiarlas comprimiendoles muy rapida y fuertemente el torax sin aplastarlas. No deben debatirse, porque de lo contrario se rompen las alas y pierden valor.
En una vitrina tengo siempre pequenas colecciones de mariposas, de moscas, de pequenas serpientes y de vampiros. Hay mas compradores que mercancia. Asi que los precios son altos.
Un americano me ha senalado una mariposa que tiene las alas traseras azul acero y las superiores azul claro. Me ha ofrecido quinientos dolares si encontraba una mariposa de esta especie que sea hermafrodita.
Hablando con el cazador, me dice que, una vez, tuvo una en las manos, muy linda, que le pagaron cincuenta dolares y que supo despues, por un coleccionista honrado, que este especimen valia casi dos mil dolares.
– Quiere pegartela el gringo, Papillon -me dice el cazador-. Te toma por un imbecil. Aunque la pieza rara valiera mil quinientos dolares, se aprovecharia descaradamente de tu ignorancia.
– Tienes razon, es un cerdo. ?Y si se la pegaramos nosotros a el?
– ?Como?
– Seria preciso fijar sobre una mariposa hembra por ejemplo, dos alas de macho o viceversa. Lo dificil es encontrar el medio de pegarlas sin que se vea.
Al cabo de muchos intentos desdichados, hemos llegado a pegar a la perfeccion, sin que se note, dos alas de un macho a un magnifico ejemplar de hembra. Hemos introducido las puntas en una minuscula incision y, luego, las hemos unido con leche de balata. Aguantan bien, hasta el punto de que se puede agarrar la mariposa por las alas pegadas. Se mete la mariposa bajo un vidrio junto con otras, en una coleccion cualquiera de veinte dolares, como si yo no la hubiera visto. La cosa no falla. Apenas la ve el americano, tiene el tupe de venir con un billete de veinte dolares en la mano para comprarme la coleccion. Le digo que esta comprometida, que un sueco me ha pedido una caja, y que es para el.
En dos dias, el americano ha tomado lo menos diez veces en sus manos la caja. Al final, no aguanta mas y me llama.
– Compro la mariposa de en medio por veinte dolares, y te quedas con las demas.
– ?Y que tiene de extraordinario esa mariposa? -Y me pongo a examinarla. Luego, exclamo-: Pero, ?si es una hermafrodita!
– ?Que dice? Si, es verdad. Antes, no estaba muy seguro -dice el gringo-. A traves del cristal no se veia muy bien. ?Me permite? -Examina la mariposa de arriba a abajo y dice-: ?Cuanto quiere usted por ella?
– ?No me dijo un dia que un especimen tan raro valia quinientos dolares?
– Se lo he repetido a muchos cazadores de mariposas; no quiero aprovecharme de la ignorancia de quien ha atrapado esta.
– Pues son quinientos dolares o nada.
– La compro; reservemela. Tenga, aqui tiene sesenta dolares que llevo encima como senal de que la venta esta hecha. Deme un recibo y manana traere el resto. Y, sobre todo, saquela de esa caja.
– Muy bien; la llevare a otra parte. Aqui tiene su recibo.
Justo a la hora de abrir, el descendiente de Lincoln esta aqui. Vuelve' a examinar la mariposa, esta vez con una lupa pequena. Siento un sobresalto terrible cuando la vuelve del reves. Satisfecho, paga, coloca la mariposa en una caja que ha traido, me pide otro recibo y se va.
Dos meses mas tarde, me agarra la bofia. Al llegar a la Comisaria, el superintendente de Policia me explica en frances que he sido detenido por haber sido acusado de estafa por un americano.
– Es sobre una mariposa a la que usted pego las alas -me dice el comisario-. Gracias a esa supercheria, usted la vendio por quinientos dolares.
Dos horas despues, Cuic e Indara estan alli con un abogado. Habla muy bien frances. Le explico que yo no se nada de mariposas, que yo no soy cazador ni coleccionista. Vendo las cajas para ayudar a los cazadores, que son mis clientes, que es el gringo quien ofrecio los quinientos dolares, y no yo quien se los pidio, y que, de haber sido autentico el ejemplar como el creia, el ladron hubiera sido el, puesto que entonces la mariposa hubiera tenido un valor de unos dos mil dolares.
Dos dias despues, comparezco ante el Tribunal. El abogado me sirve tambien de interprete. Repito mi tesis. En su favor, mi abogado tiene un catalogo con los precios de las mariposas. Semejante especimen se cotiza en el libro por encima de los mil quinientos dolares. El americano debera pagar las costas del juicio y, por anadidura, los honorarios de mi abogado mas doscientos dolares.
Reunidos todos los duros y los hindues se festeja mi liberacion con un pastis de la casa. Toda la familia de Indara habia acudido al juicio, muy orgullosos todos de tener entre ellos despues de la absolucion- a un superhombre. Pues ellos no son tontos, y dudaban de que no hubiera sido yo quien pegara las alas.
Ya ha sucedido. Nos hemos visto obligados a vender el restaurante. Tenia que pasar. Indara y Daya eran demasiado hermosas, y su especie de striptease, siempre ligeramente insinuado, sin llegar nunca mas lejos, incitaba mas aun a aquellos marinos de sangre ardiente, que si hubiera sido un desnudo completo. Al advertir que cuando mas ponia las tetas desnudas apenas veladas ante las narices de los marineros, mas propinas les caian, bien inclinadas sobre la mesa nunca acababan de dar la cuenta o el cambio justo. Tras este tiempo de exposicion bien calculado, con el marino con los ojos fuera de las orbitas para ver mejor, ellas se incorporaban y preguntaban: “?Y mi propina?” “?Ah!” Aquellos pobres tipos eran generosos, y estos enamorados enardecidos, pero nunca satisfechos, ya no sabian lo que se hacian.
Un dia, sucedio lo que yo imaginaba. Un tipo alto, ~?o, lleno de pecas, no se ha contentado con ver todo el muslo descubierto: a la aparicion fugitiva del slip, se le fue la mano y, con sus dedos de animal, atenazo fuertemente a mi Javanesa. Como ella tenia una jarra de cristal llena de agua en la mano, no le ha costado mucho rompersela en la cabeza. Bajo el golpe, se cae al suelo. Me precipito para ayudarle a levantarse, cuando unos amigos suyos creen que le voy a pegar y, antes de que pueda decir uf, recibo un punetazo magistral en pleno ojo. ?Quizas este marino boxeador ha querido de veras defender a su companero o arrearle un porrazo al marido de la bella hindu responsable de que no se pueda llegar a ella? ?Cualquiera sabe! En todo caso, mi ojo ha recibido un directo de frente. Sin embargo, el hombre aquel habia contado demasiado de prisa con su victoria, porque se pone en guardia de boxeo ante mi y me grita. Boxe, boxe, man! De un gran puntapie en las partes, seguido de un cabezazo al estilo Papillon, el boxeador cae en el suelo tan largo como es.
La pelea se hace general. El manco ha salido en mi ayuda desde la cocina y distribuye golpes con el baston con el que hace su spaghetti especial. Cuic llega con un largo tenedor de dos dientes y lo clava aqui y alla. Un granuja parisiense retirado de los bailes con gaita de la rue de Lappe se sirve de una silla como maza. Violentada, sin duda, por la perdida de sus bragas, Indara se ha retirado de la rina.
Conclusion: cinco gringos han sido seriamente heridos en la cabeza, otros llevan dos agujeros producidos por el tenedor de Cuic en diversas partes del cuerpo. Hay sangre por todas partes. Un policia negro se ha puesto en la puerta para que nadie salga. Afortunadamente, porque llega un jeep de la Military Police. Con polainas blancas y la porra levantada, quieren entrar a la fuerza, y en vista de que todos sus -marinos estan llenos de sangre, seguramente tienen intencion de vengarlos. El policia negro los rechaza, luego pone el brazo con su porra a traves de la puerta y dice:
– Majesty Police (Policia de Su Majestad).
Solo cuando llegan los policias ingleses se nos hace salir y montar en el camion. Nos conducen a la Comisaria. Aparte de mi ojo tumefacto, ninguno de nosotros esta herido, lo que hace que no quieran creer en nuestra legitima defensa.
Ocho dias despues, en el Tribunal, el presidente acepta nuestra tesis y nos pone en libertad a todos excepto a Cuic, a quien le caen tres meses por golpes y heridas. Era dificil encontrar una explicacion a los multiples dos agujeros repartidos profusamente por Cuic.
Como a continuacion, en menos de quince dias ha habido seis peleas, nos damos cuenta de que no podemos seguir asi. Los marinos han decidido no dar esta historia por terminada, y como los que vienen tienen siempre pinta nueva, ?como saber si son amigos o enemigos?
Asi, pues, hemos vendido el restaurante, pero no al precio que lo habiamos comprado. La verdad es que, con la fama que habia cobrado, los compradores no hacian cola.
– ?Que vamos a hacer, manco?
– Mientras esperamos a que salga Cuic, descansaremos. No podemos volver a lo de la carreta y el asno, pues los vendimos junto con la clientela. Lo mejor es no hacer nada, reposar. Ya veremos despues.
Cuic ha salido. Nos dice que lo han tratado bien. El unico inconveniente ~-cuenta- es que estaba cerca de dos condenados a muerte. Los ingleses tienen una cochina costumbre: advierten a un condenado cuarenta y cinco dias antes de la ejecucion de que sera colgado alto y corto tal dia a tal hora, que la reina ha rechazado su peticion de clemencia. “Entonces -nos cuenta Cuic-, todas las mananas, los dos condenados a muerte se gritaban uno a otro: “Un dia menos, Johnny, ?no quedan mas que tantos dias! “ Y el otro no paraba de insultar a su complice toda la manana.” Aparte de eso, Cuic estaba tranquilo y bien considerado.
La Cabana de Bambu
Pascal Fosco ha bajado de las minas de bauxita. Es uno de los hombres que habian intentado un atraco a mano armada contra la oficina de Correos de Marsella. Su complice fue guillotinado. Pascal es el mejor de todos nosotros. Buen mecanico, solo gana cuatro dolares diarios y, con eso, siempre encuentra el medio de alimentar a uno o dos forzados en dificultades.
Esa mina de tierra de aluminio esta muy adentro de la selva. Se ha formado una aldea alrededor del campamento, donde viven los obreros y los ingenieros. En el puerto, se carga sin cesar el mineral en numerosos barcos de carga. Se me ocurre una idea: ?por que no vamos a montar un cabaret en ese rincon perdido en la selva? La gente debe de aburrirse mortalmente por la noche.
– Es verdad -me dice Fosco-, aquello no es jauja en cuanto a distracciones. No hay nada.
Indara, Cuic, el manco y yo ya estamos, algunos dias despues, a bordo de un cascaron que, en dos dias de navegacion, nos lleva por el rio a “Mackenzie”, nombre