—?Y tu todavia te opones?
—Ciertamente, por las mismas razones que antes, si bien admito que Barlennan acepto aquella vez. No se trata solo de que tengamos otros planes especificos para esos dos vehiculos, aunque eso tambien cuenta. Piensa lo que quieras, Easy, pero yo no considero una vida poco importante simplemente porque no sea una vida humana. Sin embargo, si me opongo a malgastar tiempo y recursos. Cambiar nuestra forma de actuar en medio de una operacion, generalmente implica alterar las dos cosas.
—Pero si proclamas que las vidas mesklinitas significan para ti tanto como las humanas, ?como puedes hablar de malgastar?
—Tu no piensas, Easy. Lo comprendo, y en realidad no te culpo, pero estas ignorando el hecho de que el Kwembly esta a unos dieciseis mil kilometros por aire de la colonia y a unas veinte mil por el camino que ellos siguieron. Un vehiculo de rescate no hubiese podido seguramente recorrer eso en menos de doscientas o doscientas cincuenta horas. La ultima parte, la que el Kwembly atraveso al ser arrastrado por un rio, podria no ser encontrada, y los ultimos seis mil kilometros a traves del campo de nieve quiza no sean transitables.
—Podriamos darle direcciones con vistas al satelite.
—Podriamos hacerlo, sin duda. Sin embargo, a menos que Dondragmer logre salir con su tripulacion y su vehiculo de su problema actual, nada de lo que Barlennan le envie le serviria probablemente de ayuda, si el Kwembly esta en peligro real e inmediato. Si no lo esta, si solo se trata de permanecer detenido por el hielo como un ballenero del siglo XIX, con su sistema vital de circuito cerrado, tiene suministros indefinidamente y transformadores de fusion, mientras nosotros y Barlennan podemos planear un rescate agradable y placentero.
—Como el del Esket de Destigmet —replico la mujer con cierta amargura—. Lleva alli siete meses, y tu rehusas hablar sobre el rescate entonces y ahora.
—Esa era una situacion muy diferente. El Esket sigue estando alli, sin cambios, segun lo que sus equipos de vision nos dicen, pero su tripulacion ha desaparecido. No tenemos ni la mas ligera idea de lo que les sucedio, pero puesto que no estan a bordo y no han estado durante todo este tiempo, es imposible creer que todavia vivan. Los mesklinitas no podrian vivir siete meses en Dhrawn sin mucho mas equipo que sus trajes especiales, a pesar de todas sus habilidades y de su admirable resistencia fisica.
Easy no contesto. En pura logica, Aucoin tenia toda la razon; pero Easy no podia aceptar la idea de que la situacion era puramente logica. Ib conocia sus sentimientos, y decidio que habia llegado el momento de cambiar otra vez de rumbo. Hasta un punto compartia la opinion del planificador sobre politica basica; tambien sabia por que su mujer no podia compartirla.
—El problema real, inmediato segun yo lo veo —intervino Hoffman—, es el que tiene Don con los hombres que todavia estan en el exterior. Segun tengo entendido, dos estan debajo del hielo y nadie parece saber si ese estanque esta helado hasta el fondo. A juzgar por el trabajo que se suponia que iban a hacer, en cualquier caso estan en algun punto entre las ruedas del Kwembly. Supongo que eso significa un sencillo trabajo de picar y buscar. No tengo ni idea de que probabilidades de vida tiene un mesklinita con traje especial soportando una cosa asi. La temperatura no les molestara, a pesar de encontrarse tan por debajo del punto de fusion del hielo; pero no se que otras limitaciones fisiologicas puedan tener. El primer oficial de Don tambien ha desaparecido durante un vuelo de helicoptero. No podemos ayudarle directamente, puesto que no se llevo un comunicador, pero hay otro helicoptero disponible. ?Nos ha pedido Dondragmer que le ayudemos mientras buscamos a su piloto con la otra maquina y un equipo de vision?
—Hasta hace media hora no lo habia hecho —replico Mersereau.
—Entonces aconsejo vivamente que se lo insinuemos nosotros.
Aucoin asintio aprobadoramente y miro hacia la mujer.
—Yo diria que es un trabajo para ti, Easy.
—Si nadie se me ha adelantado.
Se levanto, pellizco la oreja de Ib al pasar y abandono la habitacion.
—El siguiente punto —continuo Hoffman—. Suponiendo que puedas tener razon al oponerte a una expedicion de rescate desde la colonia, creo que ya es hora de que Barlennan fuese puesto al dia sobre el Kwembly.
—?Por que crear mas problemas de los que necesitamos? —devolvio Aucoin—. No me gusta discutir con nadie, especialmente cuando el otro en realidad no tiene por que escucharme.
—No creo que tengas que discutir. Recuerda que la otra vez el estuvo de acuerdo.
—Hace unos cuantos minutos dijiste que no estabas seguro de la sinceridad de sus palabras.
—No lo estoy, pero si esa vez hubiese estado fuertemente en contra nuestra, habria hecho lo que queria y enviado una brigada en ayuda del Esket. Recuerda que lo hizo un par de veces cuando un vehiculo estuvo en dificultades.
—Eso fue mucho mas cerca de la colonia, y finalmente aprobamos la accion —devolvio Aucoin.
—Sabes tan bien como yo que la aprobamos porque preveiamos que iba a hacerlo de todas formas.
—La aprobamos, Ib, porque tu mujer estaba las dos veces del lado de Barlennan y nos convencio.
De paso, tu argumento es un punto en contra de comunicarle la situacion actual.
—?De que lado estaba ella durante la pelea del Esket? Sigo pensando que deberiamos contarle pronto a Barlennan la situacion actual. Dejando a un lado la pura honradez, cuanto mas esperemos mas seguro es que tarde o temprano averiguara que hemos estado censurando los informes de la expedicion.
—Yo no lo llamaria censurar. Nunca hemos cambiado nada.
—Pero muchas veces has retrasado la transmision, mientras decidias lo que deberia conocer, y como dije antes, no creo que eso sea lo que decidimos pactar con el. Perdona mis sentimientos reaccionarios, pero por motivos puramente egoistas hariamos bien en conservar su confianza cuanto mas tiempo mejor.
Varios de los otros miembros que hasta este momento habian escuchado en silencio, irrumpieron a hablar casi al mismo tiempo cuando Hoffman expreso este sentimiento. Aucoin necesito varios segundos para desarrollar sus ideas, pero pronto se hizo claro que el sentimiento del grupo estaba con Ib. El presidente se rindio graciosamente; su tecnica no incluia el quedarse delante del toro.
—Muy bien, le pasaremos a Barlennan el informe completo en cuanto nos separemos —miro hacia el ganador—. Es decir, si la senora Hoffman no lo ha mandado ya. ?Cual es el punto siguiente?
Uno de los hombres, quien se habia limitado a escuchar hasta aquel momento, hizo una pregunta.
—Perdonadme si no os he seguido bien hace unos pocos minutos. Ib, tanto tu como Alan decis que Barlennan estuvo de acuerdo con la politica del proyecto de limitar al minimo la cantidad de equipamiento sofisticado que su expedicion iba a utilizar. Yo tambien lo entendi asi; pero tu, Ib, acabas de mencionar que tienes dudas sobre la sinceridad de Barlennan. ?Alguna de esas dudas proviene de su aceptacion de los helicopteros?
Hoffman movio la cabeza.
—No. Los argumentos que empleamos para su necesidad fueron buenos, y lo unico que me sorprendio fue que Barlennan no se adelantase y aceptase el equipo sin discusion.
—Pero los mesklinitas son aerofobicos por naturaleza. Para alguien de un mundo asi, la idea de volar debe ser inimaginable.
Ib sonrio lugubremente.
—Es verdad. Pero una de las primeras cosas que Barlennan hizo despues de cerrar el trato con la gente de la mision Gravedad y comenzar a aprender ciencia basica fue disenar, construir y volar en un globo de aire caliente por la zona polar de Mesklin donde la gravedad es mas alta. Lo que motivo a Barlennan no fue aerofobia. No dudo exactamente de el; simplemente no estoy seguro de lo que piensa, si me perdonais un juego de palabras bastante tosco.
—De acuerdo —intervino Aucoin—. Creo que nos estamos quedando secos. Sugiero que durante seis horas, por ejemplo, nos separemos. Podemos pensar, bajar a Comunicacion y escuchar a los mesklinitas o hablar con ellos; cualquier cosa que mantenga vuestros pensamientos sobre la cuestion de Dhrawn. Ya conoceis mis ideas sobre eso.
—Ahi es donde han estado las mias —era Ib el que hablaba—. Cada vez que uno de los vehiculos encuentra problemas, pienso en el Esket, incluso cuando el problema es plenamente natural.
—Me imagino que lo mismo hacemos todos —admitio Aucoin.
«Cuanto mas pienso en ello, mas me parece que su tripulacion debe haberse encontrado con una oposicion