—De acuerdo —llego finalmente la respuesta de Dondragmer—. Sacaremos la barra de metal e intentaremos usarla como un calentador. Estoy mandando al exterior hombres para que comiencen a desprender las abrazaderas pequenas. Hare que uno de los comunicadores sea colocado en el exterior, de forma que podais vigilar mientras cortamos los conductores y comprobarlo todo antes de conectar la energia. Trabajaremos despacio, para que podais decirnos si hacemos algo mal, antes de llegar demasiado lejos. No me gusta esta situacion. No me gusta hacer algo cuando estoy tan seguro de lo que pueda pasar. Se supone que tengo el mando aqui, y solo desearia haber aprendido mas sobre vuestra ciencia y vuestra tecnologia. Quiza tenga una imagen tan aproximada como es posible. En cuanto al resto, confio en vuestro juicio y en vuestro conocimiento; pero es la primera vez en anos que me siento tan inseguro.

Fue Benj el que contesto, batiendo a su madre solo por una fraccion de segundo.

—He oido que fuiste el primer mesklinita en comprender la idea general de la verdadera ciencia y uno de los que mas hicieron para poner el Colegio en marcha. ?Que quieres decir: te gustaria haber aprendido mas?

Easy le interrumpio, al igual que Benj empleo el propio idioma de Dondragmer.

—Tu sabes mucho mas que yo, Don, y estas al mando. Si no te hubiese convencido lo que te dijo Katini, no habrias dado esas ordenes. Tendras que acostumbrarte a ese sentimiento que no te gusta; otra vez acabas de chocar contra algo nuevo. Es como aquella vez, hace cincuenta anos, mucho antes de que yo naciera, cuando comprendiste repentinamente que la ciencia que utilizabamos nosotros, los alienigenas, se reducia a simples conocimientos llevados mas alla del nivel del sentido comun. Ahora te encuentras con el hecho de que nadie, ni siquiera un comandante, puede conocerlo todo y de que a veces tiene que seguir un consejo profesional. ?Acostumbrate a la idea, Don, y calmate!

Easy se recosto en su asiento y miro a su hijo, el unico en la sala que habia seguido completamente sus palabras. El muchacho parecia sobresaltado, casi aterrorizado. Cualquiera que fuese la impresion causada a Dondragmer, habia dado en el blanco de Benjamin Ibson Hoffman. Para un padre era una sensacion intoxicante; tuvo que luchar contra la ansiedad de decir mas. Fue ayudada por una interrupcion en voz humana.

—?Eh! ?Que le ha pasado al helicoptero?

Todos los ojos se volvieron a las pantallas de Reffel. Hubo un segundo completo de silencio. Despues Easy, mientras continuaba observando atentamente la pantalla, dijo:

—?Benj, informa a Dondragmer mientras yo llamo a Barlennan!

IX. PROPOSITOS CRUZADOS

Hacia mucho que en la colonia el tiempo se habia despejado, la niebla de amoniaco habia sido conducida por el viento hacia las desconocidas regiones centrales de Low Alfa y el viento habia descendido hasta convertirse en una suave brisa del noroeste. Las estrellas parpadeaban violentamente, atrayendo la atencion de ocasionales mesklinitas que estaban fuera o en los corredores, pero pasando inadvertidas para aquellos que se encontraban en las habitaciones mejor iluminadas bajo el tejado transparente.

A causa de que Barlennan se encontraba en la zona del laboratorio, en la parte occidental de la colonia, cuando Easy llamo, el mensaje tardo algo en llegar hasta el. Lo hizo en forma escrita, conducido por uno de los mensajeros de Guzmeen, que, de acuerdo con las ordenes existentes, no presto atencion al hecho de que Barlennan estuviese en una conferencia. Arrojo la nota delante de su comandante, quien interrumpio sus palabras en la mitad de una frase para leerla. Bendivence y Deeslenver, los cientificos con los que hablaba, esperaron en silencio a que terminase, aunque las actitudes de sus cuerpos traicionaban la curiosidad.

Barlennan leyo el mensaje dos veces, parecio intentar recordar algo, y despues se volvio hacia el mensajero.

—Supongo que todo esto acaba de llegar.

—Si, senor.

—?Y cuanto tiempo ha pasado desde el informe anterior de Dondragmer?

—No hace mucho, senor. Yo diria que menos de una hora. Estara en el cuaderno. ?Lo compruebo?

—No es tan urgente, en tanto que se conozca. Lo ultimo que yo supe fue que el Kwembly habia tocado fondo despues de bajar a la deriva por un rio durante un par de horas, y eso fue hace mucho tiempo. Supongo que todo iba bien, puesto que Guz no me transmitio nada mas. O bien oyo informes provisionales en los intervalos usuales, o preguntaria a los seres humanos.

—No lo se, senor. No he estado de guardia todo el tiempo. ?Lo compruebo?

—No. Dentro de poco yo mismo estare alli. Dile a Guz que no envie ningun otro mensaje detras de mi; solo que retenga cualquier llamada.

El corredor desaparecio, y Barlennan se volvio a los discipulos:

—A veces me pregunto si no debieramos tener mas comunicaciones electricas en este lugar. Me gustaria saber cuanto tiempo lleva Don metido en este lio, pero quiero saber otras cosas antes de ir a ver a Guzmeen.

Bendivence hizo un gesto que equivalia a un encogimiento de hombros.

—Si lo ordena, podemos hacerlo. Aqui en el laboratorio hay telefonos que funcionan bastante bien, y podemos electrificar toda la colonia si quiere que el metal sea empleado en eso.

—Todavia no. Nos ajustaremos a las prioridades originales. Tomad, leed esto. El Kwembly ha quedado atrapado en agua helada, o algo asi, y sus dos helicopteros han desaparecido. Uno tenia a bordo un comunicador con los seres humanos, que se estaba utilizando en aquel momento.

Deeslenver indico su emocion con un suave zumbido y, a su vez, alcanzo el mensaje. Bendivence lo paso silenciosamente. El primero lo leyo dos veces, como habia hecho Barlennan antes de hablar.

—Seria de esperar que los humanos estuviesen algo mejor informados si se encontraban mirando tan cuidadosamente. Todo lo que dice esto es que Kervenser no regreso de un vuelo y que otro helicoptero enviado en su busqueda, con un comunicador a bordo, dejo de enviar senales repentinamente; la pantalla quedo en blanco de improviso.

—Yo veo una posible razon —observo Bendivence.

—Pense que lo harias —replico el comandante—. La pregunta no es que fue lo que desconecto la pantalla, sino por que sucedio entonces y alli. Podemos dar por descontado que Reffel utilizo el obturador. Habria sido conveniente que hubieseis pensado en ese truco antes de la salida del Esket; habria simplificado mucho esa operacion. Debe haber entrado algo en su campo de vista que no concordaria con la historia del Esket. ?Pero que pudo ser? El Kwembly esta a cinco o seis millones de cables del Esket. Supongo que uno de los dirigibles podria encontrarse alli, pero, ?por que?

—No lo sabremos hasta que llegue otro vuelo desde el emplazamiento de Destigmet —replico el cientifico—. Lo que me interesa es por que no supimos antes la desaparicion de Kervenser. ?Por que hubo tiempo para que saliese Reffel en mision de busqueda y para que desapareciese tambien el antes de que nosotros lo hubiesemos sabido? ?Se retraso Dondragmer en comunicarselo a los informadores humanos?

—Lo dudo mucho —replico Barlennan—. En realidad quiza nos hayan comunicado lo de Kervenser cuando sucedio. Recordad que el mensajero dijo que habian estado llegando otros mensajes. Quiza Guzmeen no haya pensado que la desaparicion mereciese enviar un corredor mientras Kervenser estuvo perdido durante un buen rato. Podemos comprobar eso en unos cuantos minutos, pero me imagino que esta vez no hay nada divertido. Por otra parte, me he estado preguntando ultimamente si la gente de alla arriba nos ha retransmitido siempre la informacion completa y rapidamente. Una vez o dos he tenido la impresion de que las cosas estaban siendo reunidas y enviadas de una vez. Quiza sea simple holgazaneria; tal vez no sea verdad…

—O quiza ellos esten organizando lo que oimos deliberadamente —dijo Bendivence—. En este momento la mitad de nuestra tripulacion podria estar perdida sin que nosotros lo supiesemos, si los seres humanos lo quisiesen asi. Podria ser que teman que abandonemos el trabajo y pidamos ser devueltos a nuestro hogar si el riesgo resulta ser muy alto, segun lo estipulado en el contrato.

—Supongo que eso es posible —admitio Barlennan—. No se me habia ocurrido exactamente asi. No creo que eso en particular sea muy verosimil, pero cuanto mas considero la situacion, mas me gustaria encontrar una manera de comprobar eso, por lo menos para asegurarme de que ellos no estan tomandose su tiempo y teniendo conferencias sobre las cosas que hay que decirnos cada vez que algo va mal en uno de los vehiculos.

—?Crees realmente que eso es posible? —pregunto Deeslenver—. Es dificil decirlo. Nosotros no hemos sido

Вы читаете Estrella brillante
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату