—?Que pasa? —pregunto.

—Tienes que saber lo que pasa. Beetch y su amigo estaban ahi abajo. Deben de haber estado. ?Como iban a escapar del agua caliente? Apuesto a que el capitan acaba de pensar en ello; nunca les habria permitido utilizar eso si hubiese visto lo que sucederia, igual que yo. ?Puedes imaginar lo que le paso a Beetch?

McDevitt penso rapidamente. El muchacho no seria convencido, ni siquiera consolado, por nada que no estuviese bien razonado, y los mejores razonamientos de McDevitt sugerian que la conclusion de Benj era probablemente mas acertada. Sin embargo, lo intento.

—Tiene mal aspecto, pero no pierdas la esperanza. No parece que eso se haya derretido por todas partes bajo el casco, aunque podria ser asi; en cualquier caso, hay esperanzas. Si lo hizo, podrian haber salido por el otro lado, que no logramos ver; si no lo hizo, podrian haber estado justo en el borde de la zona liquida, donde el hielo los habria salvado. Ademas, quiza no hayan estado ahi los dos.

—?Salvarlos el hielo? Crei que habias dicho que se congelaba porque perdia su amoniaco, no porque la temperatura bajase. El hielo en su punto de fusion, cero grados centigrados, mataria de calor a un mesklinita.

—Eso supongo —admitio el meteorologo—, pero no estoy seguro. No tengo suficientes datos. Admito que quiza tu amiguito haya muerto; pero sabemos tan poco de lo que ha pasado alla abajo, que seria una locura abandonar las esperanzas. Simplemente espera; no podemos hacer nada mas a esta distancia. Incluso Dondragmer esta ahi. Puedes confiar en que lo comprobara tan pronto como sea posible.

Benj se contuvo e hizo lo que pudo para buscar posibilidades brillantes, pero la vigilancia que se suponia que iba a mantener sobre Stakendee continuo concentrada en la imagen del capitan.

Dondragmer extendio varias veces parte de su longitud sobre el hielo, pero todas las veces volvio a retroceder. Al fin, parecio seguro de que el hielo aguantaria su peso, y centimetro a centimetro se extendio por completo sobre la superficie recien helada. Una vez retirado del generador espero un momento, como si pensase que algo sucederia; el hielo se mantuvo, y reemprendio su camino hacia el costado del Kwembly. Los seres humanos vigilaban, en tanto que los punos de Benj se mantenian fuertemente apretados, y hasta los hombres estaban mas tensos que de costumbre.

No podian oir nada. Ni siquiera el grito que de repente resono sobre el hielo penetro en el puente y llego a su comunicador. No podia suponer siquiera por que Dondragmer se aparto del casco repentinamente, cuando estaba a punto de desaparecer bajo el. Solo pudieron mirar como echaba a correr sobre el hielo hasta un punto determinado por debajo de sus dos hombres, gesticulando excitadamente, indiferente aparentemente a lo que pudiese averiguarse sobre el destino de su timonel, el amigo de Benj.

XII. CALCULO DIRIGIDO

Dondragmer no se mostraba en absoluto indiferente, pero por sus estandares lo normal era concentrar la atencion en un asunto nuevo que probablemente requeriria una accion, antes de aclarar uno antiguo donde la accion no serviria de nada. No habia olvidado el destino de sus hombres, pero cuando un grito lejano trajo las palabras: «Aqui termina el arroyo», cambio de programa abrupta y drasticamente.

No podia ver de donde llegaba la voz, puesto que estaba a medio metro por debajo de la superficie general; pero Borndender informo que a un kilometro podia verse una luz. Siguiendo la orden del capitan, el cientifico trepo por el casco para obtener una vista mejor, mientras su ayudante continuaba la busqueda de una cuerda para sacar al capitan de la fosa del hielo. Esto llevo tiempo. Con el cuidado profesional apropiado, los marineros habian vuelto a colocar en su lugar dentro del vehiculo los cables utilizados para bajar el radiador, y cuando Skendra, el ayudante de Borndender, intento llegar a la compuerta principal, la encontro sellada por una capa de hielo que se habia formado con un grosor de medio centimetro sobre el lado de estribor del casco, evidentemente motivado por el vapor emitido desde el estanque caliente. Por fortuna, la mayoria de los estribos sobresalian lo suficiente a traves del hielo como para poder ser utilizados, de manera que pudo subir hasta la escotilla del puente.

Mientras tanto, Borndender aviso que se acercaban dos luces sobre el lecho del rio. Cumpliendo las ordenes del capitan, hizo unas preguntas por encima de los mil metros de distancia que le separaban de las luces, y escucharon cuidadosamente las respuestas; hasta las voces mesklinitas tenian problemas en llevar las palabras claramente a una distancia semejante a traves de dos capas de tejido del traje. Cuando Dondragmer pudo salir del agujero, sabia que los hombres que se acercaban eran parte del grupo de Stakendee, que habian sido enviados corriente abajo. Habian llegado al final a menos de un kilometro del vehiculo, pero no pudieron obtener mas detalles hasta que el grupo los alcanzo.

Cuando estuvieron alli, los oficiales no pudieron entenderlos bien; la descripcion no se parecia a nada familiar.

—El rio no varia de tamano en todo su curso —informaron los marineros—. No tiene afluentes por ningun lado ni parece estar evaporandose. Cuando llega a donde estan las piedras, divaga bastante. Entonces comenzamos a encontrar las obstrucciones mas fantasticas. Habia una especie de dique de hielo con el arroyo corriendo y bordeando uno de sus extremos. Medio cable mas alla habia otro, y sucedia lo mismo. Era como si parte del liquido se helase cuando se junta con el hielo entre las piedras, pero solo lo que viene delante. El agua que viene detras permanecia liquida y continuaba despues de bordear el dique hasta que encontraba hielo. Los diques llegan a adquirir medio cuerpo de altura antes que el agua que los sigue encuentre forma de rodearlos. Llegamos al ultimo, que todavia se estaba formando hace unos pocos minutos. Habiamos visto antes la nube brillante que se elevaba sobre el vehiculo, y nos preguntamos si deberiamos volver, en caso de que pasase algo; pero decidimos cumplir las ordenes, por lo menos hasta que el rio comenzase a alejarnos otra vez del Kwembly.

—Bien —dijo el capitan—. ?Estais seguros de que no aumentaba?

—Por todo lo que pudimos ver, no.

—De acuerdo. Quiza tengamos mas tiempo de lo que pense y lo que esta pasando no sea un preludio de lo que nos trajo aqui, aunque me gustaria saber por que el liquido se congela de una forma tan extrana.

—Seria mejor que lo comprobasemos con los seres humanos —sugirio Borndender, quien tampoco tenia idea sobre el asunto, pero que preferia no decirlo claramente.

—Bien. Ellos querran medidas y analisis. Supongo que no habreis traido una muestra del rio —dijo, mas que pregunto, a los recien llegados.

—No, senor. No teniamos donde llevarla.

—Bien. Born, coge unos recipientes y traete algo; analizalo tan bien y rapidamente como puedas. Uno de estos hombres te guiara. Volvere al puente e informare a los seres humanos. El resto coged herramientas y romped el hielo, de forma que la compuerta principal pueda ser utilizada.

Dondragmer dio por terminada la conversacion, comenzando a trepar por el casco cubierto de hielo. Mientras lo hacia, transmitia senales hacia el puente, suponiendo que estaba siendo observado y quiza reconocido.

Benj y McDevitt habian conseguido seguir su rastro, aunque para ninguno era facil diferenciar a los mesklinitas. Cuando llego al puente, esperaron con ansiedad para oir lo que habia sucedido. Benj, en particular, estaba mucho mas tenso desde que la busqueda bajo el vehiculo habia sido interrumpida; quiza, despues de todo, los timoneles no habian estado alli; quiza se encontrasen entre los recien llegados, que habian interrumpido la busqueda…

Aunque McDevitt era un hombre tranquilo por naturaleza, hasta el se estaba impacientando cuando la voz de Dondragmer alcanzo la estacion.

El informe alcanzo al meteorologo, aunque no sirvio de consuelo a su joven companero. Benj queria interrumpir con una pregunta sobre Beetchermarlf, pero sabia que seria inutil; y cuando el relato del capitan termino, McDevitt comenzo inmediatamente.

—No se trata mas que de una suposicion, capitan, aunque quiza tu cientifico podria afianzarla cuando analice esas muestras. Parece posible que el charco a vuestro alrededor haya sido originariamente una solucion de agua y amoniaco que se congelo no a causa de un descenso en la temperatura, sino porque perdio gran parte de su amoniaco y su punto de congelacion subio. La niebla a vuestro alrededor antes de que todo este problema comenzase alla en el campo nevado era amoniaco, segun tus cientificos. Supongo que venia de las regiones mas

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