manera de morir, por asfixia. O tal vez sufrio un ataque cardiaco. -Mirando a Kim a la cara, arrugada por la angustia, anadio con firmeza-: Seguramente fue eso, un ataque al corazon. Se metio en el congelador por curiosidad, le entro el panico al ver que no podia abrir la tapa, y se murio. Rapidito. No sentiria nada.

– Puede ser -dijo Kate-. Sabremos mas despues de la autopsia. ?Se habia quejado alguna vez del corazon, de que debia tener cuidado o algo asi?

Dean miro a Kim, que nego con la cabeza.

– A nosotros no. Pero esto es normal, ?no? No venia muy a menudo, y cuando venia no soliamos verlo. Los Westhall lo sabran. Eran primos, y por lo visto venia a visitarles. La senora Frensham le hacia pagar algo, pero Mog cree que no era el alquiler completo que pagan las visitas. Decia que el senor Boyton solo buscaba unas vacaciones baratas.

– No creo que la senorita Candace supiera nada sobre la salud del senor Boyton -dijo Kim-. El senor Marcus, siendo medico, quiza si, pero creo que no estaban muy unidos. He oido a la senorita Candace decir a la senora Frensham que Robin Boyton nunca se tomaba la molestia de comunicarles cuando iba a alquilar el chalet, y si quieren que les diga, no estaban muy contentos de verlo. Mog dice que habia una especie de enemistad familiar, pero no sabe por que.

– De todos modos, esta vez el senor Boyton dijo que habia venido a ver a la senorita Gradwyn -senalo Kate.

– Pero no la vio, ?verdad? Ni esta vez ni cuando ella estuvo aqui un par de semanas atras. Se ocuparon de ella el senor Chandler-Powell y la enfermera Holland. No creo que el senor Boyton y la senorita Gradwyn fueran amigos. Seguramente asi el se daba importancia. Pero lo del congelador es extrano. Ni siquiera esta en su chalet, pero parecia fascinado por el. Dean, ?recuerdas todas aquellas preguntas que hizo la ultima vez que estuvo aqui para pedirnos un poco de mantequilla? Que nunca devolvio, por cierto.

Disimulando su interes y procurando evitar los ojos de Benton, Kate dijo:

– ?Cuando fue eso?

Dean echo una mirada a su esposa.

– La noche que llego la senorita Gradwyn. Martes veintisiete, ?no? Los huespedes han de traer su propia comida y luego comprar en tiendas de la localidad o comer fuera. Yo siempre dejo leche en la nevera, y te, cafe y azucar, pero nada mas a no ser que ellos pidan con antelacion provisiones, que Mog se encarga de traer. El senor Boyton telefoneo para decir que se habia olvidado de comprar mantequilla y que si le podiamos prestar un poco. Dijo que vendria por ella, pero no me hizo gracia la idea de que estuviera husmeando por la cocina y dije que se la llevaria yo. Eran las seis y media, y todo parecia indicar que habia llegado hacia poco. Su ropa estaba tirada por el suelo de la cocina. Pregunto si habia llegado la senorita Gradwyn y cuando podria verla, pero yo le dije que no podia hablar de nada que tuviera que ver con los pacientes y que eso debia preguntarselo a la enfermera o al senor Chandler-Powell. Y de pronto, como por azar, comenzo a hacer preguntas sobre el congelador, cuanto tiempo llevaba en la casa de al lado, si aun funcionaba, si la senorita Westhall lo usaba. Le dije que era viejo y estaba inservible, y que nadie lo utilizaba. Le explique que la senorita Westhall le habia pedido a Mog que se deshiciera de el, pero este le dijo que no era cometido suyo. Era el ayuntamiento quien tenia que llevarselo, y la senorita Cresset o la senorita Westhall tenian que llamar. Pero creo que no llamo nadie. De repente dejo de hacer preguntas. Me ofrecio una cerveza, pero yo no queria beber con el, en todo caso no tenia tiempo, asi que me fui y regrese a la Mansion.

– Pero el congelador estaba al lado, en la Casa de Piedra -dijo Kate-. ?Como lo sabia? Cuando llego ya habria oscurecido.

– Lo veria en una visita anterior -dijo Dean-. En algun momento habria estado en la Casa de Piedra, al menos desde que murio el viejo. Repetia mucho que los Westhall eran primos suyos. O a lo mejor curioseo por ahi cuando la senorita Westhall no estaba. Por aqui la gente no suele molestarse en cerrar las puertas.

– Ademas hay una puerta que permite ir desde la vieja despensa hasta el jardin atravesando el cobertizo- invernadero -dijo Kim-. Quizas estuviera abierta. O acaso viera el congelador desde la ventana. Es curioso que tuviera interes en esto. Es solo un congelador viejo. Ni siquiera funciona. Se estropeo en agosto. ?Te acuerdas, Dean? Querias utilizarlo para guardar esa anca de venado durante el dia festivo y te encontraste con que estaba averiado.

Al menos se habia logrado algo. Benton echo una mirada rapida a Kate, cuyo rostro era inexpresivo, pero el sabia que los pensamientos de ambos iban acompasados.

– ?Cuando se utilizo por ultima vez como congelador? -pregunto ella.

– No lo recuerdo -dijo Dean-. Nadie informo de que ya no funcionaba. Solo lo necesitabamos en los dias festivos, y cuando el senor Chandler-Powell tenia invitados, entonces podia llegar a ser util si la Casa de Piedra estaba vacia. Normalmente, con el congelador de aqui hay mas que suficiente.

Kate y Benton se levantaron para marcharse.

– ?Han contado a alguien el interes del senor Boyton por el congelador? -pregunto Kate. Los Bostock se miraron uno a otro y luego menearon energicamente la cabeza-. En este caso, por favor, que esto no salga de aqui. No hablen del congelador con nadie mas de la Mansion.

– ?Tan importante es? -pregunto Kimberley boquiabierta.

– Probablemente no, pero aun no sabemos que es o que podria ser importante. Por eso quiero que no digan nada.

– No diremos nada -dijo Kim-. Que me muera si miento. En todo caso, al senor Chandler-Powell no le gusta que contemos chismes y nunca lo hacemos.

Apenas puestos en pie, Kate y Benton estaban dando las gracias a Dean y Kimberley por el te y las galletas cuando sono el movil de Kate. Escucho, acuso recibo de la llamada y no dijo nada hasta que estuvieron fuera.

– Era AD -dijo-. Hemos de ir enseguida a la Vieja Casa de la Policia. Candace Westhall quiere hacer una declaracion. Estara ahi en quince minutos. Parece que por fin hay algun avance.

11

Llegaron a la Vieja Casa de la Policia justo antes de que Candace saliera por la verja de la Mansion, y desde la ventana Kate alcanzo a ver su robusta figura haciendo una pausa para mirar a un lado y otro de la carretera, y luego cruzando con confianza, balanceando los fuertes hombros. Dalgliesh la recibio en la puerta y la condujo a un asiento de la mesa, y luego se sento enfrente junto a Kate. Benton cogio la cuarta silla y, libreta en mano, se coloco a la derecha de la puerta. Con su atuendo campesino y sus zapatos gruesos, Candace, penso Benton, mostraba la seguridad en si misma de la esposa de un parroco rural que visitara a un feligres pecador reincidente. Sin embargo, desde su silla Dalgliesh podia vislumbrar el unico signo de nerviosismo, las manos unidas en el regazo que se tensaban por momentos. Lo que hubiera venido a decirles le habia llevado su tiempo, pero el no tuvo ninguna duda de que ella sabia con precision lo que estaba dispuesta a revelar y como lo expresaria. Sin esperar a que hablara Dalgliesh, comenzo su relato.

– Tengo una explicacion de lo que puede haber pasado, lo que a mi me parece posible, incluso probable. De ahi no salgo bien parada, pero creo que ustedes deben saberlo aunque decidan no tenerlo en cuenta por considerarlo una fantasia. Robin pudo haber estado experimentando o ensayando algun juego ridiculo que acabo en desastre. Tengo que dar una explicacion, pero esto supondra desvelar asuntos familiares que, en si mismos, no guardan ninguna relacion con el asesinato de Rhoda Gradwyn. Parto de la base de que lo que les cuente sera tratado de manera confidencial si quedan convencidos de que no tiene nada que ver con aquella muerte.

Las palabras de Dalgliesh, una declaracion mas que una advertencia, carecieron de enfasis, pero fueron directas.

– Me correspondera a mi decidir lo que guarda relacion o no y como seran protegidos los secretos de la familia. Pero sepa que no puedo garantizarle nada de antemano.

– Asi que en cuanto a esto, como en otras cosas, hemos de confiar en la policia. Ya me perdonara, pero no resulta facil en una epoca en que la informacion de interes periodistico es dinero.

– Mis agentes no venden informacion a los periodicos -dijo Dalgliesh con calma-. Senorita Westhall, no

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