salida.

Extendio la mano. El apreton seguia siendo firme, pero el resplandor en los ojos se habia apagado. Se habia cerrado algo. Charles ya le esperaba en la puerta, y Dalgliesh se volvio para echar a Kershaw la ultima mirada. Estaba sentado en el sillon, en silencio, con los ojos clavados en la vacia chimenea.

Dalgliesh apenas se habia abrochado el cinturon de seguridad cuando sono su movil. Era el detective Andy Howard. La nota de triunfo en la voz era contenida pero inequivoca.

– Lo hemos cogido, senor. Un chico del barrio, como sospechabamos. Habia sido interrogado antes cuatro veces acerca de agresiones sexuales, pero nunca habia sido acusado. Al departamento de justicia le tranquilizara saber que no es otro inmigrante ilegal ni alguien en libertad bajo fianza. Por supuesto tambien tenemos el ADN. Me preocupa un poco el modo de mantener la prueba del ADN si no hay cargos, pero no es el primer caso en que ha sido util.

– Enhorabuena, inspector. ?Cree que hay alguna posibilidad de que se declare culpable? Estaria bien ahorrarle a Annie el mal trago del juicio.

– Yo diria que todas, senor. El ADN no es la unica prueba que tenemos, pero es categorica. De todas maneras, aun pasara un tiempo hasta que la chica este en condiciones de acudir a la tribuna de los testigos.

Dalgliesh apago el movil mas tranquilo. Ahora necesitaba encontrar un sitio donde pudiera estar un rato a solas y en paz.

9

Condujo hacia el oeste desde Bournemouth hasta que, por la carretera de la costa, encontro un lugar donde pudo aparcar el coche y contemplar el mar frente a Poole Harbour. Durante la ultima semana, habia estado entregado en cuerpo y alma a las muertes de Rhoda Gradwyn y Robin Boyton, pero ahora debia encarar su futuro. Tenia ante el varias opciones, la mayoria interesantes o exigentes, pero hasta el momento no habia pensado mucho en ellas. Si era seguro algo trascendental: su boda con Emma, y sobre esto no cabia ninguna duda, nada salvo la certeza de la dicha.

Al menos sabia la verdad acerca de esas dos muertes. Quiza Philip Kershaw tenia razon. Habia cierta arrogancia en querer saber siempre la verdad, en especial la verdad sobre moviles humanos, el misterioso funcionamiento de la mente de otro. Estaba convencido de que Candace Westhall jamas tuvo intencion de matar a Sharon. Seguramente animo a la chica en su fantasia, quiza cuando estaban solas y Sharon la ayudaba con los libros. De todos modos, lo que si quiso y planeo Candace fue un medio seguro de convencer al mundo de que ella y solo ella habia matado a Gradwyn y Boyton. Dada su confesion, el veredicto del juez era inevitable. El caso quedaria cerrado, y ahi terminal un sus responsabilidades. No habia nada mas que pudiera, o quisiera, hacer.

Como pasaba con todas las investigaciones, esta le dejaria recuerdos, personas que, sin un especial deseo por parte de el, se instalarian como presencias silenciosas en su mente y sus pensamientos durante anos, pero que podian cobrar vida gracias a un lugar, la cara de un desconocido, una voz. Por lo general, no queria revivir el pasado, pero estas breves apariciones le despertaban la curiosidad por saber el motivo de que determinadas personas estuvieran alojadas en su memoria y que habia sido de ellas. Rara vez eran la parte mas importante de las investigaciones, y ahora creia saber ya que personas de la semana anterior permanecerian en su recuerdo. El padre Curtis y su prole de ninos rubios, Stephen Collinsby y Lettie Frensham. En los ultimos anos, ?cuantas vidas habian afectado fugazmente la suya, a menudo en el horror y la tragedia, el terror y la angustia? Sin saberlo, ellas habian inspirado algunos de sus mejores poemas. ?Que inspiracion hallaria en la burocracia o los privilegios del cargo?

Pero ya era hora de regresar a la Vieja Casa de la Policia, recoger sus cosas y ponerse en camino. Se habia despedido de todos los de la Mansion y habia llamado a la Casa de la Glicina para agradecer a los Shepherd la hospitalidad mostrada a su equipo. Ahora solo habia una persona a la que deseaba ver.

Llego a la casa y abrio la puerta. El fuego habia sido encendido de nuevo, pero la estancia se hallaba a oscuras salvo por una lampara de una mesita situada junto al sillon de la chimenea. Emma se puso en pie y se le acerco, su rostro y el oscuro pelo estaban brunidos por la luz de la lumbre.

– ?Te has enterado? -dijo ella-. El inspector Howard ha practicado una detencion. Ya no tenemos por que imaginarnoslo por ahi, quizas haciendolo de nuevo. Y Annie esta mejorando.

– Andy Howard me ha llamado -dijo Dalgliesh-. Es una noticia fantastica, carino, sobre todo lo de Annie.

– Me he encontrado con Benton y Kate en Wareham antes de que salieran para Londres -dijo Emma acudiendo al abrazo de el-. Pensaba que igual te gustaria volver a casa acompanado.

QUINTA PARTE

Primavera Dorset, Cambridge

1

El primer dia oficial de primavera, George Chandler-Powell y Helena Cressett estaban sentados uno al lado del otro ante el escritorio de la oficina. Durante tres horas habian estudiado y analizado una serie de cifras, inventarios y planos de arquitectos y ahora, como en virtud de un acuerdo tacito, estiraron ambos la mano para apagar el ordenador.

Reclinandose en la silla, Chandler-Powell dijo:

– Asi que desde el punto de vista economico es posible. Desde luego, esto depende de que yo este bien de salud e incremente la lista de pacientes privados en Saint Angela. Los ingresos del restaurante no mantendran siquiera el jardin, al principio desde luego no.

Helena estaba doblando y guardando los planos.

– Hemos sido prudentes al calcular los ingresos de Saint Angela. Incluso con las visitas actuales, has llegado a los dos tercios de nuestra estimacion sobre los tres ultimos anos. De acuerdo, reformar el edificio del establo es mas caro de lo que habias previsto, pero el arquitecto ha hecho un buen trabajo, y deberia salir por un coste ligeramente inferior. Si tus acciones de Far East van bien, podrias cubrir el coste con la cartera o pedir un prestamo bancario.

– ?Hemos de anunciar el restaurante en la verja?

– No necesariamente. Pero en algun sitio debemos poner un letrero con los horarios. Hay que ser muy puntilloso, George, O estas dirigiendo una empresa comercial o no.

– Dean y Kimberley Bostock parecen contentos -dijo Chandler-Powell-, pero debe de haber un limite para lo que pueden hacer.

– Es por eso por lo que, cuando el restaurante este asentado, contrataremos ayudantes a tiempo parcial y otro cocinero -dijo Helena-. Sin pacientes (que en la Mansion siempre han sido exigentes), solo cocinaran para ti, cuando estes aqui, para el personal residente y para mi. Dean esta euforico. Lo que estamos planeando es

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