Puso la tranca (закрыл засов [задвижку]) y se dirigio directamente a la cocina (кухню). Su mujer salio asfixiandose del dormitorio (задыхаясь из спальни).

«Se lo llevaron a la fuerza» (его унесли силой), grito. «Les dije que el gallo no saldria de esta casa mientras yo estuviera viva (им сказала что петух не выйдет из этого дома пока я жива).» El coronel amarro el gallo al soporte de la hornilla (привязал к опоре очага). Cambio el agua al tarro (сменил воду в миске) perseguido por la voz frenetica de la mujer (преследуемый безумным голосом).

-Dijeron que se lo llevarian por encima de nuestros cadaveres (сказали что унесли бы его поверх наших трупов) – dijo -. Dijeron que el gallo no era nuestro sino de todo el pueblo (не наш а всей деревни).

Solo cuando termino con el gallo el coronel se enfrento al rostro trastornado de su mujer (встретился с искаженным лицом своей жены). Descubrio sin asombro (обнаружил без удивления) que no le producia remordimiento ni compasion (что оно у него не вызывало ни раскаяния, ни сострадания).

«Hicieron bien», dijo calmadamente (сделали хорошо - сказал спокойно). Y luego, registrandose los bolsillos (шаря по карманам), agrego con una especie de insondable dulzura (добавил с ноткой бездонной нежности):

-El gallo no se vende (не продается).

Ella lo siguio hasta el dormitorio. Lo sintio completamente humano (чувствовала его полностью человеческим), pero inasible (но неосязаемым), como si lo estuviera viendo en la pantalla de un cine (словно видела его на экране в кино). El coronel extrajo del ropero un rollo de billetes (извлек из шкафа пачку купюр; ropa - одежда), lo junto al que tenia en los bolsillos (присоединил к тем что были в карманах), conto el total y lo guardo en el ropero (пересчитал и положил их в шкаф).

-Ahi hay veintinueve pesos para devolverselos (здесь 29 песо для возврата) a mi compadre Sabas – dijo -. El resto se le paga cuando venga la pension (остальное ему заплачу когда придет пенсия).

-Y si no viene - pregunto la mujer.

-Vendra (придет).

-Pero si no viene.

-Pues entonces no se le paga (ну тогда не заплачу ему).

En la puerta se dirigio a los ninos.

-Todos para su casa – dijo -. Al que entre lo saco a correazos.

Puso la tranca y se dirigio directamente a la cocina. Su mujer salio asfixiandose del dormitorio.

«Se lo llevaron a la fuerza», grito. «Les dije que el gallo no saldria de esta casa mientras yo estuviera viva.» El coronel amarro el gallo al soporte de la hornilla. Cambio el agua al tarro perseguido por la voz frenetica de la mujer.

-Dijeron que se lo llevarian por encima de nuestros cadaveres -dijo-. Dijeron que el gallo no era nuestro sino de todo el pueblo.

Solo cuando termino con el gallo el coronel se enfrento al rostro trastornado de su mujer. Descubrio sin asombro que no le producia remordimiento ni compasion.

«Hicieron bien», dijo calmadamente. Y luego, registrandose los bolsillos, agrego con una especie de insondable dulzura:

-El gallo no se vende.

Ella lo siguio hasta el dormitorio. Lo sintio completamente humano, pero inasible, como si lo estuviera viendo en la pantalla de un cine. El coronel extrajo del ropero un rollo de billetes, lo junto al que tenia en los bolsillos, conto el total y lo guardo en el ropero.

-Ahi hay veintinueve pesos para devolverselos a mi compadre Sabas – dijo -. El resto se le paga cuando venga la pension.

-Y si no viene - pregunto la mujer.

-Vendra.

-Pero si no viene.

-Pues entonces no se le paga.

Encontro los zapatos nuevos debajo de la cama (нашел новые ботинки под кроватью). Volvio al armario por la caja de carton (вернулся к шкафу за коробкой из картона), limpio la suela con un trapo (почистил подошву тряпкой) y metio los zapatos en la caja, como los llevo su esposa el domingo en la noche (как их принесла жена в воскресение вечером). Ella no se movio (не пошевелилась).

-Los zapatos se devuelven (ботинки вернуть) - dijo el coronel -. Son trece pesos mas para mi compadre.

-No los reciben (не примут) - dijo ella.

-Tienen que recibirlos (должны принять) - replico el coronel -. Solo me los he puesto dos veces (я одевал их только два раза).

-Los turcos no entienden de esas cosas (турки не понимают этого) - dijo la mujer.

-Tienen que entender.

-Y si no entienden.

-Pues entonces que no entiendan.

Se acostaron sin comer (легли не поев). El coronel espero a que su esposa terminara el rosario (закончит молитву) para apagar la lampara (потушить). Pero no pudo dormir (не мог спать). Oyo las campanas (услышал колокола) de la censura cinematografica, y casi en seguida - tres horas despues - el toque de queda (и почти сразу же - через 3 часа - сигнал отбоя). La pedregosa respiracion (хриплое дыхание) de la mujer se hizo angustiosa con el aire helado de la madrugada (сделалось тоскливым с холодным воздухом рассвета). El coronel tenia aun los ojos abiertos (все еще были открыты глаза) cuando ella hablo con una voz reposada, conciliatoria (спокойным примиряющим тоном).

-Estas despierto (не спишь).

-Si.

-Trata de entrar en razon (попробуй войти в разум = подумай еще раз получше) - dijo la mujer -. Habla manana con mi compadre Sabas (поговори завтра).

-No viene hasta el lunes (не приедет до понедельника).

-Mejor - dijo la mujer -. Asi tendras tres dias para recapacitar (тогда у тебя есть три дня чтобы поразмыслить; recapacitar – припоминать, восстанавливать в памяти).

-No hay nada que recapacitar (не о чем размышлять) – dijo el coronel.

Encontro los zapatos nuevos debajo de la cama. Volvio al armario por la caja de carton, limpio la suela con un trapo y metio los zapatos en la caja, como los llevo su esposa el domingo en la noche. Ella no se movio.

-Los zapatos se devuelven - dijo el coronel- . Son trece pesos mas para mi compadre.

-No los reciben - dijo ella.

-Tienen que recibirlos - replico el coronel -. Solo me los he puesto dos veces.

-Los turcos no entienden de esas cosas - dijo la mujer.

-Tienen que entender.

-Y si no entienden.

-Pues entonces que no entiendan.

Se acostaron sin comer. El coronel espero a que su esposa terminara el rosario para apagar la lampara. Pero no pudo dormir. Oyo las campanas de la censura cinematografica, y casi en seguida - tres horas despues - el toque de queda. La pedregosa respiracion de la mujer se hizo angustiosa con el aire helado de la madrugada. El coronel tenia aun los ojos abiertos cuando ella hablo con una voz reposada, conciliatoria.

-Estas despierto.

-Si.

-Trata de entrar en razon - dijo la mujer -. Habla manana con mi compadre Sabas.

-No viene hasta el lunes.

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