La vida de un comisionado del rey esta en tus manos.

– Tendre cuidado, senor.

La joven inspecciono el camino en ambas direcciones y, tras decirme que caminara exactamente sobre sus pasos, empezo a avanzar por la marisma.

Alice caminaba despacio y con seguridad, deteniendose de vez en cuando para orientarse. Confieso que al principio tenia el corazon en un puno y volvia la cabeza constantemente, consciente de que cada vez estabamos mas lejos de la muralla del monasterio y de que seria imposible recibir ayuda si nos hundiamos en el lodo. Pero Alice parecia saber lo que hacia. Yo iba pisando sobre sus huellas; unas veces el suelo era firme, pero otras un agua negra y aceitosa llenaba las depresiones que formaban sus pisadas. No parecia que avanzaramos, pero al levantar la cabeza vi con sorpresa que casi habiamos llegado al monticulo. Las ruinas de la iglesia estaban a unas cincuenta varas.

– Tenemos que subir al monticulo -dijo Alice deteniendose-. Al otro lado, hay un sendero que baja hasta el rio. Esa zona es mas peligrosa.

– Bueno, de momento, subamos.

Instantes despues pisabamos terreno firme. El islote solo estaba unos pies por encima del nivel del lodo, pero desde el se divisaban con claridad tanto el monasterio, a nuestras espaldas, como el rio, manso y gris frente a nosotros. El mar cerraba el horizonte, y una brisa helada llenaba el aire de olor a sal.

– Asi que este es el camino que utilizan los contrabandistas…

– Si, senor. Hace unos anos, los recaudadores de impuestos de Rye persiguieron a un grupo de ellos hasta la marisma y se perdieron. Dos de los hombres se hundieron en cuestion de segundos y desaparecieron sin dejar rastro.

Segui su mirada por la blanca extension de la marisma y me estremeci. Luego eche un vistazo a mi alrededor; el monticulo era mas pequeno de lo que habia supuesto y las ruinas, poco mas que unos cuantos montones de piedras. En una zona del edificio que estaba algo mas entera, vi los restos de una hoguera: un corro de terreno despejado y cubierto de cenizas en medio de la nieve.

– Alguien ha estado aqui hace muy poco -dije removiendo las cenizas con el baston y mirando a mi alrededor, con la absurda esperanza de descubrir el escondite de la reliquia o de un cofre lleno de oro; por supuesto, no habia nada. Alice me observaba en silencio. Volvi a su lado y contemple el paisaje que se desplegaba ante nosotros-. La vida de los primeros monjes debia de ser muy dura. Me pregunto por que se instalarian aqui; por seguridad, tal vez.

– Dicen que la marisma ha ido creciendo a medida que el rio llenaba de limo la desembocadura. Puede que en aquella epoca esto no fuera marisma, sino solo un punto cercano al rio -apunto Alice, que no obstante parecia poco interesada en el tema.

– Este paisaje merece ser pintado. Yo pinto, ?sabes? Cuando tengo tiempo…

– Las unicas pinturas que he visto son las de los vitrales de la iglesia. Los colores son bonitos, pero las figuras no me parecen muy reales.

Asenti.

– Eso es porque no guardan las proporciones, y porque carecen de perspectiva, sensacion de distancia. Pero hoy en dia los pintores tratan de representar las cosas tal como son, de mostrar la realidad.

– Comprendo, senor.

Su voz seguia siendo fria, distante. Limpie de nieve un viejo sillar y me sente.

– Alice, me gustaria hablar contigo. Sobre el senor Poer. -La chica me miro con aprension-. Se que se siente atraido hacia ti, y estoy convencido de que sus intenciones son honestas.

– Entonces, senor -dijo Alice animandose de inmediato-, ?por que le habeis prohibido que me vea?

– El padre de Mark es el administrador de la granja de mi padre. No es que mi padre sea rico, pero yo he tenido la suerte de abrirme camino en el mundo de la justicia y entrar al servicio de lord Cromwell. -Creia que la impresionaria, pero su rostro permanecio inmutable-. Mi padre dio su palabra al de Mark de que yo intentaria situar al muchacho en Londres. Y asi lo hice; aunque no todo fue merito mio. Su buena cabeza y su excelente educacion hicieron su parte. -Tosi con delicadeza-. Desgraciadamente, tuvo un tropiezo y perdio el puesto…

– Se lo de la dama de la reina, senor. Mark me lo ha contado todo.

– ?De veras? Entonces comprenderas, Alice, que esta mision es su ultima oportunidad de recuperar el favor de lord Cromwell. Si lo consigue, podria progresar, labrarse un futuro de bienestar y seguridad; pero deberia encontrar una esposa de su rango. Alice, eres una joven estupenda. Si fueras la hija de un comerciante de Londres…, seria otra cosa. En ese caso, no solo te pretenderia Mark; yo tambien lo haria. -No era eso lo que intentaba decir, pero la fuerza de los sentimientos me llevo a expresarme asi. Alice fruncio el semblante y me miro con perplejidad. ?Aun no lo habia comprendido? Respire hondo-. En definitiva, si Mark quiere progresar, no puede dedicarse a cortejar a una criada. Es duro, pero asi es como funciona la sociedad.

– La sociedad es injusta -replico Alice con subita y fria colera-. Hace mucho tiempo que lo pienso.

– Es el mundo que Dios creo para nosotros -respondi poniendome en pie-. Y nos guste o no, tenemos que vivir en el. ?Serias capaz de retener a Mark, de impedir que prosperara? Si le das alas, eso es lo que ocurrira.

– Nunca haria nada que lo perjudicara -replico Alice con vehemencia-. Nunca haria nada que fuera contra sus deseos.

– Pero puede ser que sus deseos lo perjudiquen.

– Eso debe decidirlo el.

– ?Arruinarias su futuro? ?Lo harias?

La joven me observo atentamente, tanto que me senti incomodo como jamas me habia sentido ante la mirada de una mujer. Al cabo, solto un profundo suspiro.

– A veces creo que estoy condenada a perder a todos aquellos a quienes amo. Puede que sea el sino de las criadas -anadio con amargura.

– Mark dijo que tenias un novio, un lenador que murio en un accidente.

– Si no hubiera muerto, ahora viviria tranquilamente en Scarnsea, porque hoy en dia los terratenientes no hacen otra cosa que talar bosques. Y, en cambio, aqui estoy.

Las lagrimas asomaron a sus ojos, pero se los seco con rabia. Me habria gustado estrecharla contra mi pecho y consolarla, pero sabia que no eran mis brazos los que queria.

– Lo siento. A veces es inevitable perder a aquellos a los que amamos. Alice, es posible que el monasterio tenga los dias contados. ?Y si intentara encontrarte un trabajo en la ciudad por medio del juez Copynger? Tal vez lo vea manana. No deberias seguir en un lugar donde estan ocurriendo cosas tan terribles.

Alice se enjugo las lagrimas y me miro de un modo extrano, lleno de sentimiento.

– Si, aqui he visto hasta donde puede llegar la violencia de los hombres. Es espantoso.

Mientras escribo, vuelvo a ver aquella mirada, y me estremezco al recordar lo que estaba por venir.

– Permiteme que te ayude a dejar todo esto atras.

– Tal vez lo haga, senor, aunque no me gustaria estar en deuda con ese hombre.

– Lo comprendo. Pero te lo repito: el mundo es asi.

– Ahora tengo miedo. Incluso Mark lo tiene.

– Si. Yo tambien.

– Senor, el hermano Guy me ha dicho que encontrasteis otras cosas en el estanque, ademas del cuerpo de la muchacha. ?Puedo preguntaros que?

– Solo un habito, que parece no ser la pista que creia, y una espada. Voy a ordenar que vacien el estanque para ver si encontramos algo mas.

– ?Una espada?

– Si. Creo que se trata del arma que acabo con la vida del comisionado Singleton. La marca del armero podria permitirme seguirle el rastro, pero para eso deberia ir a Londres.

– No os vayais, senor, os lo suplico -me pidio Alice con inesperada vehemencia-. No nos dejeis solos. Senor, os pido perdon si he sido irrespetuosa con vos, pero, por favor, no os vayais. Vuestra presencia aqui es mi unica proteccion.

– Me temo que exageras mi poder -murmure apesadumbrado-. No pude salvar a Simon Whelplay. No obstante, no podria llegar a Londres en menos de una semana, y no dispongo de tanto tiempo. -El alivio suavizo el rostro de Alice. Me aventure a acercarme a ella y darle una palmada en el brazo-. Me conmueve que tengas tanta confianza

Вы читаете El gallo negro
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату