de oreja a oreja. La saludo con un gesto.

Grace reprimio un grito de alivio. Se agarro con los dedos a la alambrada, conteniendose para no salir corriendo y coger a Emma en brazos.

Cuando Grace, Emma y Max llegaron a casa, Cram ya estaba en la entrada.

Emma miro a su madre con semblante inquisitivo, pero antes de que Grace pudiera contestar, Max salio disparado hacia la puerta. Se paro en seco delante de Cram y estiro el cuello para ver la sonrisa de depredador marino.

– Hola -saludo Max a Cram.

– Hola.

– Tu eres el que conducia aquel coche tan grande, ?verdad?

– Si -contesto Cram.

– ?Te mola, conducir un coche tan grande?

– Mucho.

– Yo me llamo Max.

– Y yo Cram.

– Un nombre chulo.

– Si, si que lo es.

Max cerro el puno y lo levanto. Cram lo imito y luego chocaron los nudillos en una version moderna del saludo de la palmada. Grace y Emma se acercaron por el camino.

– Cram es un amigo de la familia -dijo Grace-. Va a echarme una mano.

A Emma eso no le gusto.

– ?A echarte una mano en que? -Miro a Cram con cara de asco, cosa que, en esas circunstancias, era comprensible a la vez que grosero, pero no era el mejor momento para corregir modales-. ?Donde esta papa?

– Se ha ido de viaje por trabajo -contesto Grace.

Emma no dijo nada mas. Entro en la casa y corrio escalera arriba.

Max miro a Cram entrecerrando los ojos.

– ?Puedo preguntarte algo?

– Claro -contesto Cram.

– ?Todos tus amigos te llaman Cram?

– Si.

– ?Solo Cram?

– Una sola palabra. -Movio las cejas-. Como Cher o Fabio.

– ?Quien?

Cram se rio.

– ?Por que te llaman asi? -pregunto Max.

– ?Por que me llaman Cram?

– Si.

– Por mis dientes. -Abrio la boca. Cuando Grace se armo de valor para mirar, se le ofrecio a la vista una imagen que parecia el delirante experimento de un ortodoncista trastornado. Tenia todos los dientes apretujados en el lado izquierdo, casi apilados. Parecia haber demasiados. Por el contrario, en el lado derecho, se sucedian las cavidades vacias y rosadas alli donde debian estar los dientes-. Cram * -dijo-. ?Lo ves?

– ?Hala! -exclamo Max-. Como mola.

– ?Quieres saber como se me pusieron los dientes asi?

A eso respondio Grace.

– No, gracias.

Cram la miro.

– Buena respuesta.

Cram. Grace echo otro vistazo a aquellos diminutos dientes. Tictac habria sido un apodo mas adecuado.

– Max, ?tienes deberes?

– Va, mama.

– Ahora mismo -ordeno ella.

Max miro a Cram.

– Me voy -dijo-. Luego seguimos hablando.

Compartieron otro saludo con los punos y los nudillos antes de que Max se fuera corriendo con el abandono propio de un nino de seis anos. Sono el telefono. Grace miro el visor para ver quien llamaba. Era Scott Duncan. Decidio dejar que saltara el contestador: era mas importante hablar con Cram. Pasaron a la cocina. Habia dos hombres sentados a la mesa. Grace se paro en seco. Ninguno de los dos la miro. Hablaban en susurros. Grace estuvo a punto de decir algo, pero Cram le hizo una sena para que saliera al jardin.

– ?Quienes son?

– Trabajan para mi.

– ?En que?

– Por eso no se preocupe.

Si le preocupaba, pero en ese momento habia otros asuntos mas urgentes.

– Recibi una llamada de un hombre -dijo-. Por el movil. -Le conto lo que habia oido por telefono. Cram no cambio de expresion. Cuando Grace acabo, Cram saco un cigarrillo.

– ?Le importa si fumo?

Ella le contesto que no.

– No lo hare en la casa.

Grace miro alrededor.

– ?Por eso estamos aqui fuera?

Cram no respondio. Encendio el cigarrillo, respiro hondo y dejo que escapara el humo por los orificios de la nariz. Grace miro hacia el jardin del vecino. No habia nadie. Ladro un perro. El ruido de un cortacesped rasgo el aire como un helicoptero.

Grace lo miro.

– Usted ha amenazado a gente, ?verdad?

– Si.

– Asi que si hago lo que me dice, si paro, ?cree que nos dejara en paz?

– Probablemente. -Cram aspiro una calada tan profunda que parecia fumar un porro-. Pero aqui en realidad la cuestion es por que quieren que pare.

– ?A que se refiere?

– Me refiero a que debe de estar acercandose a algo. Debe de haber tocado un punto debil.

– No se como.

– Ha llamado el senor Vespa. Quiere verla esta noche.

– ?Por que?

Cram se encogio de hombros.

Ella volvio a desviar la mirada.

– ?Esta lista para recibir mas malas noticias? -pregunto Cram.

Ella se volvio hacia el.

– Su cuarto del ordenador. El del fondo.

– ?Que pasa con el?

– Han puesto un microfono oculto. Y una camara.

– ?Una camara? -Grace no podia creerselo-. ?En mi casa?

– Si, una camara oculta. Esta en un libro de la estanteria. Es muy facil encontrarla si uno busca. Esos chismes se compran en cualquier tienda de espias. Seguro que ya los ha visto en Internet. Se esconden en un reloj, en un detector de humos, cosas asi.

Grace intento asimilarlo.

– ?Alguien nos esta espiando?

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