conoce las causas de esto tambien. A proposito, el debe hablar manana en la reunion plenaria. Los periodistas estan esperando su intervencion como tiburones tras el barco que los alimenta. Mas, el continua postergandola; y todo por tu causa, pues desea conversar previamente contigo sobre lo acontecido y ahora mismo. ?Estas asombrado otra vez? Ya te dije: 'ahora mismo'.
Zernov, rapido como una pelicula acelerada, entro en la habitacion. Le acompanaban Carresi y Mongeusseau. El efecto que produjo no pudo ser mayor. Al ver a Mangeusseau, abri la boca por el asombro y ni respondi a su saludo.
– Les ha reconocido -afirmo Zernov en ingles, dirigiendose a sus acompanantes-. Y ustedes no lo creian.
Me enfureci, y por suerte para mi, me era mucho mas facil enfurecerme en ingles que en otro idioma, excepto el ruso:
– No me volvi loco ni perdi la memoria. ?Como podria olvidar la espada que se me clavo en la garganta!
– ?Recuerda usted aquella espada? -inquirio Carresi regocijado (lo que me extrano mucho).
– ?Que si la recuerdo! Eso sera lo ultimo que olvidare en mi vida.
– ?Y la suya? -pregunto de nuevo Carresi, levantandose levemente por la inquietud-. Esta era un trabajo de Milan. Una serpiente de acero que partia de la guarnicion y envolvia la empunadura. ?La recuerda?
– Deje que la recuerde el -respondi malignamente, senalando a Mongeusseau.
Mas este, sin ofenderse ni turbarse, respondio flematicamente:
– Ella cuelga en mi habitacion desde el ano 1960. Fue el premio que recibi en Toulouse.
– Recuerdo perfectamente su hoja y su serpiente porque la vi en tu casa -apunto Carresi.
Pero ya Mongeusseau no le escuchaba.
– ?Que tiempo se sostuvo Ud? -inquirio el, mirandome por primera vez con interes-. ?Un minuto? ?Dos minutos?
– Mas -repuse-. Porque usted combatia con la mano izquierda.
– Eso no tiene importancia, porque a pesar de que mi mano izquierda es mucho mas debil y no posee la agilidad necesaria para la lucha, en los entrenamientos-… Por una razon desconocida no termino la frase y, de pronto, cambio de tema-: Conozco a todos sus compatriotas que han tomado parte en competiciones internacionales; pero a usted nunca le he visto entre ellos. ?No le han incluido aun en el equipo?
– No, abandone la esgrima -repuse: yo no queria 'delatarme'-. Hace ya mucho tiempo.
– ?Que lastima! -dijo con lentitud y miro a Garresi.
Yo no acertaba a comprender por que se lamentaba: ?o porque yo habia abandonado la esgrima o porque le habia robado tres minutos preciosos? Al notar mi perplejidad, Carresi se sonrio:
– Gaston no estaba presente en este duelo.
– ?Que quiere insinuar usted con esas palabras? -inquiri sin comprenderle-. ?Y esto? -agregue tocando delicadamente con mis dedos la sutura que atravesaba mi garganta.
– El culpable soy yo -prorrumpio Carresi confuso-. Me imagine todo eso mientras yacia acostado en el divan de mi habitacion. El Gaston que fue sintetizado y que recibio la espada sintetizada, fue producto de mi imaginacion. Rehuso a comprender como fue creado todo esto. Ahora bien, el verdadero y real Gaston no tomo parte en ese combate. No se irrite.
– Quiero decirle honestamente, que no recuerdo haberle visto sentado a la mesa del hotel -agrego Mongeusseau.
– Esa es la vida falsa -afirmo Zernov, haciendome recordar la conversacion que sostuvimos en la escalera-. Yo admitia que fue realizada una copia de suposiciones y situaciones imaginadas- le aclaro a Carresi.
– Yo no suponia nada -objeto aquel con impaciencia- y tampoco deseaba tomar a pecho esa noticia sensacional. Al principio yo me negaba a creer en la existencia de las 'nubes' rosadas, igualmente que no creia en la existencia de los platillos voladores, pero luego, al ver su pelicula, quede petrificado. ?Empece a creer! Estuve una semana entera pensando solo en eso; posteriormente me acostumbre, como nos acostumbramos a las cosas extranas y lejanas que se repiten un sinnumero de veces. Mi pensamiento y mi corazon estaban absorbidos por los intereses profesionales; hasta aquella tarde en visperas del Congreso no pensaba en ninguna cosa mas que en la nueva pelicula. Anhelaba revivir una pelicula historica, una pelicula que no fuese la melaza de Hollywood ni una pieza de museo, sino algo que fuera evaluado por los ojos y el pensamiento del hombre contemporaneo. Elegi el siglo, el heroe y, como dicen ustedes, el fondo historico-social. En el restaurante del hotel encontre a la sazon a la 'estrella' y le convenci. No le agradaba solo una cosa: el combate con la mano izquierda. Y, aunque parezca extrano, yo insistia en lo mio. Recorde sus actuaciones en las competiciones y deduje que si el utilizara la espada con la mano derecha, la imagen seria demasiado profesional y el mismo no podria representar como es debido al protagonista. Por el contrario, la lucha con la mano izquierda, ?era una genialidad! Fuerza bruta, errores, odio a si mismo y el milagro de la naturalidad. El quedo convencido con mis proyectos y nos separamos. Luego subi a mi habitacion del hotel, me acoste y comence a meditar. La niebla roja me molestaba. 'Al diablo' dije y cerre mis ojos. Comence entonces a imaginarme el camino sobre el mar, las piedras, los vinedos y una pared blanca que contorneaba el parque de un conde. De pronto, sucede una cosa absurda: los mercenarios de Gaston, el es Bonneville de acuerdo con el papel, detienen en el camino a dos personas extranas, que no parecen ni vagabundos ni turistas, en una palabra, a dos intrusos. El siglo cambia y el argumento tambien. Trato de apartarlos del pensamiento y no puedo: estan como pegados a el. Entonces decido incluirlos a ellos tambien. El argumento se cambia y me parece hasta muy original: vagabundos o actores callejeros. Mientras yo pensaba en todo esto, Gaston, en el hotel, meditaba sobre la pelicula, no sobre el argumento, sino sobre la participacion que tendria en ella y sobre el dilema: ?con la derecha o con la izquierda? Discuto entonces mentalmente con el, me enfurezco, trato de convencerle, exijo, hasta que finalmente le ordeno: ?Basta!
– Vi todo eso -apunte-. Sobre el camino flotaban espumas rojas desde las que salio usted, como satanas emergiendo desde un cajon.
Carresi cerro los ojos, tal vez imaginandose visualmente todo lo escuchado y de nuevo se regocijo:
– ?Pero, esta es una idea genial! ?Que argumento! Restableceremos todo tal y como sucedio. En una palabra, ?desea usted hacer ese papel junto con Gaston?
– No, muchas gracias -repuse irritado-, no deseo morir por segunda vez.
Mongeusseau se sonrio cortesmente, aunque con cierta picardia:
– Yo, en su lugar, habria declinado tambien la proposicion. Pero no deje de venir a verme a Rivoli, como amigos. Practiquemos alli la esgrima. No se asuste, el combate sera realizado de acuerdo con las reglas de la esgrima, con mascaras y coletos. Me intriga solo una cosa, como pudo sostenerse tanto tiempo. Cuando estemos juntos probare con mi izquierda.
– No, gracias por la invitacion -dije, sabiendo que no le veria jamas.
Capitulo 25 – Destino: Groenlandia
Cuando el director de cine y el floretista se alejaron, impero un silencio embarazoso. Yo, exasperado por esta visita innecesaria, trataba con dificultad de retener mi furia. Zernov se sonrio, en tanto que esperaba mis palabras. Irina, notando lo importante que era esta pausa, hizo mutis tambien.
– ?Estas furioso? -quiso saber Zernov.
– Si -repuse-. ?Crees acaso que se puede galantear con el individuo que te asesina?
Inconscientemente, sin acuerdo mutuo, empezamos a hablarnos de 'tu'; pero ninguno lo noto.
– Yuri, Mongeusseau no es culpable. No es culpable ni indirectamente -continuo Zernov-. Lo he acabado de comprender ahora.
– Presuncion de inocencia -dije con malicia. Zernov no se inmuto:
– La culpa fue mia. Los traje a los dos intencionadamente, porque queria confrontar la copia y el original. No te enfurezcas. Para mi informe necesitaba comprobar exactamente que se copiaba, la psiquis de quien. Y lo que es mas importante, que se copiaba: la memoria o la imaginacion. Ya lo se. Ellos examinaron la una y la otra. Mientras, Gaston simplemente queria dormir, pensando amodorrado en la proposicion de Carresi: ?no es un trabajo muy duro para mi? ?son aceptables los honorarios? Y Carresi estaba absorto en el proceso de creacion, ideaba conflictos y situaciones dramaticas, o sea, creaba una vida ilusoria. Esta ilusion fue copiada por las 'nubes', y bastante bien. ?Recuerdas el paisaje? ?Recuerdas el vinedo a la orilla del mar? Lo copiaron mejor que