andar. Con un esfuerzo sobrehumano por mantener la compostura, se acerco hasta la mesa de su padre.
– Necesito… quiero que canceles el especial de Atkins.
– ?Que? -Swan se levanto como un resorte y le lanzo una mirada furibunda-. ?A que viene esto? Si has decidido rendirte porque no puedes con la presion, buscare a alguien que te sustituya. Ross puede producir el proyecto. ?Maldita sea! Deberia habermelo imaginado antes de ponerte al mando -anadio furioso al tiempo que daba un manotazo contra la mesa.
Acto seguido, alcanzo el auricular de nuevo.
– Por favor -lo detuvo Ryan-. Te estoy pidiendo que liquides el contrato y canceles el espectaculo.
Swan solto un exabrupto, volvio a mirar a su hija con atencion y se acerco al mueble bar. Sin decir nada, echo un buen chorro de conac frances en una copa. ?Maldita cria!, ?por que lo hacia sentirse tan torpe?
– Toma -gruno al tiempo que le acercaba la copa a las manos-. Sientate y bebete esto -anadio.
Como no sabia como actuar con una hija que parecia destrozada e impotente, se limito a darle una palmadita en un hombro antes de volver a sentarse tras su mesa. Una vez en su asiento, sintio que recuperaba un poco el control de la situacion.
– Y ahora dime que pasa. ?Problemas en los ensayos? -continuo, esbozando lo que esperaba que Ryan recibiese como una sonrisa comprensiva-. Seguro que no es para tanto. Llevas mucho tiempo en este mundo y sabes que estas cosas forman parte del juego.
Ryan respiro profundamente y se tomo un trago de conac. Dejo que pasara por la garganta y el pecho, quemando todos sus miedos y preocupaciones. La siguiente vez que respiro ya estaba mas calmada.
– Pierce esta planeando una fuga para el cierre del espectaculo -dijo por fin mirando a su padre a los ojos.
– ?Y que? Ya lo se -contesto Swan con impaciencia-: Lo he visto en el guion.
– Es demasiado peligroso.
– ?Peligroso? -Swan entrelazo las manos apoyando los cantos sobre la mesa. Si eso era todo, podria salvar la situacion, decidio-. Ryan, ese hombre es un profesional. Sabe lo que hace -anadio al tiempo que giraba la muneca con disimulo para mirar la hora. Todavia podia entretenerse con Ryan otros cinco minutos.
– Esta vez es diferente -insistio ella. Por no gritar, estrangulo la base de la copa. Swan nunca le haria caso si se ponia histerica-. Esta fuga no le gusta ni a su equipo.
– A ver, ?que tiene planeado?
Incapaz de articular palabra alguna, Ryan dio otro trago de conac.
– Tres cajas fuertes. Una dentro de otra. La ultima… -Ryan hizo una pausa para que la voz no le temblara-. La ultima no tiene ventilacion. Solo tendra oxigeno para tres minutos una vez este dentro. Y acaba de decirme que esta tardando algo mas de tres minutos en conseguir liberarse.
– Tres cajas -murmuro Swan, apretando los labios-. Muy llamativo.
Ryan dejo la copa sobre la mesa de un golpe.
– Sobre todo si se asfixia. ?Seguro que la audiencia se dispararia! Igual hasta le dan un Emmy a titulo postumo.
Swan fruncio el ceno ominosamente.
– Calmate, Ryan.
– No pienso calmarme -contesto al tiempo que se ponia de pie-. No podemos dejarle que haga esa fuga. Tenemos que rescindir el contrato.
– No podemos hacerlo -Swan se encogio de hombros, como descartando plantearse siquiera tal posibilidad.
– No quieres hacerlo lo corrigio ella irritada.
– No quiero -reconocio Swan, igualmente enojado-. Nos jugamos mucho.
– ?Nos jugamos todo! -grito Ryan-. Estoy enamorada de el.
Swan habia empezado a ponerse de pie para devolverle el grito, pero aquella noticia lo desconcerto por completo. La miro fijamente y vio las lagrimas de desesperacion que asomaban a sus ojos. De nuevo, se sintio perdido.
– Ryan -Swan suspiro y saco un puro-. Sientate.
– ?No! -Ryan le arrebato el puro de entre los dedos y lo tiro al suelo-. No voy a sentarme. No voy a sentarme y no voy a calmarme. Te estoy pidiendo que me ayudes. ?Por que no me miras? ?Mirame! -le exigio descontrolada.
– ?Te estoy mirando! -rugio Swan para defenderse-. Y no me gusta nada lo que veo. Ahora, haz el favor de sentarte y escucharme.
– No, estoy harta de escucharte y tratar de complacerte. He hecho todo lo que has querido que haga, pero nunca ha sido suficiente para ti. No puedo ser tu hijo: lo siento, no puedo cambiar eso -Ryan se cubrio la cara con las manos y se vino abajo por completo-. Solo soy tu hija y necesito que me ayudes.
Sus palabras lo dejaron mudo. Las lagrimas lo desarmaron. No recordaba haberla visto llorar antes y, en todo caso, seguro que nunca lo habia hecho tan apasionadamente. Se puso de pie y se saco el panuelo del bolsillo.
– Tranquila… -Swan le puso el panuelo en las manos y se pregunto que debia hacer a continuacion. Carraspeo y miro impotente a su alrededor-. Yo siempre… yo siempre he estado orgulloso de ti.
Al ver que Ryan respondia recrudeciendo el llanto, metio las manos en los bolsillos y guardo silencio.
– Da igual -dijo ella contra el panuelo. Se sentia avergonzada por lo que habia dicho y por estar llorando-. Ya no importa.
– Te ayudaria si pudiese -murmuro Swan entonces-. Pero no puedo impedirselo. Aunque cancelase el programa y asumiese las demandas que la television y Atkins presentarian contra Producciones Swan, acabaria haciendo esa fuga en otro espectaculo.
Ryan se negaba a aceptar la cruda realidad.
– Tiene que haber alguna forma…
Swan dio un pasito hacia adelante. No se sentia comodo hablando de esas cosas:
– ?El esta enamorado de ti?
Ryan respiro hondo y se seco las lagrimas.
– Da igual lo que sienta por mi. No puedo pararlo.
– Hablare con el.
– No, no serviria de nada. Perdona -Ryan nego con la cabeza-. No deberia haber venido asi. Estaba aturdida. Siento haber montado este numerito -anadio bajando la cabeza, al tiempo que arrugaba el panuelo.
– Ryan, soy tu padre.
Ella lo miro a los ojos, pero mantuvo una expresion impenetrable.
– Si.
Swan se aclaro la garganta y descubrio que no sabia que hacer con las manos.
– No quiero que te disculpes por venir a verme -dijo. Ryan siguio mirandolo con frialdad. Swan se decidio a tocarle un brazo-. Hare lo que pueda para convencer a Atkins para que no haga esa fuga, si es lo que quieres.
Ryan exhalo un largo suspiro antes de sentarse.
– Gracias, pero tenias razon. Lo hara en otro espectaculo, de todos modos. El mismo me lo dijo. Es que no soy capaz de aceptarlo.
– ?Quieres que te sustituya Ross?
– No -Ryan sacudio la cabeza-. No, acabare lo que he empezado. Esconderme no cambiara nada tampoco.
– Buena chica -dijo el complacido. Luego se quedo callado, vacilante, tratando de escoger las palabras adecuadas. Tosio y se ajusto la corbata-. En cuanto… el mago y tu… ?Estais pensando…? O sea, ?deberia preguntarle que intenciones tiene?
Ryan no habia imaginado que su padre fuese a ser capaz de hacerla sonreir en esos momentos.
– No, no hace falta -contesto. Vio la expresion de alivio de Swan y se levanto-. Me gustaria tomarme unas pequenas vacaciones cuando todo esto termine.
– Por supuesto, te las has ganado.
– No te entretengo mas -Ryan se giro, pero su padre le puso una mano en el hombro. Ella lo miro